Para localizar alienígenas, sigamos la pista de la contaminación

¿Los extraterrestres contaminan sus planetas? Esperemos que lo hagan, ya que esto nos ofrecería una manera prometedora de detectar dónde viven

El ruido radioeléctrico puede tener una vida demasiado breve para ayudarnos a encontrar a los extraterrestres, si nos guiamos por nuestra propia actividad. Durante la mayor parte del siglo 20, gran parte de la energía de nuestras antenas de transmisión de televisión se filtró al espacio. Más recientemente, se comenzó a suplantar estas emisiones por satélites cuyo haz de transmisión apunta hacia el suelo, además de transportarlas por cable. Los alienígenas curiosos en busca de signos de vida inteligente en la Tierra muy pronto tendrán que buscar en otra parte.

La contaminación lumínica de las ciudades todavía nos muestra a la distancia. «Observada a distancias interestelares, revelaría al observador la presencia de una tecnología», dice un equipo de astrónomos dirigido por Jean Schneider, del Observatorio de París en Meudon, Francia. En un artículo publicado en Astrobiology, sugieren que debemos buscar un brillo similar en los planetas alienígenas.

Incluso si toda la electricidad que generamos se utilizara para producir luz, aún sería miles de veces más débil que el brillo de la luz solar reflejada en la superficie de la Tierra. Aún emitiendo esa enorme cantidad de luz artificial, para detectar de manera fiable en un planeta que orbita una estrella relativamente cercana, por ejemplo a 15 años luz de distancia, se necesitaría un conjunto de telescopios con una superficie combinada de captación de luz de 1,5 kilómetros cuadrados, calcula el equipo de Schneider.

Nuestra presencia en la Tierra también deja otros rastros, que se podía observar desde lejos. Los productos químicos conocidos como CFC absorben fuertemente la luz infrarroja en longitudes de onda características, lo que los hace detectables en la atmósfera, incluso cuando si presentes en concentraciones de sólo unas partes por billón. Los CFC no se forman de manera natural, por lo que su detección en un mundo que orbita otra estrella sería una buena muestra de tecnología alienígena.

«Los CFC son una idea muy interesante para buscar civilizaciones avanzadas», concuerda Lisa Kaltenegger de la Universidad de Harvard. Pero sería necesario un telescopio excepcionalmente sensible para recoger estas señales, más sensible aún que el Terrestrial Planet Finder de la NASA y la misión Darwin de la Agencia Espacial Europea, que son los telescopios espaciales más ambiciosos que se están preparando. Kaltenegger dijo que podría ser factible «en un futuro lejano, con una flotilla de telescopios de infrarrojos en el espacio».

Por supuesto, no hay garantía de que las civilizaciones extraterrestres hayan arrojado CFC en la atmósfera de su planeta. Los CFC han hecho daño a la capa de ozono de la Tierra en las pocas décadas en que se han utilizado, lo que llevó a una prohibición mundial de su fabricación, por eso están desapareciendo lentamente de nuestra atmósfera. «¿Cometerán todas las civilizaciones inteligentes los mismos errores?», se pregunta Kaltenegger.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti