La vecindad de la Vía Láctea puede estar llena de galaxias invisibles, una de las cuales parece estar chocando contra la nuestra
En 2008, se encontró una nube de hidrógeno con una masa que entonces se calculaba en alrededor de 1 millón de soles en colisión con nuestra galaxia. Ahora parece que el objeto es lo suficientemente masivo como para ser una galaxia.
Llamada «Smith’s cloud» (la Nube de Smith), ha logrado evitar su desintegración durante colisión con la nuestra, mucho más grande. Lo que es más, su trayectoria indica que ya penetró antes a través del disco de nuestra galaxia, hace a unos 70 millones de años.
Para haber sobrevivido, tiene que contener mucha más materia que lo que se pensaba anteriormente, a fin de aportar la suficiente gravedad para mantenerla en una pieza. Los cálculos por Matthew Nichols y Joss Bland-Hawthorn, de la Universidad de Sydney, Australia, indican que tiene alrededor de 100 veces la masa que se había estimado antes (arxiv.org/abs/0911.0684).
Y pude haber muchas más galaxias oscuras por ahí, dice Leo Blitz, de la Universidad de California, Berkeley. Las simulaciones de formación de galaxias sugieren que una galaxia del tamaño de la Vía Láctea debería estar asociada a cerca de 1.000 galaxias enanas, pero hasta ahora sólo se han encontrado unas pocas docenas. Algunas de las galaxias enanas aún no enxintradas pueden ser tan oscuras que son casi invisibles, dice.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti