Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Manchester ha sugerido enérgicamente que el cáncer es una enfermedad moderna, creada por el hombre y causada por factores ambientales como la contaminación y la dieta
El estudio de restos mortales y de literatura del antiguo Egipto y Grecia, y de períodos anteriores —llevado a cabo en el Centro de Egiptología Biomédica de KNH en Manchester y publicado en la revista Nature Reviews Cancer—, incluye el primer diagnóstico histológico de cáncer realizado sobre una momia egipcia.
Al encontrar sólo un caso de la enfermedad en una investigación sobre cientos de momias egipcias, con pocas referencias al cáncer en la evidencia literaria, demuestra que el cáncer era extremadamente raro en la antigüedad. La incidencia de la enfermedad ha aumentado enormemente desde la Revolución Industrial, en particular el cáncer infantil, lo que demuestra que el aumento no se debe simplemente a que las personas viven más tiempo.
La profesora Rosalie David, de la Facultad de Ciencias de la Vida, dijo: «En las sociedades industrializadas, el cáncer ocupa el segundo lugar luego de las enfermedades cardiovasculares como causa de muerte. Pero en los tiempos antiguos, era extremadamente raro. No hay nada en el entorno natural que pueda causar cáncer. Por lo tanto, tiene que una enfermedad creada por el hombre, debido a la contaminación y los cambios en nuestra dieta y estilo de vida.»
Ella agregó: «Lo importante de este estudio es que le da una perspectiva histórica a esta enfermedad. Podemos hacer declaraciones muy claras sobre la incidencia del cáncer en las sociedades porque tenemos una visión completa. Hemos observado milenios, no cientos de años, y hay grandes cantidades de datos.»
Entre los los datos incluyen está el primer diagnóstico histológico de cáncer en una momia egipcia, realizado por el profesor Michael Zimmerman, profesor visitante en el Centro KNH, que tiene su sede en la Universidad Villanova en los EE.UU. Él diagnosticó cáncer de recto en una momia no identificada, una persona «normal» que había vivido en el Oasis Dakhleh durante el período de Ptolomeo (200-400 dC).
El profesor Zimmerman dijo: «En una sociedad antigua que carecía de intervenciones quirúrgicas, deberían permanecer las pruebas del cáncer en todos los casos. La ausencia casi total de tumores malignos en las momias se debe interpretar como una indicación de su rareza en la antigüedad, lo que indica que los factores que causan el cáncer se limitan a las sociedades afectadas por la industrialización moderna».
El equipo estudió los restos momificados y la evidencia en la literatura para el antiguo Egipto, pero sólo la evidencia literaria en la antigua Grecia, ya que no hay restos vonservados de este período, así como estudios médicos en en los restos de humanos y animales de períodos anteriores, que se remontan a la era de los dinosaurios.
La evidencia de cáncer en fósiles de animales, primates no humanos y primeros seres humanos es escasa: unas pocas docenas ejemplos de fósiles de animales, en su mayoría en discusión, si bien se ha informado de un cáncer metastásico de origen primario desconocido en un fósil de Edmontosaurus, mientras que otro estudio enumera una serie de las neoplasias posibles en restos fósiles. Se han reportado varios tumores malignos en primates no humanos, pero no incluyen muchos de los cánceres más comúnmente identificados en el hombre adulto moderno.
Se ha sugerido que la corta vida de las personas en la antigüedad impedía el desarrollo del cáncer. Aunque esta construcción estadística es cierta, las personas en el antiguo Egipto y Grecia vivieron lo suficiente para desarrollar enfermedades como la aterosclerosis, la enfermedad ósea de Paget y la osteoporosis, y en las poblaciones modernas, los tumores óseos afectan principalmente a los jóvenes.
Otra explicación para la falta de tumores en los restos antiguos es que puede que los tumores no sean bien conservados. El Dr. Zimmerman ha llevado a cabo estudios experimentales que indican que la momificación conserva las características de malignidad y que los tumores en realidad debería estar mejor conservados que los tejidos normales. A pesar de este hallazgo, se han examinado cientos de momias de todas las áreas del mundo y por ahora hay sólo dos publicaciones que muestran una confirmación microscópica de cáncer. Los estudios radiológicos sobre las momias del Museo de El Cairo y museos de Europa también han fracasado en revelar evidencias de cáncer.
A medida que el equipo se trasladaba a través de los siglos, recién en el siglo 17 se encuentran descripciones de las operaciones de mama y otros cánceres y los primeros informes en la literatura científica de tumores característicos que sólo han ocurrido en los últimos 200 años, tales como el cáncer de escroto en los deshollinadores en 1775, el cáncer nasal en los usuarios de tabaco en 1761 y la enfermedad de Hodgkin en 1832.
La profesora David —que fue invitada a presentar su documento en la Conferencia Cancer Registries and National Cancer Intelligence Network de este año— dijo: «Cuando hay casos de cáncer en los restos antiguos egipcios, no estamos seguro de qué lo ha causado. Calentaban sus hogares con fuego que despedía humo, y en los templos quemaban incienso, pero a veces la enfermedad es sólo un planteo.»
Ella agregó: «Los datos del antiguo Egipto ofrecen evidencia física y literaria, dando una oportunidad única de ver las enfermedades que tenían y los tratamientos que intentaron. Ellos fueron los padres de la farmacología, por lo que algunos tratamientos funcionaron.
«Eran muy inventivos y algunos tratamientos considerados como mágicos eran auténticos remedios terapéuticos. Por ejemplo, se utilizaba el apio para tratar el reumatismo en ese entonces, y se está investigando en la actualidad. Su cirugía y unión de las fracturas fueron excelentes porque sabían su anatomía: no había un tabú en trabajar con los cuerpos humanos a causa de la momificación. Estaban en muy prácticos y tuveron una mentalidad diferente para trabajar con los organismos que los griegos, que tenían que ir a Alejandría a estudiar medicina.»
Ella concluyó: «Una vez más los amplios datos antiguos de los egipcios, junto con otros datos a lo largo de los milenios, ha dado a la sociedad moderna un mensaje claro: el cáncer es creado por el hombre y es algo que podemos y debemos abordar».
Referencia de publicación: Cancer: an old disease, a new disease or something in between?
Fuente: Physorg. Aportado por Eduardo J. Carletti
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