Los perros hacen de todo por los militares norteamericanos: olfatean buscando bombas, detectan narcóticos y rescatan a seres humanos indefensos. Sin embargo, para reclutar a los mejores compañeros de escuadrón canino, los investigadores del Pentágono están trabajando en un plan para escanear sus cerebros… y averiguar cómo piensan los perros
Segun se lee en una solicitud de nueva investigación de DARPA, el proyecto —adorablemente llamado FIDOS, por «Functional Imaging to Develop Outstanding Service-Dogs» (imagen funcional para desarrollar un servicio de perros excepcionales»— promueve la idea de utilizar imagen por resonancia magnética para «optimizar la selección de perros de servicio ideales» mediante el escaneo de su cerebro para encontrar el más inteligente de los candidatos. Una «retroalimentación neural en tiempo real» optimizará el entrenamiento canino. Esto aporta perros militares entrenados mejor, más rápido y —en teoría— a un costo menor que los métodos actuales de formación de 20.000 dólares, que utilizan métodos anticuados de disciplina y recompensa.
Aunque está todavía en fase de investigación, el plan debe muchos de sus fundamentos a varios descubrimientos recientes sobre el cerebro de nuestros amigos caninos.
El año pasado, el neurocientífico Greg Berns de la Universidad Emory y sus colegas entrenaron perros para ubicarse sin restricciones dentro de una máquina de resonancia magnética, mostrarles señales manuales asociadas con un premio de comida, y luego los escanearon. Tal como era de esperar, los investigadores observaron una mayor actividad neural en el caudado ventral del cerebro de los perros, una región del cerebro asociada con el neurotransmisor dopamina.
En su estudio, publicado el pasado mes de abril en Public Library of Science One, Berns y sus colegas concluyeron que la actividad se debió a una asociación «asociación de entrenamiento con un premio de comida, sin embargo, también es posible que algún componente de recompensa social contribuya a la respuesta«. Cualquiera que le haya dado un pedazo de pollo a un cachorro por su buen comportamiento ya sabe que los perros cuando se hartan son buenos. Y los perros son animales muy sociales, estrechamente adaptados a la conducta humana debido a una historia evolutiva común. Pero el equipo de la Universidad de Emory fue el primero que se puso a observar la actividad cerebral específica utilizando imágenes de resonancia magnética.
Eso parece haber despertado el interés de Darpa. (Los investigadores incluso han lanzado la idea de utilizar máquinas para automatizar el entrenamiento del perrito.) La agencia cree que podría ser posible seleccionar «perros de servicio de gran valor… sobre la base de su activación neutral en base a las señales específicas ante la formación de sus entrenadores», señala DARPA notas en su solicitud. La idea es que los perros que muestran una mayor actividad cerebral cuando se le dan indicaciones serán «más rápidos y más fácil de entrenar» que los perros que muestran menos actividad. Y en lugar de meramente utilizar aproximaciones de algo que el perro quiere, para hacer que el perro haga algo, los entrenadores podrían afinar sus técnicas para ajustarse más y más a las respuestas químicas que se producen dentro de la cabeza del perro.
Las técnicas de neuroimagen también pueden ayudar a encontrar «cerebro de perros hiper-sociales». Estos perros muy sociables, una vez escaneados y ubicados, podrían ser seleccionadas para su uso en las terapias de rehabilitación para los soldados que presentan síntomas de trastorno de estrés postraumático, y lesiones cerebrales traumáticas.
Una forma de localizar a los cachorros, indica la solicitud, consiste en escanear los perros que muestran «marcadores neurofisiológicos de estrés y ansiedad en sus entrenadores». Esa hipótesis se basa un poco en las investigaciones que muestran que los perros pueden seguir la dirección de la mirada humana y cuando se señala con el dedo, y cómo los perros se contagian los bostezos de sus propietarios a un ritmo mayor que los extraños, una indicación posible en dirección de una teoría de la mente canina, o de su capacidad de entender e interpretar las intenciones humanas distintas de las propias.
Así, cuando un entrenador está mostrando síntomas de trauma en la forma de estrés, los perros que mejor lo detecten pueden ser compañeros ideales para la terapia. Y en todas las áreas de trabajo de los perros militares, las razas particulares que requieren los militares —como los pastores belgas (Malinois)— hay una gran selección: un «recurso canino escaso» que debe ser manejado con cuidado.
Afortunadamente, colocar a los perros dentro de una cámara de resonancia magnética no debería ser demasiado problema, ya que los cachorros pueden ser entrenados en unos pocos meses para descansar obedientemente allí dentro, viendo todo lindo y sintiéndose perfectamente cómodos.
Fuente: Wired. Aportado por Eduardo J. Carletti
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