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El 19 de octubre de 2014, el cometa Siding Spring pasará a apenas 132.000 kilómetros de distancia de Marte

El cometa Siding Spring pasará a lo que equivaldría a que un cometa pase a alrededor de 1/3 de la distancia que hay entre la Tierra y la Luna

El núcleo del cometa no golpeará a Marte, pero podría haber una clase de colisión diferente.

“Esperamos presenciar la colisión de dos atmósferas”, explica David Brain, del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (Laboratory for Atmospheric and Space Physics o LASP, por su acrónimo en idioma inglés), de la Universidad de Colorado. “¡Este es un evento que ocurre una sola vez en la vida!”

Todos sabemos que los planetas tienen atmósfera. Pero lo que no se conoce tanto es que los cometas también la tienen. La atmósfera de un cometa, llamada “coma”, está compuesta de gas y polvo que emanan del núcleo que el Sol calienta. La atmósfera de un cometa típico es más ancha que Júpiter.

“Es posible”, dice Brain, “que la atmósfera del cometa interaccione con la atmósfera de Marte. Esto podría provocar algunos efectos para destacar, incluyendo a las auroras marcianas”.

El momento no podría ser mejor. Precisamente el año pasado, la NASA lanzó una nave espacial llamada MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution, en idioma inglés, o Atmósfera de Marte y Evolución de Materiales Volátiles, en idioma español) con el propósito de estudiar la atmósfera superior de Marte. La nave arribó al Planeta Rojo en septiembre de 2014, apenas un mes antes que el cometa.

MAVEN se encuentra trabajando en una misión destinada a resolver un misterio de larga data: ¿Qué sucedió con la atmósfera de Marte? Hace miles de millones de años, Marte tenía una atmósfera considerable que envolvía al planeta y mantenía a Marte caliente, con agua líquida en su superficie. En la actualidad, solamente queda un escaso velo de CO2 y el planeta que yace debajo de él está más frío y más seco que cualquier desierto sobre la Tierra. Las teorías para esta catástrofe planetaria se centran en la erosión de la atmósfera debido al viento solar.

“El objetivo de la misión MAVEN es entender cómo los estímulos externos afectan la atmósfera de Marte”, dice Bruce Jakosky, quien es el investigador principal de MAVEN, en el LASP. “Por supuesto que cuando planeamos la misión pensamos en el Sol y en el viento solar. Pero el cometa Siding Spring representa una oportunidad para observar un experimento natural, en el cual se aplica una alteración y podemos ver la respuesta”.

Brain, que es miembro del equipo científico de MAVEN, considera que el cometa podría dar lugar a auroras marcianas. A diferencia de la Tierra, la cual posee un campo magnético global que protege a todo nuestro planeta, Marte tiene una especie de colcha hecha de “paraguas magnéticos” que salen de la superficie en cientos de lugares de todo el planeta. Si las auroras marcianas se producen, aparecerían en los “toldos” de estos paraguas magnéticos.


En un nuevo video de ScienceCast se muestra lo que podría suceder si la atmósfera del cometa Siding Spring golpea la atmósfera de Marte. Credito: NASA

“Esa es una de las cosas que estaremos buscando tanto con MAVEN como con el Telescopio Espacial Hubble”, señala Brain. “Las auroras que veamos no solamente serán nítidas, sino que también resultarán muy útiles como herramienta de diagnóstico para conocer cómo han interaccionado el cometa y la atmósfera de Marte”.

La atmósfera del cometa incluye no solo serpentinas de gas. También tiene polvo y otros escombros que emanan del núcleo a 56 kilómetros por segundo en relación a Marte. A esa velocidad, incluso partículas tan pequeñas como las que miden medio milímetro podrían dañar a una nave espacial. La flota de orbitadores de Marte, de la NASA, que incluye a MAVEN, a Mars Odyssey (Odisea de Marte, en idioma español) y al Mars Reconnaissance Orbiter o MRO, por su sigla en idioma inglés (Orbitador de Reconocimiento de Marte, en idioma español), llevará a cabo maniobras con el fin de colocar el cuerpo de Marte entre ellos y los escombros del cometa durante la parte más polvorienta del encuentro.

“Todavía no queda claro si efectivamente una cantidad significativa de polvo o de gas golpeará la atmósfera de Marte”, advierte Jakosky. “Pero si es así, eso tendría los efectos más importantes sobre la atmósfera superior”.

 

 

Los meteoroides en desintegración depositarían calor y alterarían temporariamente la química de las capas de aire superiores. La mezcla de gases cometarios y marcianos podría tener más efectos impredecibles. A pesar de que MAVEN, habiendo apenas llegado a Marte, todavía estará en fase de servicio, utilizará todo el conjunto de instrumentos para monitorizar la atmósfera de Marte y así detectar cambios.

“Al observar antes y después, esperamos determinar qué efectos tienen el polvo y el gas del cometa sobre Marte, si es que los hubiera”, dice Jakosky.

Independientemente de lo que suceda, MAVEN tendrá un asiento en primera fila para poder observar.

Fuente: http://www.lanasa.net/. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Un visitante que llega desde la lejana Nube de Oort rozará el vecindario de Marte

La NASA está reajustando las órbitas de sus sondas que orbitan Marte, en total tres, para evitar los peligros que trae el paso cercano de un gran cometa, el C/2013 A1 (Siding Spring), cuyo núcleo puede ser de varias decenas de kilómetros. El objetivo es que no estén en el frente de choque de las partículas que vaya dejando la roca espacial cuando el día 19 de octubre pase a 130.000 km de la superficie del Planeta rojo, esto es tres veces menos que la distancia que separa la Tierra de la Luna

En realidad, las diminutas partículas del cometa, que son de un tamaño de menos de 1 mm, no serían tan dañinas si no fueran a velocidades de 56 km/s, que es la velocidad a la que pasará el cometa por las proximidades de Marte, lo que dañaría de forma permanente cualquier nave que se pusiera en su camino. Algunos científicos no le dan mucha importancia a la caída de estos “proyectiles”, aunque todos se muestran cautos y otros muchos decidieron que las naves maniobraran para evitar, por si acaso, alguna catástrofe.

La lluvia de partículas del cometa rociará una gran parte de la atmósfera de Marte, pero antes de llegar a ella están las sondas espaciales, que deben ser protegidas y alejadas del evento. Por ello, la NASA va a evitar que estas tres naves se encuentren en el frente, que será más peligroso, unos 90 minutos después del paso del cometa por las proximidades del Planeta rojo y durante 20 minutos el riesgo es extremo.

Así pues, no se trata tanto de ocultar las naves detrás del planeta, sino de evitar su paso por la lluvia de meteoroides (partículas del cometa antes de entrar en la atmósfera) durante esos 20 fatídicos minutos. Ya existen evidencias de satélites artificiales terrestres “tocados” por estos diminutos pero potentes proyectiles.

Ajustando órbitas

De hecho, ante el desastre que podrían ocasionar las partículas del cometa sobre las naves que giran alrededor de Marte, el Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO, por sus siglas en inglés), ya reajustó su órbita el 2 de julio y el 27 de agosto pasado. Otra maniobra similar se hizo con el orbitador ODISEA (Mars Odyssey, en inglés) el 5 de agosto. La recién llegada nave MAVEN (Evolución Volátil de la Atmósfera de Marte, por sus siglas en inglés) a Marte, efectuará un ajuste en su órbita para el 9 de octubre, todo ello para evitar la lluvia de partículas.

La cuestión es evitar la lluvia, pero estudiar al cometa, por ello hay que posicionarlas de tal forma que no se vean afectadas y saquen el mayor partido al cometa, ya que pasará tan cerca de Marte y de las naves, que es el mejor momento para poder fotografiar y analizar este gran cometa, para poder conocer los orígenes de nuestro Sistema Solar.

Estudio del efecto de la lluvia

La nave MAVEN estudiará la atmósfera superior de Marte y cuáles fueron los condicionantes para que el planeta perdiera en gran medida su atmósfera y tras ello cambiara de ser un planeta azul a un mundo desértico, helado y sin agua que corra por su superficie, cuando antes, los mares y grandes ríos imperaban en el planeta rojo. Estudiará la historia del clima, su posible habitabilidad y el agua. Además, MAVEN contemplará los efectos de la lluvia de meteoros sobre la atmósfera marciana, mientras que las otras dos sondas en órbita alrededor de Marte fotografiarán y estudiarán al cometa.

El cometa fue descubierto el 3 de enero de 2013 por Robert H. McNaught desde el Observatorio de Siding Spring, en Nueva Gales del Sur, Australia. Lleva viajando por el espacio un millón de años, procedente de la Nube de Oort, una hipotética nube en forma de esfera que rodea todo el Sistema Solar aproximadamente a un año luz de distancia y que contiene miles de millones de cometas y asteroides, restos de la formación del Sistema Solar.

El cometa no lleva rumbo alguno, ya que no está estabilizado en ninguna órbita, de tal forma que lo más probable es que sea despedido por el Sol hacia fuera de nuestro sistema planetario, al tener una órbita abierta hiperbólica, así que no regresará jamás.

El cometa ha sido visto desarrollando una larga cola y actividad desde hace meses, por lo que debe ser todo un espectáculo su visión desde Marte.

Visibilidad del cometa

Telescopios potentes podrán contemplar el cometa en las proximidades de Marte, que se localizará en la constelación de Ofiuco, para el 19 de octubre. Marte será visible a simple vista, poco después de la puesta del Sol, bajo y sobre el horizonte SW, como una estrella roja, arriba y a la izquierda de otra estrella roja de nombre Antares (la rival de Marte), exactamente del mismo brillo que el planeta.

 

 

En un principio se pensó que el cometa llevaba una trayectoria de caida hacia el Planeta rojo, hasta que con el paso de los meses se pudo calcular mejor su órbita según se movía en el espacio y más tarde la NASA rebajó esa posibilidad de 1 entre 600. Hoy se sabe que el cometa será el más próximo que pase por Marte desde que estos cuerpos se llevan estudiando.

Si el impacto se produjese, sería incluso visible desde la Tierra, provocando un cráter de varios cientos de km, generando una energía equivalente a unos 25 millones de gigatones.

Fuente: NASA y otros medios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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El cometa objetivo de Rosetta es más oscuro que el carbón

Un instrumento de la NASA, ubicado a bordo del orbitador Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (European Space Agency, o ESA, por su acrónimo en idioma inglés), ha realizado con éxito el envío de sus primeros datos científicos sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko

El instrumento, llamado Alice (Alicia, en idioma español), comenzó su tarea confeccionando mapas de la superficie del cometa, el mes último, registrando también el primer espectro de luz del ultravioleta lejano de la superficie del cometa. A partir de dichos datos, el equipo de Alice descubrió que el cometa es inusualmente oscuro, más oscuro que el carbón, cuando se lo observa en longitudes de onda ultravioleta. Alice también detectó hidrógeno y oxígeno en la coma, o atmósfera, del cometa.

Presentación artística del orbitador Rosetta cerca del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. La imagen no se muestra a escala. Crédito de la imagen: ESA/ATG Medialab

Asimismo, los científicos de Rosetta descubrieron que, hasta ahora, la superficie del cometa no muestra grandes áreas con hielo de agua. El equipo esperaba ver regiones heladas sobre la superficie del cometa porque está demasiado alejado como para que el calor del Sol convierta su agua en vapor.

“Estamos algo sorprendidos porque la superficie del cometa no muestra reflectividad y porque se observa poca evidencia de hielo de agua expuesto”, dijo Alan Stern, el investigador principal de Alice, en el Instituto de Investigaciones del Sudoeste (Southwest Research Institute), ubicado en Boulder, Colorado.

Alice está examinando el origen, la composición y el funcionamiento del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko con el fin de reunir información en alta resolución, la cual no se puede obtener mediante la observación desde la Tierra o desde su órbita. El instrumento tiene más de 1.000 veces la capacidad para reunir datos que los instrumentos que han volado durante la generación anterior, pero pesa menos que 4 kilogramos (9 libras) y usa apenas cuatro vatios de energía. Alice es uno de los dos instrumentos ubicados a bordo de Rosetta que cuentan con financiamiento de la NASA. La agencia también aportó porciones de otros dos conjuntos de instrumentos.

Otras de las contribuciones que ha realizado Estados Unidos y que se encuentran a bordo de la nave especial son: el Instrumento de Microondas del Orbitador Rosetta (Microwave Instrument for Rosetta Orbiter o MIRO, por su acrónimo en idioma inglés), el Sensor de Iones y Electrones (Ion and Electron Sensor o IES, por su acrónimo en idioma inglés), el cual es parte del Consorcio de Instrumentos Analizadores de Plasma de Rosetta (Rosetta Plasma Consortium Suite, en idioma inglés), y el paquete de instrumentos electrónicos del Espectrómetro de Masas de Doble Foco (Double Focusing Mass Spectrometer o DFMS, por su sigla en idioma inglés) para el Espectrómetro del Orbitador Rosetta destinado al Análisis de Iones y Neutros (Rosetta Orbiter Spectrometer for Ion Neutral Analysis o ROSINA, por su acrónimo en idioma inglés). Todos ellos forman parte de un conjunto de 11 instrumentos científicos ubicados a bordo de Rosetta.

MIRO está diseñado para proporcionar datos sobre cómo el gas y el polvo abandonan la superficie del núcleo para formar la coma y la cola que otorgan a los cometas su belleza intrínseca. El IES es parte de un conjunto de cinco instrumentos que están destinados a analizar el medio ambiente de plasma del cometa, particularmente la coma.

Con el propósito de obtener la velocidad orbital necesaria para llegar a su cometa objetivo, la nave espacial Rosetta aprovechó cuatro asistencias gravitacionales (tres de la Tierra y una de Marte) y un período de casi tres años de una profunda hibernación en el espacio, del cual despertó en enero de 2014, justo a tiempo para prepararse para su encuentro con 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Rosetta también transporta un módulo de descenso, llamado Philae, el cual descenderá sobre la superficie del cometa en noviembre de 2014.

Las observaciones del cometa ayudarán a los científicos a conocer más sobre el origen y la evolución de nuestro sistema solar y también sobre el papel que los cometas pueden haber desempeñado en la provisión de agua y, quizás incluso, de la vida en la Tierra.

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Rosetta es una misión de la Agencia Espacial Europea, la cual cuenta con contribuciones de sus estados miembro y también de la NASA. El módulo de descenso de Rosetta, llamado Philae, pertenece a un consorcio dirigido por el Centro Aeroespacial Alemán (German Aerospace Center, en idioma inglés), ubicado en Colonia; el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Gottingen; la Agencia Nacional Espacial Francesa (French National Space Agency, en idioma inglés), en París; y la Agencia Espacial Italiana (Italian Space Agency, en idioma inglés), en Roma.

 

 

El Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Pasadena, California, dirige la participación de Estados Unidos en la misión Rosetta para el Directorio de Misiones Científicas de la NASA, ubicado en Washington. El JPL también construyó el instrumento MIRO y allí trabaja su principal investigador, Samuel Gulkis. El Instituto de Tecnología de California (California Institute of Technology, en idioma inglés), ubicado en San Antonio y en Boulder, desarrolló el IES y los instrumentos de Alice; allí trabajan sus principales investigadores, James Burch (IES) y Alan Stern (Alice).

Para obtener más información sobre los instrumentos que Estados Unidos colocó a bordo de Rosetta, visite: http://rosetta.jpl.nasa.gov.

Hay más información disponible sobre Rosetta en: http://www.esa.int/rosetta.

Fuente: NASA. Aportado por Eduardo J. Carletti

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