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Propuesta: el tiempo va más despacio en el presente, y quizá no exista la energía oscura

Nueva teoría sobre la dilatación temporal que predijo Einstein y sobre la expansión acelerada del cosmos

Hasta ahora se pensaba que la energía oscura es una forma desconocida de energía que está provocando que el universo se expanda de manera cada vez más veloz. Pero, ¿y si esta energía que se propone teóricamente no existiera? Un profesor de la Universidad de Georgia (EEUU) propone una teoría alternativa que dice que la expansión del universo se debería, según él, a que el tiempo corría más deprisa en el pasado, y que la energía oscura en realidad no existe.

El nuevo estudio, realizado por un profesor de la Universidad de Georgia (EEUU) de nombre Edward Kipreos sugiere que cambiar nuestra concepción de la dilatación del tiempo —la ralentización del tiempo predicha por Albert Einstein— podría proporcionar una explicación alternativa a la de dicha energía. El estudio tiene alguna relación en el análisis con un estudio anterior que publicamos en Axxón el año 2012.

En la reciente película de Hollywood Interstellar, un equipo de científicos viaja por el espacio atravesando un agujero de gusano, con el objetivo de acceder a planetas en los que podría haber condiciones de habitabilidad similares a las de la Tierra. Uno de los desafíos a los que se enfrenta dicho equipo es la dilatación de tiempo: cada hora que pasan reuniendo datos sobre un planeta supone que en la Tierra pasen siete años.

¿Qué pasa con el tiempo?

La teoría general de la relatividad de Einstein indica que, en relación con la gravedad, el tiempo sufriría los siguientes cambios: para un objeto sometido a la gravedad (por ejemplo, en la Tierra), el tiempo transcurrirá más lentamente que para un objeto sometido a muy baja gravedad (por ejemplo, en el espacio, como en la película de Hollywood mencionada).

En la teoría de la relatividad especial de Einstein, en cambio, la dilatación del tiempo es recíproca: si consideramos dos relojes que se mueven uno con respecto al otro, el tiempo se dilatará en el reloj de la otra parte. En otras palabras, los tiempos de cada uno de dos objetos en movimiento se reducirán en relación al del otro.

Lo que Kipreos propone en su trabajo es que la dilatación del tiempo no responde a esta mencionada reciprocidad entre dos objetos móviles, sino que siempre afectaría sólo a un único objeto en movimiento (es decir, que es direccional).

En un comunicado de la Universidad de Georgia (UGA) pone como ejemplo de este fenómeno a los satélites del Sistema de Posicionamiento Global (los que sirven el famoso sistema GPS). Según él, «los satélites, que viajan en marcos de referencia de caída libre se mueven lo suficientemente rápido con respecto la Tierra como para que haya que corregir su tiempo, para ralentizarlo».

«Si observamos los satélites de GPS, el tiempo de estos se está reduciendo, pero según dichos satélites, nuestro tiempo no va más despacio, lo que debería ocurrir si la dilatación del tiempo fuera recíproca. En lugar de eso, nuestro tiempo va más rápido en relación con el de los satélites, algo que sabemos gracias a la comunicación constante con ellos».

«Se supone que la relatividad especial es recíproca, con ambas partes experimentando la misma dilatación temporal. Sin embargo, todos los ejemplos que tenemos ahora mismo pueden ser interpretados como una dilatación direccional (no recíproca) del tiempo», afirma Kipreos.

Kipreos encontró una teoría alternativa, la Transformación de Lorentz Absoluta, que podría explicar este fenómeno. Esta teoría propone que la dilatación direccional del tiempo sería compatible con las pruebas disponibles.

Además, asegura Kipreos, «una aplicación estricta de la Transformación de Lorentz Absoluta a los datos cosmológicos tendría implicaciones significativas para el universo y para la existencia de energía oscura».

Éstas serían las que se explican a continuación: a medida que el universo se va expandiendo, los objetos cosmológicos más grandes, como las galaxias, se alejan cada vez más rápidamente unos de otros (Ley de Hubble). La teoría de la Transformación de Lorentz Absoluta indica que esas velocidades incrementadas inducen la dilatación direccional del tiempo. Como consecuencia, el paso del tiempo sería lento ahora, y antes era más veloz.

Esto podría explicar el siguiente hecho: desde hace tiempo, las supernovas —o colapso de estrellas— han sido utilizadas por los astrónomos para medir las distancias cosmológicas midiendo la aparición de su brillo. Sin embargo, en 1998 y 1999 se observó que las explosiones estelares o supernovas situadas a distancias mayores eran más débiles de lo que cabría esperar con respecto a su lejanía. Los astrónomos dedujeron que la explicación es que la tasa de expansión del universo se había acelerado.

Esta expansión acelerada del universo fue atribuida a los efectos de una teórica energía oscura. «Sin embargo, no hay ninguna comprensión sobre qué es la energía oscura, o de por qué ésta se ha manifestado sólo recientemente”, explica Kipreos. “Los efectos predichos —sobre una velocidad mayor del tiempo en el pasado— implicarían que no hay ninguna aceleración en la expansión del universo. Por tanto, no habría ninguna necesidad de explicarla mediante la existencia de energía oscura», concluye el investigador.

 

 

Publicación original: Edward T. Kipreos. Implications of an Absolute Simultaneity Theory for Cosmology and Universe Acceleration. PLOS ONE (23 de diciembre de 2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0115550.

Fuente: Tendencias 21, Astronomy Now, UGA Today y otros sitios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Nueva investigación sugiere que la vida inteligente biológica o de máquinas desaparece por explosiones de rayos gamma

Las explosiones de rayos gamma podrían jugar un papel clave, mucho más importante de lo sospechado hasta ahora, en el desarrollo de la vida, tanto en la Tierra como en otros planetas

Lo exponen los astrofísicos Tsvi Piran, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y Raúl Jiménez, de la de Barcelona, en un estudio publicado en la revista Physical Review Letters.

Estos estallidos superenergéticos surgen cuando tiene lugar un violentísimo evento cósmico, como la colisión de dos estrellas de neutrones –lo que daría origen a un brote breve de rayos gamma, de menos de dos segundos– o la formación de una supernova a partir de una estrella mucho más masiva que nuestro Sol –lo que formaría un destello largo–.

Estos sucesos generan ondas de choque y emisiones de radiación que, en teoría, tendrían devastadores efectos en los organismos de los planetas alcanzados. Aunque de momento solo se han observado fuera de la Vía Láctea, también podrían darse en nuestra galaxia.

Piran y Jiménez sugieren que las explosiones de rayos gamma no solo podrían ser las responsables de algunas de las extinciones que se han dado en la Tierra, sino que limitarían la propia existencia de la vida, especialmente en los mundos más próximos al centro de sus galaxias, donde ocurrirían más frecuentemente.

Según estos investigadores, hay un 60% de posibilidades de que uno de estos fenómenos haya originado una extinción en nuestro planeta en los últimos mil millones de años. Es más, señalan que es posible que ningún ser vivo, al menos tal como existen ahora mismo en la Tierra, pudiera sobrevivir hace más de 5.000 millones de años, cuando las galaxias eran mucho más compactas y estos fenómenos mucho más habituales. No obstante, indican que las primitivas formas de vida también serían más resilientes a la radiación.

 

 

Es posible que la Tierra recibiera el impacto de una de estas explosiones hace 440 millones de años, cuando tuvieron lugar las extinciones masivas del Ordovícico-Silúrcio, en las que perecieron el 85% de los animales. Probablemente, la capa de ozono quedó entonces destruida.

Fuente: The Daily Galaxy y otros. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Nueva aplicación para smartphones podría ayudar a determinar el origen de unas misteriosas partículas espaciales

La Red Smartphone podría rastrear los rayos cósmicos que llegan a la Tierra, encontró una investigación dirigida por la UCI

Su smartphone podría formar parte del telescopio más grande del mundo. Un equipo dirigido por el físico Daniel Whiteson de la Universidad de California en Irvine y físico Michael Mulhearn de la UC Davis han diseñado una aplicación para convertir la red mundial de smartphones en un detector de rayos cósmicos de tamaño planetario, según un artículo publicado hoy en la página web de física arXiv.

Un enigma de larga data en la astrofísica es el origen de las partículas de muy alta energía procedentes del espacio que llegan a la Tierra. Llamados rayos cósmicos, son hasta mil millones de veces más energéticos que las partículas en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN. Impactan contra la atmósfera y causan un enorme lluvia de otras partículas, en su mayoría muones, electrones y fotones, sobre una amplia área. A pesar de que fueron descubiertos hace décadas, los rayos cósmicos a estas altas energías son muy raros, por lo que es difícil determinar en qué lugar del universo se originaron.

«Estas partículas pueden empapar kilómetros cuadrados en unos pocos milisegundos,» dijo Whiteson, profesor asociado de física y astronomía en la UCI. «El misterio es que nadie sabe de donde provienen estas locas partículas de alta energía o qué las hace tan energéticas. Pero pueden ser capturados por la tecnología en las cámaras de los teléfonos inteligentes'».

La aplicación, llamada CRAYFIS (Rayos Cósmicos encontrados en Smartphones), recoge datos cuando el teléfono está conectado a una fuente de alimentación y no se ha utilizado durante varios minutos, a fin de no interferir con el uso normal del teléfono ni drenar los niveles de batería. Cualquier persona con un smartphone o un tablet Android o un iOS será capaz de participar en la red de detectores. Si los datos logrados en el teléfono de una persona se usan en un artículo científico, él o ella figurará en la autoría. La aplicación también se puede ejecutar en modo anónimo.

Los sensores basados en silicio de las cámaras de los teléfonos inteligentes utilizan los mismos principios que los detectores en el CERN, y en otros lugares, para identificar las partículas. Pero debido a que las partículas llegan con tan poca frecuencia, se necesita un detector muy grande, como una red global de teléfonos inteligentes.

Como beneficio adicional, los mismos datos se pueden utilizar para calcular los niveles locales de radiación de radón o de otras fuentes, y funcionar como un sistema de alarma. La red de teléfonos podría proporcionar un mapa en tiempo real de clima de radiación, siguiendo el movimiento de las plumas (solares), por ejemplo.

Aunque recientemente se ha demostrado en otros lugares que los teléfonos inteligentes individuales pueden detectar partículas, este es el primer intento de demostrar que si están conectados un número suficiente de dispositivos, una red de detectores en todo el mundo puede rivalizar o superar las capacidades científicas de sitios de experimentación de rayos cósmicos enormes y dedicados, como el experimento Auger en América del Sur (Mendoza, Argentina).

 

 

El equipo ha estado trabajando en el proyecto durante casi un año. La aplicación está lista, y los investigadores están ahora localizando servidores capaces de manejar miles de usuarios. Cualquier persona interesada puede inscribirse para ser parte de la red a medida que se expanda. Los co-autores del nuevo estudio son Chase Shimmin y Kyle Brodie de UCI y Dustin Burns, de la Universidad de California Davis.

Acerca de la Universidad de California, Irvine: Fundada en 1965, la UCI es el miembro más joven de la prestigiosa Asociación de Universidades Americanas. El campus ha producido tres premios Nobel y es conocido por su rendimiento académico, la investigación de primer nivel, la innovación y su mascota, el oso hormiguero. Liderados por Howard Gillman, la UCI cuenta con más de 28.000 estudiantes y ofrece 192 programas de grado. Situado en una de las comunidades más seguras y económicamente más vibrantes del mundo, es el segundo mayor empleador del Condado de Orange, contribuyendo us$ 4,8 mil millones anuales a la economía local.

Acceso de los Medios: UC Irvine mantiene un directorio en línea de profesores disponibles en calidad de expertos a los medios de comunicación en communications.uci.edu/for-journalists/experts/ . Los programas o estaciones de radio pueden, por una cuota, utilizar una línea RDSI en el campus para entrevistar a profesores y expertos en UC Irvine, sujetos a disponibilidad y aprobación de la universidad. Para más noticias sobre la UC Irvine, visite news.uci.edu. Se pueden encontrar recursos adicionales para los periodistas en communications.uci.edu/for-journalists .

Fuente: UCI News. Aportado por Eduardo J. Carletti

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