Descubierto un nuevo planeta junto a una brillante estrella

Un equipo internacional de astrónomos del Centro de Astrofísica estelar en Aarhus, Dinamarca, han descubierto un nuevo exoplaneta, bautizado Kepler-410A b. El planeta tiene aproximadamente el tamaño de Neptuno (49.572 km) y orbita la estrella más brillante en un sistema estelar doble ubicado a 425 años luz de la Tierra

Mediante el estudio de la estrella alrededor de la que gira este nuevo planeta, encontraron que la rotación de la estrella parece estar bien alineada con el movimiento planetario. Se puede estudiar bien el objeto porque la estrella es relativamente brillante.

Pero esta estrella parece ser parte, en realidad, de un sistema estelar binario, y su órbita no es perfectamente circular, sino que es ligeramente excéntrica. El planeta es bastante más grande que nuestra Tierra, con un radio de alrededor de 2,8 veces el de nuestro planeta. Con un período orbital de unos 18 días, se encuentra mucho más cerca de su estrella que la Tierra lo está del Sol, y por lo tanto es muy poco probable que sea adecuado para la vida tal y como la conocemos debido a las altas temperaturas que deben existir en la superficie de este mundo.

Pero las perturbaciones vistas en la órbita del planeta descubierto señalan que probablemente que este sistema aloje otro planeta aun por descubrir.

Esta representación muestra la estrella Kepler-410A. El punto negro representa el planeta Kepler-410A B, que se desplaza frente al disco solar, bloqueando así una pequeña parte de la luz de la estrella. La compañera estelar Kepler-410B se encuentra aproximadamente 10.000 veces más lejos del planeta y no se muestra en la imagen. Vincent Van Eylen

Tras el primer descubrimiento del primer exoplaneta, la cantidad de planetas orbitando a otras estrellas ha aumentado de forma exponencial, confirmándose ahora que existen más de 1.000.

Kepler-410A b es interesante porque se lo puede estudiar en detalle. El telescopio espacial Kepler lleva recopilando datos de la estrella junto a la que se encuentra este lejano mundo desde hace ya cuatro años.

Estos datos han permitido llevar a cabo un estudio detallado de la estrella, que además es la tercera estrella más brillante estudiada por el Kepler en la que se ha confirmado la existencia de un planeta a su alrededor, lo que permitió que el equipo estudiase las pequeñas variaciones del brillo estelar causado por las pulsaciones estelares, una técnica que se llama asterosismología. De ese modo pudieron medir con gran precisión las propiedades estelares tales como su masa y el radio.

«En última instancia, para entender algo sobre los exoplanetas, tenemos que entender las estrellas alrededor de las que giran. En este caso, la asterosismología incluso nos ha permitido medir el ángulo de inclinación de la estrella. Ahora sabemos que estamos buscando en el ecuador de la estrella, no en el polo. Esto se puede comparar con la órbita del planeta para aprender sobre la formación planetaria. La estrella tiene alrededor de 2.700 millones de años de edad y es un poco más grande que el Sol. Nunca podremos ir allí, ya que se encuentra a unos 425 años luz de la Tierra», comenta Vincent Van Eylen, autor principal del trabajo.

Debido a la luminosidad de la estrella, es un objetivo adecuado para nuevas observaciones. El equipo ha medido con precisión los tiempos de tránsito y se encontró que el exoplaneta cruza la estrella exactamente cada 17,8 días, pero su órbita parece estar perturbada, de esta forma, el planeta parece adelantar o retrasar su año unos 15 minutos cada orbita, lo que indicaría la posible presencia de otro planeta que altera el curso de Kepler-410A b.

«Estamos confiados de que hay otro planeta, aunque no se mueve frente a la estrella, todavía no sabemos lo que es», comento Vincent Van Eylen.

Los hallazgos aparecen publicados en la revista Astrophysical Journal.

Fuente: Science Daily. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: