«Cargo», producción suiza de ciencia-ficción

A mitad de camino entre producciones tan diversas en intenciones y resultados como Alien, el Octavo Pasajero (un referente casi para cualquier film ambientado en el espacio), Horizonte Final (Paul W.Anderson, 1997) o la a punto de estrenarse Moon , se presenta la relativamente modesta producción suiza de ciencia-ficción Cargo, la cual será vista este mismo año en el Festival Internacional de Cinema Fantástico de Catalunya (más popularmente conocido como el Festival de Sitges).

Intriga, ciencia-ficción, thriller, terror, suspense y drama se entremezclan en esta cinta dirigida por la pareja formada por el multifacético Ivan Engler (que también la escribe, edita y produce) y el joven Ralph Etter, y cuya principal carta de presentación es su brillante apariencia visual, con un cuidado diseño de producción reforzado por unos artesanales y eficaces efectos especiales.

La historia de Cargo nos presenta a una humanidad que tras el colapso ecológico de la Tierra se ve condenada a vagar en la órbita del planeta confinados en el interior de estaciones espaciales. La única esperanza de escapar del caos es Rea, un lejano planeta a cinco años luz de la Tierra. «Casandra» es el nombre del destartalado carguero espacial camino a una estación remota, y en donde la joven médico Laura es la única persona a bordo despierta, de guardia, mientras el resto de la tripulación se encuentra hibernada durante el trayecto. Pasan los meses, y a cada día que pasa Laura siente cada vez más que no es la única «presencia» despierta en la nave… hasta que se ve obligada a despertar al resto de la tripulación. ¿Qué oculta el misterioso contenedor de carga? ¿Y quién, o qué, está todavía a bordo?

Sin fecha de distribución es uno de esas cintas que su proyección internacional dependerá de su éxito en festivales especializados, y ni aun así tiene garantizado cruzar sus fronteras para poder ser presentada a una audiencia mayor e internacional. Una pena, la verdad, ya que cintas como Cargo o Metropia demuestran no sólo que existe mucho más cine del que habitualmente se da a conocer en nuestras pantallas, sino la riqueza y el potencial de otras cinematografías algo más desconocidas pero que dejan claro que el cine es un arte, como otros tantos, que no conoce ni de fronteras ni de idiomas, tan sólo de ganas, entusiasmo, y, por qué no decirlo, algo de talento.

VIDEO: ESPERE UN MOMENTO MIENTRAS SE CARGA

Fuente: El Séptimo Arte. Aportado por Gustavo Courault