Un equipo de investigadores que trabajan con datos del observatorio Integral de rayos gamma de la ESA ha desmentido la teoría que dice que alguna forma de materia oscura explica la misteriosa radiación en la Vía Láctea
Se sabe que existe esta radiación desde la década del 70, se han propuesto y varias teorías para explicarla. La resolución espacial y espectral sin precedentes de Integral demostró firmemente que esta radiación tiene un fuerte pico hacia el centro de la Galaxia, con una asimetría a lo largo del disco galáctico.
Varios investigadores habían invocado a una variedad de la materia oscura para explicar las observaciones de Integral. Se cree que existen una materia oscura en todo el Universo, una materia indetectable que difiere del material normal de compone las estrellas, los planetas y a nosotros. También se cree que está presente dentro y alrededor de la Vía Láctea, en forma de un halo.
El reciente estudio ha encontrado que los «positrones» que alimentan la radiación no son producidos por materia oscura, sino de una manera completamente distinta, y mucho menos misteriosa: estrellas masivas explotan y dejan atrás los elementos radiactivos que se desintegran en partículas más ligeras, incluidos los positrones, la homólogos de antimateria de los electrones.
El razonamiento detrás de la hipótesis original era que los positrones, al estar cargados eléctricamente, se verían afectados por los campos magnéticos y, por lo tanto, no serían capaces de llegar muy lejos. Como se ha observado la radiación en lugares que no corresponden con la distribución conocida de las estrellas, se invocó a la materia oscura como un origen alternativo de los positrones.
Pero el reciente descubrimiento de un equipo de astrónomos, dirigido por Richard Lingenfelter en la Universidad de California en San Diego, demuestra lo contrario. Los astrónomos indican que los positrones se forman por la desintegración radiactiva de los elementos que quedan luego de las explosiones de estrellas masivas, de hecho, son capaces de recorrer grandes distancias, y muchos llegan a abandonar el delgado disco galáctico.
Teniendo esto en cuenta, ya no es necesaria la materia oscura para explicar lo que observó Integral. Una mejor comprensión de cómo se comportan los positrones explica la misteriosa radiación en nuestra galaxia.
Fuente: ESA. Aportado por Eduardo J. Carletti
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