Por sexto año consecutivo, aparece un mensaje sobre el Planeta Rojo en las casillas de correo electrónico en todo el mundo. Se les urge a los lectores a salir la noche el 27 de agosto y observar el cielo. «Marte se verá tan grande como la Luna llena», dice. «Nadie vivo hoy día volverá a ver esto»
Lo que realmente va a suceder si sale la noche del 27 de agosto es… nada. Marte no estará allí. En esa fecha, el planeta rojo estará a unos 250 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y estárá totalmente ausente del cielo nocturno.
El engaño sobre Marte comenzó en 2003, cuando la Tierra y Marte realmente tuvieron un encuentro cercano. El 27 de agosto de ese año, Marte estaba a sólo 56 millones de kilómetros de distancia, un récord de cercanía en los últimos 60.000 años. Pero en el momento de este récord, incluso, Marte se siguó viendo como ahora, como una estrella rojiza y parpadeante.
En esa fecha alguien envió un correo electrónico de aviso a sus amigos. El mensaje contenía algunos errores y omisiones, pero ¿qué e-mail no los tiene? Un elemento de alta tecnología llamado «botón Ingresar» hizo el resto.
Quienes quieran tomarlo con tolerancia, pueden decir que el engaño de Marte no es realmente un engaño, porque no es un truco intencional. Quien lo redactó probablemente creía en lo que escribió en el mensaje. Si eso es cierto, un nombre mejor para esta repetición año a año de cadenas de mensajes podría ser «El malentendido de Marte» o tal vez «La confusión de correo acerca de Marte. Eliminar y no reenviar excepto a tus cercanos.»
Otro aspecto del engaño de Marte es que se verá tan grande como la Luna llena si se lo amplía 75x utilizando un telescopio de patio. El texto en cursiva generalmente es omitido en la transmisión verbal y en los resúmenes del engaño. ¿Este texto en itálicas hace que el engaño sobre Marte se convierta en verdad? Después de todo, si ampliamos el pequeño disco de Marte en 75x, se obtendría un ángulo visual más o menos igual al de la Luna.
No. Ni siquiera con esta ampliación se ve a Marte igual a una Luna llena.
Esto tiene más que ver con el misterioso funcionamiento interno del cerebro humano que con la fría, dura física. Ver a Marte a través de un tubo delgado (el ocular de un telescopio) con una ampliación de 75x y mirar la Luna llena que brilla libremente en el cielo abierto son dos experiencias muy diferentes.
Fuente: NASA. Aportado por Eduardo J. Carletti
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