ZAPPING 0137, 03-10-2002
Luces en el cielo
He aquí una extraordinaria foto que muestra auroras en
ambos polos de Saturno. La imagen fue tomada por el Space Telescope
Imaging Spectrograph (STIS) a bordo del telescopio espacial Hubble
cuando Saturno estaba a una distancia de 1.300 millones de kilómetros de nosotros.
Las auroras
Las causas de la aparición de las auroras están bastante bien explicadas,
aunque es un fenómeno que aún sigue rodeado de fascinantes misterios.
Este espectáculo celeste, llamado boreal en el hemisferio norte y austral en el sur, se
manifiesta al aparecer un mar de luz en el cielo con cantidad de colores
navegando sobre su superficie. Se produce en la atmósfera a una altura de
unos cien kilómetros al incidir electrones de alta velocidad que llegan del espacio
sobre los átomos y moléculas de la atmósfera. Un efecto similar se produce en los
tubos de los carteles de neón y en la pantalla de un monitor, que se ilumina de forma
similar al pegar un haz de electrones sobre sus átomos, aunque la energía implicada
es muchísimo menor.
Las partículas de alta energía llegan a la Tierra del espacio y son guiadas
preferentemente hacia los polos por efecto del campo magnético de la Tierra.
Por esta razón son espectáculos comunes en altas latitudes, norte o sur, y
se las desconoce totalmente o no ser por fotos y textos a medida que
se avanza hacia el ecuador. La luminosidad se produce en una banda circular que
circunda los polos, produciendo una cortina que muestra un efecto de desplazamiento
de oeste a este.
Cuando es la época más propicia, febrero en el hemisferio norte, agosto
en el sur, se pueden ver auroras casi todas las noches despejadas, aunque
cuando está la Luna en el cielo resultan mucho menos espectaculares. A través de la
luz de la aurora se divisan las estrellas más brillantes, pero cuando
el fenómeno es más intenso produce luz suficiente como para leer.
Por lo general la aurora aparece como una larga franja o cortina ondulada,
aunque a veces no se ve más que una masa luminosa difusa y sin forma. El
primer indicio de que se está por producir una aurora suele ser la aparición
de un arco de luz verde en el cielo del norte (sur en este hemisferio), poco
después de la puesta del sol. Este arco suele durar aproximadamente una
hora sin que se noten cambios. Si la perturbación magnética se
extingue, el arco se desvanece, pero si se intensifica, el fenómeno entra
en una fase que se llama de arco activo.
El borde inferior del arco se hace más fino y adquiere un llamativo
brillo azulado, desplazándose con rapidez hacia el sur (norte en el hemisferio
sur). Al mismo tiempo la forma del arco se descompone en rayos paralelos o haces de
rayos que se extienden hacia arriba, en dirección al cenit, y por lo general
se desplazan de este a oeste a lo largo del arco. Si el fenómeno
continúa ganando intensidad, comienza la tercera fase.
Esta fase, llamada corona aural, es la más espectacular, aunque dura muy poco.
La cortina se encuentra ahora casi encima y mirando en su interior se puede observar
una formación circular, semejante a una corona, hacia la que convergen los rayos
y estrías. De vez en cuando la corona se funde, transformándose en
un abanico de luz que cubre el cielo; otras veces inicia rápidas pulsaciones,
emitiendo una cascada de miles de rayos.
Cuando la corona se desvanece, comienza un período de actividad auroral
errática, que en las islas Shetland, al norte de Escocia, es llamada
"los alegres bailarines". Se trata de un despliegue de franjas o puntos de luz
que aparecen y desaparecen rítmicamente, a veces acompañados
de llamaradas, en un espectáculo deslumbrante.
Es curioso es que mucha gente asegura oír chasquidos y crujidos
durante las manifestaciones aurorales más violentas. Estos
sonidos no se deben a ondas sonoras generadas por la aurora; lo más
probable es que se produzcan a nivel del suelo y se deban a algún
fenómeno eléctrico y/o magnético, aún sin detectar,
que acompaña al despliegue visual.
La ubicación de las auroras sobre la Tierra está muy asociada con el magnetismo terrestre.
En el siglo XIX se observó que ocurrían más frecuentemente en un cinturón estrecho, la
zona auroral, que circunvala el polo magnético. Sus arcos y cordones también
están alineados aproximadamente con esa zona, localizada en las inmediaciones del polo
norte magnético, a modo de círculos concéntricos, y el "circulo de fuego" auroral esta
alineado, evidentemente, con estos campos. La correspondencia magnética también está
demostrada por el hecho de que los rayos de la aurora se sitúan a lo largo de las
líneas del campo magnético.
Las auroras pueden ser utilizadas para estudiar los campos magnéticos que ayudan
a provocarlas. En la Tierra tal vez no sea demasiado necesario el esfuerzo, pues
estamos inmersos en este campo y podemos estudiarlo por medio de métodos más
directos, pero la observación de una aurora en otro planeta puede significar
una importante fuente de datos acerca de su magnetismo.
El color verde de la aurora es un color definido de forma precisa en el espectro
(línea espectral estrecha). Esos colores exactos normalmente son identificadores
(una especie de "firma") de los átomos que los emiten: por ejemplo, las luces de las
calles emiten o una luz amarillo-naranja (cuando son de sodio) o una luz azulada
(mercurio).
La luz verde de la aurora desconcertó a los científicos durante muchos años, puesto que
no se adaptaba a ningún elemento conocido. Parece estar producida por átomos de oxígeno,
pero bajo condiciones que, en nuestra atmósfera, sólo existen a niveles altos, con los
gases muy rarificados. La aurora roja que se ve en ocasiones surge aún a mayores alturas
y también se produce por electrones que golpean al oxígeno.
Durante las tormentas magnéticas el resplandor puede moverse hacia el sur (hablando
en el hemisferio norte), así que de vez en cuando se puede ver sobre una gran parte de
los EE.UU. Surge como un resplandor en el horizonte, parecido al que precede al amanecer,
y por eso entre los científicos se le conoce como la aurora boreal (por comodidad la aurora),
nombre en latín que significa "amanecer del norte". El fenómeno es similar en las regiones
polares del sur o australes.
Galería
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Traducido, adaptado y ampliado por Eduardo J. Carletti de varios sitios en la web.
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