En las últimas horas, el asteroide se está acercando a la Tierra a una distancia que está permitiendo a los astrónomos recabar nuevos datos para estudiarlo mejor y calcular su trayectoria con el objetivo de averiguar hasta qué punto representa una amenaza para nuestro planeta
En la mitología egipcia, Apophis era un dios que encarnaba las fuerzas del mal y suponía una amenaza para el orden. Representado como una gran serpiente que vivía en las aguas del Nilo, los egipcios pensaban que los eclipses eran obra suya. Apophis es también el nombre con el que fue bautizado un asteroide de más de 300 metros de diámetro que los científicos estudian con gran interés porque, según sus cálculos, existe el riesgo, aunque remoto, de que choque contra la Tierra en las próximas décadas.
Más probable es que cause daños a los satélites de comunicaciones que orbitan a 36.000 kilómetros de distancia.
En las últimas horas, el asteroide se está acercando a la Tierra a una distancia que está permitiendo a los astrónomos recabar nuevos datos para estudiarlo mejor y calcular su trayectoria con el objetivo de averiguar hasta qué punto representa una amenaza para nuestro planeta. El momento de mayor aproximación, a unos 14,5 millones de kilómetros, se producirá durante la noche del miércoles al jueves, sin que suponga ningún peligro para la Tierra. (A modo de comparación, la Luna se encuentra a unos 385.000 kilómetros de distancia de nuestro planeta).
Visitas en 2029 y 2036
Según los cálculos de los científicos, 99942 Apophis, que fue descubierto en 2004 y que antes se conocía con el nombre ‘2004 MN4’, rozará nuestro planeta el 13 de abril de 2029, situándose a unos 30.000 kilómetros de distancia, aunque descartan que pueda producirse un choque con la Tierra en esa fecha. Sin embargo, sí supondrá un peligro real para los satélites geoestacionarios, que orbitan a esa distancia.
Más preocupante parece la aproximación a nuestro planeta que el asteroide hará en 2036. Todavía es pronto para saber cuál será su trayectoria ese año y, de momento, sólo pueden dar probabilidades. Las posibilidades de que se produzca un impacto con la Tierra son muy bajas, aunque todavía no pueden descartar un choque.
En 2004, cuando se descubrió el asteroide, se calculó que había un 2,7% de posibilidades de un choque con la Tierra en 2029. Sin embargo, las mediciones que se llevaron a cabo posteriormente descartaron que pudiera producirse un impacto.
Cómo proteger la Tierra
Durante su aproximación a la Tierra, el pasado fin de semana, el telescopio Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) captó durante dos horas nuevas imágenes de ‘Apophis’, que han revelado que este cuerpo celeste es más grande de lo que se había calculado. Hasta ahora se pensaba que tenía 270 metros de diámetro . Según la ESA, tiene 325 metros, es decir, un 20% más.
Si un asteroide de ese tamaño impactara contra la Tierra, los daños que provocaría serían equivalentes a la explosión de 25.000 bombas atómicas como la de Hiroshima.
Afortunadamente, el impacto de objetos celestes de gran tamaño sobre la Tierra es un fenómeno muy poco frecuente, aunque representa una amenaza real para nuestro planeta. Lo saben bien los dinosaurios, que se extinguieron hace 65 millones de años debido a la caída de un gran meteorito.
Por ello, las agencias espaciales monitorizan de manera permanente el cosmos para localizar y hacer un seguimiento de los asteroides que podrían suponer un peligro para nuestro planeta.
‘Apophis’ se considera en la actualidad uno de los objetos más preocupantes a medio plazo, pues en 2029 y 2036 se producirán las siguientes aproximaciones a la Tierra. Aunque no chocara con la Tierra, podría provocar pérdidas económicas importantes si destruye los satélites que orbitan a miles de kilómetros de la Tierra.
Rusia es uno de los países más activos a la hora de preparar un plan ante la posible amenaza de ‘Apophis’. En los próximos años planea enviar un satélite a este asteroide para realizar un seguimiento más preciso de su trayectoria y también se ha planteado un aterrizaje en su superficie.
Por otro lado, la misión ‘Don Quijote’ de la ESA se centró en el estudio de ‘Apophis’ para desarrollar soluciones que permitieran desviar la trayectoria de un asteroide y evitar tanto un impacto contra la Tierra como daños a los satélites de comunicaciones.
La aproximación a la Tierra que ‘Apophis’ hará este miércoles será una buena ocasión para que los astrónomos evalúen mejor el riesgo que este objeto celeste supondrá en el futuro para nuestro planeta.
El próximo 15 de febrero, los astrónomos tendrán la ocasión de observar mucho más de cerca a otro asteroide. Se trata de ‘2012 D414’, un objeto celeste de 57 metros de diámetro que, según los cálculos de los científicos, se situará a tan sólo 34.500 kilómetros de distancia de nuestro planeta.
Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti
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