Lecturas para ciegos: Carta Abierta a la OMPI y a sus Países Miembros

Carta Abierta a la OMPI y a sus Países Miembros sobre la propuesta de la Unión Mundial de Ciegos para un Tratado de la OMPI relativo a los ciegos, las personas con deficiencias visuales y otras discapacidades para la lectura

A la atención de:

Director General
Dr. Francis Gurry
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI)
Ginebra, Suiza

Y

Los Países Miembros de la OMPI

Diciembre 2009

Apreciado Director General de la OMPI y representantes de los Países Miembros,

Los escritores y periodistas abajo firmantes le escribimos para solicitarles que apoyen la propuesta de la Unión Mundial de Ciegos en cuanto a iniciar discusiones en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual sobre un Tratado para mejorar el acceso a libros en formatos accesibles para ciegos, personas con deficiencias visuales y otras discapacidades para la lectura.

Las personas ciegas, con deficiencias visuales y otras discapacidades para la lectura se enfrentan a numerosas barreras para poder acceder al conocimiento y disfrutar de la lectura. Las nuevas tecnologías han abierto un abanico de posibilidades para mejorar su situación pero actualmente menos de un 5% de los libros publicados son accesibles para las personas con discapacidades. Esta cifra representa sobre todo libros escritos en inglés, gracias a instituciones de países con fuertes recursos económicos. Pero el numero de libros disponibles para personas de habla hispana que viven en países en desarrollo es desgraciadamente mucho menor.

En un mundo ideal, las editoriales y autores proporcionarían versiones accesibles que permitieran su lectura por cualquier ciudadano y les darian autorización para circular entre países. De este modo, no seria necesario duplicar recursos en la adaptación de una misma obra para lectores de dos países que compartan un mismo idioma. En la práctica, esto ocurre en muy raras ocasiones y la mayoría de libros son adaptados a formatos accesibles por organizaciones de ayuda a los discapacitados que invierten sus pocos recursos en cada adaptación local, amparándose jurídicamente en excepciones nacionales a los derechos de autor.

Hay actualmente más de 150 países que no cuentan con excepciones a los derechos de autor para beneficiar a personas ciegas, con deficiencias visuales y con otras discapacidades para la lectura. Cuando estas excepciones nacionales existen, suelen ser bastante restrictivas en cuanto a formatos y beneficiarios, varían considerablemente de país a país, y no solucionan las incertidumbres legales de quienes quieren intercambiar o ceder estos libros accesibles a organizaciones o personas que se encuentran en otro país. De esta manera, se duplican esfuerzos y se gastan innecesariamente recursos que son por cierto muy escasos en los países en desarrollo.

La Unión Mundial de Ciegos lleva muchos años solicitando un marco jurídico internacional que posibilite la creación de plataformas globales para facilitar la adaptación y distribución de libros en formatos accesibles. La propuesta de tratado para la OMPI armonizaría una norma mínima mundial para las limitaciones y excepciones en beneficio de los ciegos y las personas con deficiencias visuales y otras discapacidades para la lectura, y permitiría la importación y exportación de obras en formatos accesibles.

Existen aproximadamente 180 millones de personas ciegas o con discapacidad visual en el mundo y la Organización Mundial de la Salud estima que el 90% de ellas, con viven en países en desarrollo y están intentando incorporarse plenamente a la sociedad y tener acceso al conocimiento escrito.

Como escritores y autores, deseamos que esos 180 millones de personas que no pueden leer textos escritos en el mundo tengan acceso a nuestros libros y escritos en las mismas condiciones que las personas que no sufren discapacidades. Si se aprobara la propuesta de la Unión Mundial de Ciegos en la OMPI, las condiciones de vida de estas personas mejorarían sustancialmente y se facilitaría el acceso a la lectura en condiciones de igualdad. Esta es una cuestión de derechos humanos que no debe ser ignorada por la OMPI ni sus Estados Miembros.

Nos despedimos atentamente, reiterando nuestra petición de que consideren esta propuesta con la mayor urgencia posible.

Ana María Shua, escritora – Argentina
Abelardo Castillo, Escritor – Argentina
Silvia Iparraguirre, escritora – Argentina

Fuente: Aportado por Eduardo J. Carletti