Estos indicios de una forma primordial previamente desconocida de la sustancia podrían explicar por qué el cosmos ahora parece expandirse más rápido de lo que predice la teoría
Dos trabajos han encontrado indicios preliminares de un nuevo tipo de energía oscura (el misterioso agente responsable de la expansión acelerada del universo) que habría existido durante los primeros 300.000 años de vida del cosmos. Ambos estudios, aparecidos hace unos días en el repositorio de prepublicaciones arXiv, afirman haber identificado un posible rastro de esta «energía oscura temprana» en los datos recopilados entre 2013 y 2016 por ACT, Telescopio Cosmológico de Atacama, Chile. Si se confirman los hallazgos, podrían ayudar a resolver un enigma de larga data en torno a los datos sobre el Universo primitivo, que parecen ser incompatibles con la tasa de expansión cósmica medida hoy. Pero los datos son preliminares y no muestran definitivamente si esta forma de energía oscura realmente existió.
Los autores de ambos preprints, uno publicado por el equipo de ACT y el otro por un grupo independiente, admiten que los datos aún no son lo suficientemente sólidos como para detectar la energía oscura temprana con alta confianza. Pero dicen que más observaciones del ACT y otro observatorio, el Telescopio del Polo Sur en la Antártida, podrían proporcionar una prueba más estricta pronto.
«Si esto realmente es cierto, si el Universo primitivo realmente presentaba energía oscura temprana, entonces deberíamos ver una señal fuerte», dice Colin Hill, coautor del artículo 1 del equipo de ACT y cosmólogo de la Universidad de Columbia en Nueva York.