Pedro Andreu gana el I Certamen Internacional de Novela Fantástica con la obra titulada El secadero de iguanas
El jurado, compuesto por doctores, profesores, investigadores, escritores y críticos literarios cercanos al mundo de la literatura en la Universidad de Madrid, País Vasco y Valencia, en España, así como por los colaboradores habituales de la editorial —Antonio Ballesteros, M. Simonson, R. M. Gilete, Mariano Villarreal, Garikoitz Knörr y Juan Ramón Montero— ha decidido premiar la obra de Pedro Andreu, que será publicada en el sello Los Sueños del Espantapájaros del grupo PortalEditions.
Frente a un motel de carretera perdido en un desierto pedregoso, se extiende un erial conocido como «El secadero» donde los lagartos más viejos, bajo la atenta mirada de los espantapájaros, se acercan cada año a dejarse morir. Allí converge un puñado de personajes que se ven enfrentados a un destino aciago. Una extraña epidemia asola el planeta y los abandona a su suerte en el motel, donde se enfrentarán a situaciones límite y adversas que les obligarán a madurar como personas y harán aflorar sus instintos más bajos o los comportamientos más humanos. ¿Cómo podrán sobrevivir a las terribles tormentas de arena de cada final de verano sin agua corriente ni electricidad? ¿Tendrán algo que ver los djin del desierto (si es que existen siquiera) con la pandemia exterminadora? ¿Qué papel desempeña en toda esta historia la familia de gitanos errantes que acampa en el secadero? ¿Qué arrastra hasta el secadero a los lagartos?
Todas estas preguntas y muchas más obtienen respuesta en El secadero de iguanas, una novela fantástica con una estructura clásica y un tono mítico y rudo al mismo tiempo. Una novela que trata de arrastrar al lector, con su ritmo frenético y su lenguaje austero, desde la primera frase.
Pedro Andreu nace en Palma en 1976. A la edad de dieciocho años, se autopublica la plaquette Mar de Plomo (Ediciones Subterráneas. Palma, 1995) y participa en la creación y dirección de la revista literaria universitaria El Arte de Marear. Cursa Hispánicas, pero pronto abandona los estudios para darse a la calle y la libre pobreza. En 1998 queda finalista del Primer Concurso Internacional de Poesía Joven Antonio Carvajal, organizado por Hiperión, aunque no ve publicada su obra. Ese mismo año comienza su fraternal colaboración con el colectivo Comerciantes de Nubes, en cuya revista, Les màquines de Leonardo, se le dedican dos números: Poesía (1998) y De amor, anemia y cambalache (2002). En 1999 fija por año y medio su residencia en Sudamérica, donde participa en los recitales Asunción despierta año 000 y en el Encuentro poético Alejandra Pizarnik y donde también publica algunos poemas y cuentos en diversas revistas universitarias y en el fanzine literario El ombligo del mundo. En el año 2001, ya en España y mal dejado a la bohemia, gana el XII Premio Nacional de Poesía Bias de Otero con Partida entre canallas (Colección Julio Nombela, Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Madrid, 2001). Desde entonces ha colaborado con poemas en diversas revistas literarias, como Marginalia (Buenos Aires), La Hamaca de Lona (Madrid), Alhucema (Granada) o Voces (Asunción); y ha aparecido en las antologías La casa del poeta (Editorial Sloper. Palma, 2007), Trentacuentos (Casabierta Editorial. Palma, 2008) y 20 años del premio Blas de Otero (Colección Julio Nombela. Madrid, 2009). Su último poemario publicado se titula Anatomía de un ángel hembra (Casabierta Editorial. Palma, 2008).
Fuente: gacetilla. Aportado por Eduardo J. Carletti