Un nuevo estudio sugiere que el calentamiento de los océanos podría causar que el eje de la Tierra se incline en el próximo siglo. El efecto antes se consideraba insignificante, pero los investigadores dicen ahora que el cambio va a ser tan grande que debe tenerse en cuenta al interpretar la forma en que la Tierra se va bamboleando al girar
La Tierra gira sobre un eje inclinado unos 23,5 º de la vertical. Pero esta posición está lejos de ser constante: el eje del planeta cambia constantemente en respuesta a cambios en la distribución de la masa en la Tierra. «La Tierra es como un trompo, y si se pone más masa en un lado u otro, el eje de rotación va a cambiar algo», dice Felix Landerer del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California.
Hace rato se sabe que los cambios climáticos mueven el eje de la Tierra. El polo norte del planeta, por ejemplo, está migrando hacia los 79 ° W —una línea de longitud, que corre a través de Toronto y Ciudad de Panamá— a una velocidad de unos 10 centímetros cada año, porque la Tierra va perdiendo las capas de hielo que se apoyaban sobre grandes franjas de América del Norte, Europa y Asia.
La afluencia de agua dulce desde las capas de hielo en disminución también hace que el planeta se incline de otro modo. Landerer y sus colegas estiman que la fusión del hielo de Groenlandia ya está causando que el eje de la Tierra se incline a una tasa anual de alrededor de 2,6 centímetros, y la tasa puede aumentar significativamente en los próximos años.
Ahora calculan que los océanos, calentados por el aumento de los gases de efecto invernadero, también pueden también causar que la Tierra se incline, una conclusión contraria a los modelos anteriores, que sugerían que el crecimiento de los océanos no produciría un gran cambio en la distribución de la masa de la Tierra.
Seguimiento de los niveles del mar
Los investigadores hicieron un modelo de los cambios que se producirían si las moderadas proyecciones hechas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático —una duplicación de los niveles de dióxido de carbono entre 2000 y 2100— se convirtiera en realidad.
El equipo obtuvo como resultado que a medida que los océanos se calientan y se expanden, más agua es empujada hacia arriba y sobre las zonas bajas de superfice que rodean de loss océanos de la Tierra. Durante el siglo que viene, se cree que este sutil efecto causará que el polo norte del eje de rotación de la Tierra se desplace aproximadamente 1,5 centímetros por año en la dirección de Alaska y Hawai.
El efecto es relativamente pequeño. «El polo no va a alejarse de una manera loca», señala Landerer, añadiendo que no debería inducir a una realimentaciónm desafortunada sobre el clima de la Tierra.
Pero dice que el movimiento es lo suficientemente grande para que se lo deba considerar al interpretar los cambios en el eje de la Tierra. Un seguimiento del movimiento de los polos podría ayudar a medir la cantidad total de la subida del nivel del mar durante décadas.
«Los océanos absorben al menos el 80 por ciento del calor que se agrega por los gases de efecto invernadero», le dijo Landerer a New Scientist. «Tienen una capacidad enorme de calor, por lo que el efecto estará allí por bastante tiempo.»
Giro más veloz
Maik Thomas, del Centro Alemán de Investigación de Geociencias de Potsdam, que no estuvo en este estudio, dice que el nuevo trabajo da un giro a las ideas anteriores. «Hasta ahora, la gente creía que las variaciones de nivel [a causa de los cambios de temperatura del océano] no contribuían al movimiento de los polos», dijo a New Scientist. «Este es un efecto que ahora tiene que ser considerado.»
Sin embargo, Thomas observa que es poco probable que el movimiento de los polos brinde una buena medida de la subida del nivel del mar, cuya señal puede ser difícil de separar de una serie de otros factores que contribuyen a los cambios en la inclinación de la Tierra, desde los movimientos de la corteza y manto terrestre a los efectos de periódicos de El Niño, una oscilación del sistema océano-atmósfera en el Pacífico.
Y el cambio climático también puede afectar a la rotación de la Tierra. Anteriormente, Landerer y sus colegas demostraron que el calentamiento global podría causar que la masa de la Tierra se redistribuyera hacia latitudes más altas. Debido a que esto lleva la masa más cerca del eje de rotación del planeta, provoca que éste gire más rápido, al igual que un patinador gira más rápido cuando pone los brazos junto a su cuerpo.
Publicación de referencia Geophysical Research Letters (en prensa)
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
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