Supernova gigante es la más lejana que se conoce hasta ahora

Cosmólogos de UC Irvine han descubierto las dos supernovas más alejadas de todas las detectadas hasta ahora, utilizando una nueva técnica que podría ayudar a encontrar otras estrellas agonizantes en los confines del universo

Este método tiene el potencial de permitir a los astrónomos estudiar algunas de las primeras supernovas del universo y permitirá avances en la comprensión de cómo se forman las galaxias, cómo cambian con el tiempo y cómo se formó la Tierra.

Eta Carinae, una estrella en la Vía Láctea a 7.500 años luz de la Tierra,
se convertirá en una supernova similar a las que detectaron Jeff Cooke
y sus colegas. En contraste, los nuevos hallazgos están a más de un
millón de veces más lejos

«Cuando las estrellas explotan, expulsan materia al espacio. Eventualmente la gravedad hace colapsar la materia en una nueva estrella, que podría tener planetas a su alrededor como la Tierra», comenta Jeff Cooke, que publica sus resultados en la edición del 9 de julio de la revista Nature.

Los estallidos de supernova que hallaron Cooke y sus colaboradores se produjeron hace 11.000 millones de años. La supernova que sigue en distancia se produjo hace unos 6.000 millones de años.

Una supernova se produce cuando una estrella de gran masa (más de ocho veces ka masa del Sol) ternina su vida en una poderosa explosión. Cooke estudia estrellas mayores (50 a 100 veces la masa del Sol) que despiden parte de su masa hacia los alrededores al morir. Luego de que explotan, la materia cercana brilla con fuerza durante años.

Típicamente, los cosmólogos encuentran supernovas comparando imágenes tomados en diferentes fechas de la misma porción del cielo, para buscar diferencias. Cualquier punto de luz nuevo indica una supernova.

Cooke trabaja en base a esta idea. Se mezclan las imágenes tomadas en el curso de un año y se las compara con las compilaciones de imágenes de otros años.

«Si la pila de imágenes en grande, entonces se puede llegar más profundo y ver objetos débiles», dice Cooke. «Es como fotografía, cuando se abre el obturador por un largo tiempo. Recibirá más luz durante un tiempo de exposición».

Al hacer esto con las imágenes del Telescopio Canadá-Francia-Hawaii en Hawaii, Cooke encontró cuatro objetos que parecían ser supernovas. Usó el telescopio Keck para mirar más de cerca el espectro de la luz emitido de cada objeto y confirmó que efectivamente eran supernovas.

«El universo tiene 13.700 millones de años, por lo que realmente estamos viendo algunas de las primeras estrellas que se formaron», dice Cooke.

Cooke y otros científicos del Centro de Cosmología del UCI descubrieron el año pasado un grupo de galaxias en una fase muy temprana de formación que se produjeron 11.400 millones de años atrás, las más lejanas de su tipo jamás detectadas. El proto-grupo de galaxias, llamado LBG-2377, está aportando a los cosmólogos conocimientos sin precedentes en la formación de galaxias y la evolución del universo.

Los científicos del UCI Elizabeth Barton, James Bullock y Erik Tollerud, junto con Mark Sullivan de la Universidad de Oxford, Avishay Gal-Yam de la Benoziyo Center for Astrophysics en Israel, y Ray Carlberg, de la Universidad de Toronto, también contribuyeron al estudio de la supernova.

La investigación fue financiada por la National Science Foundation y generosas donaciones de Gary McCue al Centro de Cosmología.

Fuente: UV. Aportado por Eduardo J. Carletti

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