Una lente de contacto que recoge las ondas de radio para alimentar un LED está abriendo camino para un nuevo tipo de pantalla. La lente es un prototipo de un dispositivo que puede mostrar información transmitida desde un dispositivo móvil
Consciente de que el tamaño de pantalla es cada vez más una limitación en los dispositivos móviles, Babak Parviz, de la Universidad de Washington en Seattle, tuvo la idea de proyectar imágenes en el ojo desde una lente de contacto.
Una de las limitaciones de las pantallas actuales de visualización que se colocan en la cabeza es su limitado campo de visión. Una pantalla en un lente de contacto puede tener un campo mucho más amplio. «Esperamos crear imágenes que floten de manera eficaz frente al usuario, tal vez de 50 cm a 1 m de distancia», explica Parviz.
Su investigación consiste en incrustar dispositivos electrónicos a microescala y nanoescala en sustratos como papel o plástico. Parviz, además, usa lentes de contacto. «Era una cuestión de poner a los dos juntos», dice.
El montaje de un circuito en una lente de contacto es un reto. El polímero no puede soportar las temperaturas o los productos químicos que se utilizan en la microfabricación a gran escala, explica Parviz. De modo que algunos componentes —los circuitos que colectan la energía y el micro diodo de emisión de luz— se debieron hacer por separado, alojados en un material biocompatible que se coloca en ranuras talladas en la lente.
Un problema evidente es alimentar un dispositivo así. El circuito requiere 330 microvatios, pero no necesita una batería. En cambio, una antena de cuadro recoge la energía radiante de una fuente de radio cercana. El equipo ha probado la lente instalándola en un conejo.
Parviz dice que las futuras versiones serán capaces de tomar la energía desde el celular de un usuario, quizás cuando éste envía la información a la lente. También tendrá más pixeles y un conjunto de microlentes para enfocar la imagen, de modo que aparezca en suspensión enfrente de los ojos del usuario.
A pesar del limitado espacio disponible, se puede integrar los componentes sin molestar la vista del usuario, afirman los investigadores. En cuanto a qué tipo de imágenes se pueden ver en esta pantalla, las posibilidades parecen infinitas. Entre los ejemplos está la colocación de subtítulos al conversar con alguien que habla en una lengua extranjera, direcciones en un territorio desconocido y subtítulos en fotografías. El lente también podría servir como un display para los pilotos o los usarios de juegos.
Mark Billinghurst, director del Human Interface Technology Laboratory en Christchurch, Nueva Zelanda, está impresionado con el trabajo.»Una lente de contacto que permite que los gráficos virtuales se superpongan a la perfección sobre el mundo real podría proporcionar una convincente experiencia de realidad aumentada», dice. Este prototipo es un primer paso importante en esa dirección, aunque pueden pasar años antes de que las lentes estén disponibles en el comercio, añade.
El equipo de la Universidad de Washington presentará su prototipo en la Conferencia Biomedical Circuits and Systems en Beijing a finales de este mes.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti