Investigadores suizos han desarrollado un innovador método de almacenar grandes cantidades de datos en el ADN que permitirían que los registros duren casi para siempre
Utilizando Carta Federal de Suiza (Switzerland’s Federal Charter), un equivalente de la Carta Magna británica, como un conjunto de datos experimentales, los investigadores cifraron el documento en 5000 cadenas de ADN y lo cubrieron con una capa protectora de sílice alrededor de 150 nanómetros de espesor. Después de someter las gotas de sílice a temperaturas extremas para simular la degradación relacionada con la edad, el equipo, dirigido por el investigador Robert Grass de ETH Zurich, pudo celebrar un gran éxito.
A diferencia de los métodos probados anteriormente, el de ellos parece ser el primero que permite un registro basado en el ADN que resista el paso del tiempo, e información que se puede recuperar posteriormente sin lecturas erróneas.
El uso del sílice fue una clave para el éxito, ya que prácticamente simula la protección de la información del ADN inserta dentro de los huesos fósiles. Dicha información es recuperable, incluso después de millones de años.
Para corregir posibles errores, el equipo utilizó un algoritmo especialmente diseñado, similar a los utilizados para corregir defectos en los datos transmitidos a través de largas distancias.
El almacenamiento de datos en el ADN se logró por primera vez hace unos dos años. Sin embargo, los primeros intentos muestran bajos niveles de estabilidad y eran gravemente propensos a la degradación química rápida.
Los investigadores creen que este método no convencional podría proporcionar una solución para mantener los documentos importantes que contengan información sobre la civilización actual, básicamente durante una eternidad.
La inestabilidad inherente de los datos almacenados en el espacio cibernético, y la susceptibilidad de los medios digitales para dejan de usarse en períodos de tiempo relativamente cortos en comparación con los ejemplares impresos tradicionales, tiene interesados a los científicos e investigadores.
A principios de este mes, uno de los padrinos del Internet, el ingeniero estadounidense Vint Cerf, advirtió que la sociedad actual puede dejar a las generaciones futuras en la oscuridad acerca de sus logros, debido a la ausencia de registros legibles.
El almacenamiento de información crucial en el ADN parece ofrecer una solución. Si se almacena en condiciones estables y muy frías, por ejemplo dentro de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, la información codificada en ADN podría sobrevivir más de un millón de años. A modo de comparación, la información sobre un microfilm probablemente se degrada en medio milenio.
Fuente: E&T. Aportado por Eduardo J. Carletti