Desde un trozo de baguette que detuvo al experimento de física más importante del mundo a una ardua lista de cien ítems de salud para los aspirantes a astronautas de China, el mundo de la física ha tenido una considerable porción de historias sorprendentes este año. Aquí hay una selección del blog physicsworld.com
¿El muñeco de nieve más pequeño del mundo?
Con sólo la quinta parte del grosor de un cabello humano, éste debe ser un candidato muy firme al muñeco de nieve más pequeño del mundo. El creador del muchachito es David Cox, un ingeniero del Laboratorio Nacional de Física (NPL) del Reino Unido. En lugar de estar hecho de nieve, su cuerpo está formado por la soldadura de dos micropartículas de estaño, cada una de 10 micrones de diámetro, que normalmente se usan para calibrar los microscopios electrónicos.
Se utilizó un haz de iones para grabar los ojos y la boca en la micropartícula superior y la nariz está formada por una diminuta mota de platino. Cox hizo el muñeco de nieve durante una pausa en su trabajo de investigación en el grupo de detección cuántica del NPL. Según su página web, Cox disfruta haciendo objetos en nano-escala. «Supongo que nací para hacer cosas», escribe.
De baguettes a bosones
Todos conocemos el desastre de un electroimán del año pasado en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), pero en noviembre un objeto más mundano —un trozo de baguette— detuvo temporalmente el funcionamiento de la máquina. Según una nota publicada en las páginas de usuarios del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), se encontró el pan en una barra de distribución —una conexión eléctrica hecha de cobre que permite que el calor se disipe con mayor facilidad— en una de las ocho plantas criogénicas que están sobre el nivel del suelo y que ayudan a enfriar al LHC a una temperatura de 1,9 K.
El bien colocado trozo de baguette causó un cortocircuito en el equipo criogénico, que llevó a uno de los ocho sectores del anillo de 27 Km de largo del LHC a cerca de 10 K.
«La mejor suposición es que lo dejó caer un pájaro, eso o que cayó de un avión que pasaba», dijo un portavoz del CERN a The Times.
Una vez eliminado el elemento infractor, el sector afectado del LHC se enfrió de nuevo a 2,4 K y comenzaron las colisiones de protones a 450 GeV. Pero en otra vuelta de tuerca, James Gillies, director de comunicación del CERN, afirmó más tarde que el problema no fue causado por un pájaro que llevaba una baguette. «Por supuesto, no ocurrió nada de eso», dijo. Sin embargo, Gillies, que no estaba en el CERN en el momento del incidente, dice que es verdad que se encontraron «plumas y pan» en el lugar de la falla eléctrica. El misterio continúa.
El efecto Starkey
¿Podría ser que en cada gotita de agua hubiera una caricatura del nativo de Liverpool preferido por todos? Al tomar fotos de alta velocidad de gotitas de agua rebotando en la superficie de una hoja de loto, Chuan-Hua Chen y Jonathan Boreyko, de la Duke University de Carolina del Norte, obtuvieron imágenes de la gotita que tenían un asombroso parecido con una caricatura del baterista de los Beatles, Richard Starkey, más conocido como Ringo Starr.
Chen y Boreyko estudiaron una hoja vibrante de loto en el laboratorio usando imágenes microscópicas de alta velocidad, para tratar de entender cómo se las arregla la hoja para quitarse de encima tanta agua. Al hacerlo, les pareció capturar la imagen de Ringo Starr rebotando contra la hoja. Sin embargo, Boreyko le dijo a Physics World que la imagen probablemente era el reflejo de la lámpara utilizada como iluminación de fondo, con la bombita simulando la nariz y el faro, la cara.
Usando una fuente de luz más difusa, Boreyko ha conseguido borrar la cara de Ringo de la gotita. «Así que, lamentablemente, a menos que la cara de George Harrison empiece a aparecer en mis hojas de loto, pienso que hemos visto al último de los Beatles en mis fotografías», dice.
Todos al espacio
Con raps sobre el Gran Colisionador de Hadrones del CERN próximo a Ginebra, y sobre el Fermilab de Estados Unidos, sólo era cuestión de tiempo antes de escuchar una canción acerca del Año Internacional de la Astronomía (IYA), que se celebró este año.
Al entusiasta Michael Davis le tomó casi un año crear un video sobre astronomía titulado «Spaced out». El video, que dura cuatro minutos y medio, muestra a los astrónomos en un parque de Patoka Lake, en Indiana del Sur, EEUU, con diferentes telescopios —algunos bastante impresionantes— preparándose para una noche de observación de las estrellas.
La película también presenta clips más bizarros y peor compaginados, como una mujer patinando en los anillos de Saturno, o una persona montando un cometa. «Póngale una silla de montar a un cometa, dé un paseo hasta tirar de las riendas», canta Davis. Lo más divertido de una canción sobre ciencia es, por supuesto, la letra. La canción tiene algunas líneas pegadizas como «refracción, reflexión, conexión telescópica» y «el universo es tuyo, para que lo descubras, ve a observarlo, ve a descubrirlo».
Sin embargo, el estribillo es un poco cursi (y no demasiado imaginativo): «Año Internacional de la Astronomía dos mil nueve, Año Internacional de la Astronomía dos mil nueve», la repetición y el desvanecerse de a poco sobre el «nueve» le agregan una capa más de vulgaridad. (Pero si te gusta este coro, sólo tienes que acelerar hasta el final de la canción, donde se repite con bastante frecuencia).
«Al equipo del IYA2009 le encantó», dice Davis. «Querían un link al video en el sitio web principal del IYA2009». El popurrí de El Año Internacional de la Astronomía no es la primera canción de Davis sobre ciencia. Hizo un video acerca del mundo de los insectos titulado «No soy un aplastador de insectos». Tal vez pueda utilizarlo para promocionar el Año Internacional de la Biodiversidad, que se celebra en 2010.
Se buscan astronautas, pero sin olor corporal
Los astronautas están acostumbrados a seguir un entrenamiento riguroso para afrontar los desafíos físicos y mentales que implica el viajar por el espacio. Sin embargo, los astronautas chinos que esperan ser parte de la próxima tripulación espacial de su país tendrán que cumplir con una lista de cien arduos ítems de salud que pueden disminuir rápidamente el número de personas capaces de convertirse en «taikonautas».
Además de no tener antecedentes familiares de enfermedades graves, a los aspirantes a taikonautas no se les permite tener alergias a ninguna droga ni agujeros en los dientes. Mejor que lo olvide si tiene una nariz que moquea, olor corporal, mal aliento o cicatrices que podrían reventar en el espacio. Y, por si esta lista de comprobación no fuera lo suficientemente estricta, los aspirantes a taikonautas no llegarán a ningún lado a menos que obtengan el permiso de sus cónyuges.
¿Quién necesita talleres mecánicos en la Luna?
Si alguna vez se le rompió el auto a altas horas de la noche, el primer puerto a recalar es, por supuesto, el taller mecánico. De lo contrario, siempre le queda la alternativa de ensuciarse las manos y recurrir a su manual Haynes de confianza para obtener ayuda.
Haynes publica manuales aparentemente para cada marca y modelo de coche, moto o camión, pero, para conmemorar el 40º aniversario del primer alunizaje en julio, la compañía sacó un manual que contiene fotos e ilustraciones técnicas de la Apolo modelo 1969, incluyendo descripciones de los cohetes aceleradores Saturn V, del módulo de mando CM-107, del módulo de servicio SM-107 y del módulo lunar LM-5, dispositivos que llevaron a los astronautas a la superficie de la Luna y los trajeron de vuelta.
El manual también contiene las guías «Cómo funciona» y «Cómo volar» que proporcionan información acerca de los procedimientos de lanzamiento, vuelo y aterrizaje del módulo lunar, y hasta un instructivo para caminar sobre la Luna. Así que si una de las patas de aterrizaje se atora un poco, si la escotilla del módulo lunar se atasca o el filtro de dióxido de carbono se obstruye ¿quién necesita a las 400.000 personas que ayudaron a construir la Apolo 11? Simplemente, consiga el manual Haynes por sólo £17.99.
¿Seguro por seguridad?
«Si tienes algo que puede suceder y algo que no necesariamente ocurrirá, puede ser que pase o puede ser que no pase, así que… lo más probable sería 1 en 2.»
Esta no es la explicación más lúcida que hayamos oído sobre lo que significa una probabilidad del 50/50, especialmente viniendo de un profesor de física. Pero es la que dio Walter Wagner en una entrevista para la sátira política de la televisión estadounidense The Daily Show. Walter Wagner es el mismo que, por medio de infamias, promovió el año pasado un proceso federal en el tribunal de distrito de EEUU en Honolulu, para impedir la puesta en marcha del Gran Colisionador de Hadrones.
Emitido el 30 de abril, el episodio muestra al corresponsal del show, John Oliver, visitando el Laboratorio Europeo de Física de Partículas vecino a Ginebra, en un segmento hilarante de seis minutos de duración. La primera persona con la que Oliver se encuentra es con «el físico pionero de la partícula» John Ellis, quien, según Oliver, «es claramente un genio del mal a cargo de algo».
Oliver le hace la pregunta obvia: ¿El LHC destruirá al mundo? «Nadie con conocimientos de física o astrofísica piensa que haya el más mínimo peligro», contesta Ellis. Pie para la bizarra explicación de Wagner. Oliver recurre luego a Richard Breedon, otro físico de partículas del CERN. «Este lugar es perfectamente seguro» dice Breedon, mientras los dos están parados en la gigantesca caverna que aloja al detector CMS. «Entonces ¿por qué llevamos puestos los cascos protectores?», bromea Oliver. «Es seguro, em, por razones de seguridad», tropieza Breedon. «Jaque mate», dice la voz en off de Oliver.
Finalmente, Wagner y Oliver entran en un búnker, donde Oliver sugiere que, como el mundo está a punto de terminar, ellos pueden tratar de propagar la especie. «Vale la pena el intento», dice Oliver. «Hay un 50 por ciento de oportunidad de que funcione».
Juego, set y partido.
Llamando a todos los lanzadores de pizza
Aquí hay un candidato para un futuro premio Ig Nobel. En Abril, tres físicos de la Monash University de Australia estudiaron imágenes de un chef profesional para calcular la mecánica de lanzamiento de la pizza perfecta. ¿El resultado? Su primer lanzamiento debería hacer que la masa siga un movimiento helicoidal o espiral, ya que este movimiento maximiza la eficiencia energética y la velocidad de rotación de la masa en el aire.
Los lanzamientos siguientes deberían darle a la masa un movimiento semi-elíptico, de manera tal que el disco vuele por el aire en ángulo en lugar de volar en forma plana. Esto hace que sea más fácil mantener la alta velocidad de rotación de la masa.
Kuang-Chen Liu y sus colegas dicen que su investigación puede ser útil para que los ingenieros mejoren la eficiencia de micromáquinas como el diseño de motores ultrasónicos de ondas estacionarias, cuyas aplicaciones incluyen las lentes de enfoque automático de las cámaras fotográficas. ¿Quién lo hubiera pensado?
Ciertamente, puede esperar mucho más de lo mismo el año que viene. Nos vemos en 2010.
Acerca del autor
Michael Banks es el editor de noticias de Physics World
Fuente: Physics World. Aportado por Silvia Angiola