El lago Natrón de Tanzania es tan alcalino que mata y conserva de un modo extraño todo lo que toca
El lago Natrón de Tanzania toma su nombre de la combinación natural de los productos químicos que contiene: principalmente carbonato sódico decahidrato (carbonato de sodio) y bicarbonato de sodio. El lago es alimentado por aguas termales y por un río, pero no tiene salida de agua, excepto por evaporación.
Como resultado de ello, las cáusticas aguas producen mortales resultados.
Pigargo vocinglero calcificado (águila de la especie Haliaeetus vocifer, Fish Eagle en inglés)
Puede parecer que esta ave se agarró de la mano helada de la muerte, pero los científicos explicarán que en realidad fue calcificada en las aguas de cáusticos de Lago Natrón de Tanzania.
Las espeluznates fotos en blanco y negro del fotógrafo Nick Brandt permiten ambas interpretaciones.
«Encontré inesperadamente las criaturas —todo tipo de aves y murciélagos— arrojados a lo largo de la costa del Lago Natron en el norte de Tanzania. No se sabe a ciencia cierta exactamente cuál fue la forma en que murieron, pero parece que la naturaleza reflectiva extrema de la superficie del lago los confunde, y las aves se estrellan en el lago tal como se estrellan en las ventanas de vidrio».
«El agua tiene un alto contenido de sal y sodio, tan alto que desprendería la tinta de mis cajas de películas Kodak en unos pocos segundos. El sodio y la sal hacen que las criaturas se calcifiquen, perfectamente conservadas, cuando se secan», escribe Brandt en su nuevo libro de fotos de la tierra devastada.
Para dar a estas criaturas, obviamente sin vida, un aire de reanimación, Brandt las recogió de la costa y las encaramó en sus poses anteriores a la muerte.
Murciélado calcificado
Las aguas del lago se pueden alcanzar temperaturas de hasta 49 grados celsius. Durante los períodos de sequía, el pH puede elevarse a 10,5, apenas por debajo de la alcalinidad del amoníaco. A veces la proporción de mineral en el agua es tan alta que el agua se convierte en casi espesa al tacto.
Ave cantora calcificada
Pocos seres vivos pueden sobrevivir a estas aguas súper saladas, con la excepción de algunas cianobacterias de color rojo (un tipo de alga azul-verde) que dan al lago una apariencia de color rojizo desde el espacio.
Una sola especie de pez endémico puede prosperar en este corrosivo ambiente: Alcolapia latilabris.
Flamenco calcificado
Los flamencos enanos aprovechan el inhóspito ambiente como un lugar de alimentación. Se alimentan de las algas verde-azules en el lago y anidan en las islas de sal evaporada, o incluso a lo largo de las costas, saladas y secas. Les resulta un lugar tan bueno para anidar, de hecho, que este lago es la única área en la que se reproducen estos 2,5 millones de aves.
No hay necesidad de temer a los depredadores porque no hay ninguno. Pero las propias aguas salinas pueden resultar mortales si los pájaros no son cuidadosos.
El flamenco enano está clasificado ahora como «casi amenazado» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Golondrina calcificada
El volcán Gelai está ubicado sienta en la costa sureste del lago de 35 kilómetros, que se eleva 9.652 metros sobre las cáusticas aguas.
Debido a su ecosistema único, la cuenca del Lago Natrón está en la Lista Ramsar de Humedales de Importancia Internacional. Junto con la importancia de la región para las aves y otras especies están las amenazas por el desarrollo económico que se planea. Estas amenazas incluyen una planta propuesta de energía hidroeléctrica en el río Ewaso Ngiro, justo en la frontera con Kenia, y una fábrica para procesar el carbonato de sodio desde el propio lago.
Paloma calcificada
Hoy en día los pueblos nómadas a veces pastorean el ganado a través de la región, pero las personas no viven en la cuenca del lago Natrón. El lago existente hoy es un remanente venenosamente concentrado de lo que solía ser un enorme lago de agua dulce hace 5.000 a 6.000 años.
Incluso más atrás en el pasado la gente no vivía en esta zona. El lado oeste del lago es el lugar donde descansaban los restos del Australopithecus boisei, primitivos homínidos de África oriental, cuya mandíbula y dentadura completa, de 1,75 millones de años de edad, se encontró aquí en 1959. Sus huesos secos no son diferentes a los restos calcificados de aves de Brandt.
Fuente: Discover Magazine. Aportado por Eduardo J. Carletti