Planck está equipado con un sistema de enfriado pasivo que baja su temperatura a unos -230° C por la emisión de calor al espacio
En la noche del 2 de julio, los detectores del Instrumento de Alta Frecuencia de la nave espacial Planck alcanzaron su extraordinaria temperatura de operaciones de -273,05°C, lo que los convierte en los objetos más fríos conocidos del espacio.
La nave espacial también ha entrado en su órbita final alrededor del segundo punto de Lagrange del sistema Sol-Tierra.
Planck está equipado con un sistema de enfriado pasivo que baja su temperatura a unos -230° C por la emisión de calor al espacio.
Tres enfriadores activos empiezan a funcionar a partir de este punto para bajar la temperatura aún más a unos increíbles -273,05° C, solo 0,1° C por encima del cero absoluto, la temperatura más fría posible teóricamente en nuestro Universo.
Esta temperatura es necesaria para que los detectores de Planck puedan, midiendo su temperatura, estudiar la radiación de fondo de microondas( Cosmic Microwave Background, CMB), la primera luz liberada en el Universo sólo 380.000 años después del Big Bang.
Los detectores buscarán variaciones de temperatura en el fondo de microondas en el orden de un millón de veces menores a un grado, lo que es comparable a medir desde la Tierra la temperatura de un conejo ubicado en la Luna. Por esta razón los detectores deben ser enfriados a una temperatura cercana al cero absoluto (–273,15° C, o cero Kelvin).
Fuente: ESA. Aportado por Eduardo J. Carletti
Más información: