Con el Gran colisionador de hadrones (LHC) aún en el taller de reparaciones, la carrera por encontrar el bosón de Higgs se ha puesto a más presión, gracias al más antiguo, y menos poderoso —pero que sigue funcionando— colisionador Tevatron, ubicado cerca de Chicago, EEUU
«Definitivamente, el Tevatron tiene una oportunidad», dice Greg Landsberg, de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, que trabaja en uno de los detectores del LHC.
Con el LHC por reiniciarse recién en noviembre en el CERN, cerca de Ginebra, Suiza, el Tevatron ha ido ganando terreno en la búsqueda del bosón de Higgs, una partícula que, se piensa, le daría masa a otras partículas elementales. En la conferencia «Leptón Photon» de la semana pasada en Hamburgo, Alemania, los físicos del Tevatron dijeron que a principios de 2011 habrán registrado suficientes datos para permitir ya sea encontrar, o descartar al bosón de Higgs, como lo predice el modelo estándar.
En el LHC tendrán que moverse para ponerse al día, y no será fácil. Si bien las energías mayores del LHC deberían producir más partículas de Higgs, también se impulsará la producción de otras partículas que pueden aparentar ser un Higgs, dice Gordon Kane, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor. Optar entre las dos detecciones requerirá una comprensión exacta de cómo están trabajando los detectores del LHC, algo que lleva tiempo desarrollar.
El LHC, sin embargo, podría convertirse en el primero en encontrar partículas de materia oscura, una búsqueda para la cual el Tevatron no es adecuado.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
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