Se trata de un sistema binario estelar, en que cada componente sorprendentemente posee su propio disco protoplanetario
Dos astrónomos de la Universidad de Hawaii en Manoa han estudiado un sistema binario de estrellas muy particular: cada una posee un disco de gas y polvo a su alrededor, que serían precursores de futuros sistemas planetarios. El científico Jonathan Williams y la estudiante de doctorado Rita Mann, han hecho la investigación observando en ondas submilimétricas con el Submillimeter Array (SMA) ubicado en Manua Kea.
El sistema binario, llamado 253-1536, es el primer ejemplo que se conoce de dos estrellas ópticamente visibles y resueltas, que poseen cada una su propio disco con masa suficiente para formar un sistema planetario como el nuestro. Las estrellas están a 1.300 años luz de la Tierra, en la nebulosa de Orión. Esta región es famosa por ser un ejemplo del ambiente común en que nacen estrellas en nuestra galaxia.
Uno de los discos captados está completamente opacado por la gran luminosidad de su estrella, mientras que el otro se encuentra más inclinado, por lo que se puede apreciar cómo tapa gran parte de la luz de la estrella que lo hospeda. Se tenían imágenes previas del objeto doble tomadas con el Telescopio espacial Hubble, pero las observaciones con el SMA ayudaron por fin a confirmar varias características físicas del sistema, incluyendo masas y capacidades de formación planetaria de los discos involucrados.
Según explica Mann, la observación con el instrumento de Manua Kea permitió ver con detalle el brillo del polvo de los discos, algo que no se pudo hacer con el telescopio espacial, que solamente captó sombras que fueron asociadas posteriormente a discos protoplanetarios.
Las dos estrellas de 253-1536 se encuentran a 400 unidades astronómicas entre sí (400 veces la distancia Tierra-Sol), y les toma cerca de 4.500 años en completar una órbita en torno a su centro común. Otra característica de estos cuerpos es que poseen poco más de 1/3 de la masa del Sol, y son más rojizas y frías que él.
Los discos estudiados por Williams y Mann son los más masivos descubiertos hasta ahora en la Nebulosa de Orión. La descripción y análisis de las propiedades de este tipo de objetos ayudarán a mejorar el entendimiento acerca de cómo se da la formación planetaria.
Fuente: Redastro. Aportado por Gustavo A. Courault
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