Imágenes del telescopio Herschel esclarecen la estructura del sistema planetario de Tau Ceti

La estrella Tau Ceti, a tan solo 12 años luz de la Tierra, se parece tanto al Sol que varios relatos de ciencia ficción se han referido a ella. También fue la primera donde, hace ya medio siglo, se buscaron señales de vida inteligente. Su interés aumentó en 2012, cuando los astrónomos hallaron indicios de que cinco posibles planetas algo mayores que la Tierra podrían estar orbitando alrededor del astro a una distancia menor de la que separa a Marte del Sol; uno de ellos, de hecho, parecía encontrarse en la zona habitable

Hace poco, unas imágenes infrarrojas captadas por el observatorio espacial Herschel han esclarecido aún más la estructura del sistema planetario de Tau Ceti, al mostrar con mayor detalle su cinturón de polvo.

El polvo se crea en las colisiones entre asteroides y cometas, por lo que su localización revela las órbitas de estos objetos, demasiado pequeños para verlos por medios directos. Según explica Samantha Lawler, de la Universidad de Victoria en la Columbia Británica, el cinturón de polvo de Tau Ceti cuenta con una gran extensión.

El pasado mes de noviembre, el grupo de investigación de Lawler comunicó que el borde interior del cinturón se encontraría a unas dos o tres unidades astronómicas (UA) de la estrella; es decir, a la misma distancia que la que media entre el Sol y nuestro cinturón de asteroides. El polvo de Tau Ceti se extiende hasta las 55 UA. Trasladada al Sistema Solar, esa distancia abarcaría hasta un poco más allá del cinturón de Edgeworth-Kuiper: el inmenso anillo exterior de objetos pequeños entre los que destacan Plutón y otros planetas enanos. Cabe suponer que el cinturón de polvo de Tau Ceti bulle con asteroides y cometas; sin embargo, Lawler considera muy poco probable que incluya un planeta tan grande como Júpiter, ya que la gravedad de un objeto semejante habría expelido la mayor parte de las rocas de poco tamaño.

 

 

De aquí a un año, la red de radiotelescopios ALMA, en Chile, proporcionará una vista más nítida del disco de Tau Ceti, sobre todo de su borde interior. Esas imágenes servirán para deducir si los cinco supuestos planetas son reales o no: si el disco se solapa con sus presuntas órbitas, lo más probable será que no existan, ya que en caso de estar allí habrían limpiado la zona de asteroides y polvo.

Si se confirmase la existencia de esos planetas, el grupo de Lawler cree que el sistema de Tau Ceti vendría a ser una especie de sistema solar sin los cuatro planetas gigantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno): con algunos planetas menores cercanos a la estrella y, más allá, solo asteroides, cometas y polvo.

Fuente: Scientific American. Aportado por Eduardo J. Carletti

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