La Estación Espacial Internacional (EEI) tiene una nueva «engawa», y ya está en funcionamiento
«Engawa» significa «porche» en japonés y, aunque parezca extraño que una estación espacial lo tenga, los investigadores habían estado esperando que lo agregaran desde hace mucho tiempo. El transbordador espacial Endeavour llevó esta plataforma de construcción japonesa a la EEI el 22 de julio y los astronautas la unieron al laboratorio científico de Japón, Kibo, al día siguiente. Ahora, cuando un experimento científico requiera de la exposición a una dosis alta de vacío o de radiación, se la puede producir «afuera, en el porche».
Y eso es sólo el comienzo.
«En la nueva Instalación Expuesta Japonesa (JEF, por su sigla en idioma inglés), los investigadores pueden llevar a cabo experimentos para ver el cosmos, la Tierra o el ambiente por donde viaja la EEI«, dice Julie Robinson, científica del Programa de la EEI en el Centro Espacial Johnson, de la NASA. «Además de parecer un porche, esta estructura tiene características particulares que la diferencian de otros puntos destinados a realizar experimentos expuestos al espacio, ubicados en otras partes de la estación».
Por ejemplo, la JEF cuenta con la posibilidad de controlar la temperatura. Al igual que los otros sitios destinados a experimentos en el exterior de la estación espacial, esta instalación posee una placa calentadora para el control térmico pero, a diferencia de las demás, la JEF incluye la modalidad de enfriamiento. Otra ventaja es que en los experimentos llevados a cabo en la JEF se puede hacer uso del brazo robot de Kibo.
«La belleza de esto es que la carga útil puede ser diseñada para que sea fácil de conectar», dice Robinson, «de tal forma que el brazo robot la puede instalar, sin necesidad de realizar una caminata espacial».
El 24 de julio, el brazo de Kibo descargó con destreza los dos primeros experimentos de la JEF desde la plataforma de carga útil del transbordador hasta el porche y los colocó en posición. Estos experimentos japoneses son: SEDA-AP, abreviatura en idioma inglés de Equipo de Adquisición de Datos del Medio Ambiente Espacial – Carga Útil Adjunta y MAXI,7 abreviatura en idioma inglés de Monitor de Imágenes de Todo el Cielo en Rayos X.
«Los sensores de SEDA-AP medirán el medio ambiente espacial relacionado con los neutrones, el plasma, los iones pesados, las partículas de luz de alta energía, el oxígeno atómico y el polvo cósmico en baja órbita terrestre», explica Robinson.
Con este experimento, los investigadores podrán poner a prueba el temple de los materiales y el equipo expuesto a la luz ultravioleta, a la radiación del espacio profundo y a las temperaturas extremas del espacio. SEDA-AP registrará la degradación del material para ayudar a los investigadores a escoger los materiales más resistentes con el fin de construir futuros instrumentos espaciales, equipos y vehículos.
Derecha: Una imagen generada por computadora del brazo robot de Kibo colocando afuera, «en el porche», el Equipo de Adquisición de Datos del Medio Ambiente Espacial – Carga Útil Adjunta.
MAXI es un dispositivo de rayos X que escanea todo el cielo y que posee cámaras de hendidura de rayos X que son súper-sensibles y que tienen el próposito de buscar continuamente estrellas en explosión, agujeros negros y otras fuentes cósmicas calientes de rayos X. La atmósfera terrestre absorbe los rayos X (afortunadamente para nosotros), así que los astrónomos tienen que colocar estos sensores en órbita.
«MAXI observará más de 1.000 diferentes fuentes de rayos X y cubrirá el cielo entero», relata Tai Nakamura, de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA, por su sigla en idioma inglés). Los datos que proporcione MAXI serán transmitidos por internet. Al detectar una fuente de rayos X, el sistema de comunicaciones de MAXI, en tierra, enviará alertas a los observadores de todo el mundo en apenas 30 segundos.
Estados Unidos tiene dos experimentos destinados para la JEF en este otoño (boreal): el Sistema de Detección Remota Ianosférica y Atmosférica (HREP-RAIDS, por su sigla en idioma inglés) y el Trazador de Imágenes Hiperespectrales para el Océano Costero (HREP-HICO, por su sigla en idioma inglés).
«El RAIDS nos brindará información sobre las capas superiores de la atmósfera terrestre, llamadas termósfera e ionósfera», dice Robinson. «Estas capas son de gran importancia ya que allí es donde orbitan muchas naves y satélites. De acuerdo con el Laboratorio de Investigaciones Navales, el RAIDS es el estudio más completo de la termósfera y la ionósfera que se haya realizado en 20 años».
Por su parte, HICO, también construido por el Laboratorio de Investigaciones Navales, es un trazador de imágenes hiperespectrales que se utiliza para confeccionar mapas de las áreas costeras. Esto simplemente significa que obtendrá información detallada de la luz reflejada desde estas regiones. Los sensores multiespectrales tradicionales, como el Landsat, acumulan la luz medida en sólo algunas cuantas bandas espectrales; los sensores hiperespectrales tienen cientos de dichas bandas.
Derecha: El Trazador de Imágenes Hiperespectrales para el Océano Costero (HICO, en idioma inglés) será instalado en el porche espacial este otoño (boreal).
«Los sensores hiperespectrales son como el Landsat pero con esteroides», dice Robinson. «Pero HICO es una unidad de prueba a la cual le falta la resolución espacial del Landsat. Trazadores de imágenes similares ya se han montado en aeronaves y otro trazador de imágenes hiperespectrales se encuentra colocado en el satélite Earth Observing-1 de la NASA como muestra tecnológica».
«La JEF nos ayudará a saber si HICO es viable para colocarlo en una plataforma satelital. El ‘porche’ es perfecto para poner a prueba tecnologías de imagen en el espacio antes de invertir en sofisticados sistemas ópticos para los instrumentos y colocarlos en los satélites. Si HICO tiene éxito y se desarrolla un trazador de imágenes operacional, dicho trazador podría proporcionar mapas sin precedentes de las características costeras».
La JEF puede albergar nueve diferentes experimentos al mismo tiempo y tiene espacio para equipos de comunicación, para almacenamiento y también para estacionar la plataforma expuesta-HTV japonesa.
Muchas nuevas e interesantes investigaciones se han planeado para llevar a cabo en la JEF. Manténgase en contacto con Ciencia@NASA para obtener más actualizaciones enviadas desde el porche.
Fuente: Ciencia@NASA. Aportado por Matías Buonfrate
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