La NASA se prepara para realizar una serie de largas y complicadas maniobras con el fin de liberar al vehículo explorador Spirit de una trampa de arena en la que lleva atascado varios meses
El lunes, la NASA comenzó a transmitir órdenes a su vehículo de exploración de Marte, Spirit (Espíritu), y lo hace como parte de un plan destinado a liberar al venerable robot de su trampa de arena marciana.
«Este va a ser un proceso largo, y hay una gran probabilidad de que los intentos para liberar al Spirit no sean exitosos», advierte Doug McCuistion, director del Programa de Exploración de Marte, en las Oficinas Centrales de la NASA, en Washington.
El explorador Spirit se atascó en un sitio que los científicos llaman «Troya», el 23 de abril de 2009. El vehículo se desplazaba hacia atrás y arrastraba su rueda frontal derecha (que no funcionaba), cuando las otras ruedas se hundieron luego de romper un trozo de material de corteza de la superficie que cubría un banco de resbalosa arena. Después de unos cuantos intentos de sacar al Spirit de allí, el vehículo explorador comenzó a hundirse cada vez más en la trampa de arena. Se suspendió el manejo del vehículo para dar tiempo a la realización de pruebas y revisiones de posibles estrategias de escape.
Los datos demuestran que el Spirit está montado a horcajadas en la orilla de un cráter de 8 metros (26 pies) de ancho, que hace mucho tiempo se había llenado de arena compuesta de sulfatos, producida en un ambiente con agua caliente o vapor: ver mapa. Los depósitos en el cráter formaron distintas capas con diferentes composiciones y coloraciones y al final se cubrieron con una corteza quebradiza que se rompió debido al peso de las ruedas del Spirit. Los ingenieros han ya trazado una ruta para escapar de Troya. Dicha ruta lleva a una leve pendiente ubicada fuera del cráter.
«Nuestros preparativos para reiniciar el avance han sido grandes y minuciosos», dijo John Callas, gerente del proyecto de los vehículos exploradores Spirit y Opportunity (Oportunidad), en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California. «Hemos usado dos vehículos de prueba diferentes aquí en la Tierra, en condiciones diseñadas para simular lo mejor posible la situación en la que se encuentra el Spirit. Sin embargo, las pruebas en la Tierra no pueden replicar de manera exacta las condiciones que hay en Troya».
Tomando como base las pruebas hechas aquí en la Tierra, los investigadores esperan que el proceso de extracción sea largo y que el resultado sea incierto. «Después de las primeras semanas de intentos, no es muy probable que sepamos si el Spirit podrá liberarse por su cuenta», indica McCuistion.
El Spirit tiene seis ruedas para desplazarse por el Planeta Rojo. Las primeras órdenes le indicarán que haga rodar hacia adelante sus cinco ruedas en funcionamiento (aproximadamente seis vueltas). Los ingenieros anticipan que las ruedas se resbalarán mucho y que el vehículo se moverá hacia adelante, con progreso apenas perceptible en su primer intento.
El Spirit enviará al día siguiente los datos de su primer intento de avance. Los resultados serán analizados antes de que los ingenieros desarrollen y envíen instrucciones para un segundo intento. Usando resultados de instrucciones dadas con anterioridad, los ingenieros planean continuar con los esfuerzos para lograr la liberación hasta principios de 2010.
«La movilidad en Marte es dificultosa y, cualquiera sea el resultado, se aprenderán valiosas lecciones del trabajo llevado a cabo para liberar al Spirit que mejorarán nuestro conocimiento sobre cómo analizar el terreno marciano y dirigir a otros vehículos exploradores en el futuro», dijo McCuisition.
Incluso si el Spirit se queda donde está, podría seguir haciendo descubrimientos importantes sobre Marte. La «trampa de arena» resulta ser una región de gran interés científico.
«Los suaves materiales que fueron removidos por las ruedas del Spirit tienen el más alto contenido de azufre que se haya medido en Marte hasta la fecha», dice Ray Arvidson, quien es científico de la Universidad de Washington, en St. Louis, y también es el investigador principal adjunto de la carga científica de los vehículos Spirit y Opportunity. «Estamos aprovechando su ubicación fija para realizar mediciones detalladas de estos interesantes materiales». El trabajo que llevó a cabo el explorador en Troya incrementa la calidad de sus descubrimientos anteriores e indica que el antiguo Marte tenía manantiales calientes y respiraderos de vapor, los cuales podrían ser hábitats propicios para la vida.
El vehículo Spirit y su hermano gemelo llegaron a Marte en enero de 2004. Han explorado Marte durante cinco años, excediendo así en gran medida su misión original de 90 días. El vehículo Opportunity actualmente se dirige hacia un enorme cráter llamado Endeavor.
Fuente: NASA. Aportado por Eduardo J. Carletti