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Existe en entomología un concepto llamado "parasitoidismo". Un parasitoide es un insecto que depreda o parasita a un insecto de otra especie, inyectando sus huevos dentro del cuerpo de su huésped para que, al eclosionar, sus larvas lo devoren, usualmente vivo. Los insectos que someten a sus parientes a esta suerte de horrible muerte comiéndoselos en vida suelen ser moscas o avispas, y son tan pero tan eficientes que han logrado incluso sincronizar sus ciclos vitales con los de sus infortunadas víctimas. Algunas, incluso, no parasitan a otros insectos adultos, sino a sus huevos, larvas o pupas. Hoy en día, los entomólogos utilizan algunos parasitoides para aniquilar a otros insectos que, a su vez, destruyen los frutales. Guerra biológica en su estado puro. Parasitoides a favor del Hombre. Uno de los más perversos destructores de cultivos es la perversa mosca de la fruta del Mediterráneo (Ceratitis capitata, llamada medfly o moscamed por sus enemigos). Por razones no establecidas, la medfly emigró, a fines del siglo XIX, desde su hábitat natal en el África Oriental hacia prácticamente todos los países tropicales y subtropicales del mundo, con especial énfasis en la cuenca mediterránea, donde se dedicó a devastar los frutales. La medfly fue descubierta en los frutales de Hawaii en 1910, y los gravísimos daños que causó forzaron a los campesinos hawaianos a formar un consorcio que decidió enviar al entomólogo Silvestri al África a recolectar algunos insectos parásitos de capitata a efectos de colocar a la malvada mosca bajo un estricto control de sus enemigos naturales, completamente ausentes de las islas del Pacífico.
Para el año 1918, cierto número de parasitoides provenientes de varios países habían sido establecidos artificialmente en Hawaii. En ese entonces, a la medfly se había sumado la mosca de la fruta oriental (Bactrocera dorsalis Hendel) como depredadora de los cultivos hawaianos. Más o menos entre 1961 y 1987, el más salvaje depredador de medfly y mosca oriental había probado ser el parasitoide Fopius arisanus Sonan. Aunque arisanus disfruta devorando a las crías de medfly, se trata de un parasitoide asiático que fue encontrado por primera vez en pupas de la mosca oriental. De hecho, los parasitoides utilizados en aquel entonces para controlar a la medfly eran en su totalidad parásitos de la mosca oriental. La falta de parasitoides "verdaderos" de la medfly no se debía a la falta de candidatos, sino a la dificultad técnica de exportar millones de insectos vivos desde el África a los países más afectados por la mosquita, como los de Centroamérica o el propio Hawaii. Los científicos comenzaban a pensar que capitata no tenía ningún himenóptero parasitoide propio, y que siempre iban a tener que conformarse con los de otras mosquitas. Todo ello iba a cambiar en 2000, cuando una investigación llevada a cabo en Kenya descubrió 10 especies de parasitoides en el interior de pupas o huevos de medfly.
Dos especies de parasitoides recientemente descubiertos, Fopius ceratitivorus (nombre adecuado si los hay) Wharton y F. Arisanus, son parasitoides ovopupales, es decir, que alojan a sus huevos tanto en los huevos como en las pupas de medfly. Esta característica otorga a ambas, y especialmente a ceratitivorus, el atractivo adicional de ampliar el espectro temporal en el cual pueden parasitar a medfly, es decir, si encuentran huevos los parasitan, y si los huevos ya han pasado al estado de pupas, pues también. Wharton descubrió a ceratitivorus en las plantaciones de café de las aldeas de Ruiru y Ruirima, en Kenya, entre 1999 y 2000. Se trata de una pequeña avispa (como es usual), un himenóptero de la familia de los Bracónidos, que manifiesta una insaciable voracidad por poner sus huevos en el interior de los de la mosca mediterránea. Lo que hizo de inmediato el científico fue recolectar pupas de medfly infestadas de parasitoides, dividirlas en lotes de entre 4.000 y 23.000, y enviarlas por avión al Aeropuerto Internacional de Guatemala. Una vez formalizados los trámites aduaneros (imagínense las caras de los vistas de Aduana al informárseles de la naturaleza del cargamento), las pupas fueron llevadas en auto a las instalaciones de cuarentena del Centro de Investigación de la medfly en San Miguel Metapa.
Según el informe de Miguel López y John Sivinsky sobre el experimento, ya había parasitoides adultos en el embarque. En San Miguel se les suministró miel, agua, temperatura y humedades adecuadas, y se los mantuvo en suspenso hasta el momento de "presentarles" sus víctimas.
¿Cómo se hizo esto? Primero se permitió a muchas moscas del Mediterráneo que ovipusieran sobre granos maduros de café, según su costumbre habitual. Los granos infestados fueron "enhebrados" en forma de cadena y luego suspendidos verticalmente en las jaulas donde esperaban los famélicos parasitoides hembras (recién fecundadas por sus machos). Los investigadores probaron ofreciendo huevos, pupas y larvas a las cerativora, y descubrieron complacidos que el parasitoide era capaz de destruir a las tres.
El parasitoidismo de Fopius ceratitivorus sobre la medfly es tan eficiente, que desde entonces hasta 2002 la colonia de parasitoides produjo de 10 a 18.000 nuevos parasitoides adultos por semana, o, lo que es lo mismo, casi ¡tres de ellos por grano de café! El nivel de parasitismo de la avispa sobre la mosca fue, en general, del 4%, con picos de hasta el 21%. Estos niveles son altísimos para insectos de este tipo.
Dados los resultados de los estudios, los entomólogos consideran que la introducción de los himenópteros del género Fopius en Hawaii y Guatemala son el mayor avance de la historia para el control de la mosca del Mediterráneo. Su capacidad de infestar tanto huevos como larvas es uno de los factores que los hacen tan eficientes, y se ha demostrado que si un competidor infesta larvas o pupas de medfly, Fopius comenzará a infestar huevos, ganándole la mano y erradicando en pocos días a todo competidor (junto con su víctima primaria). Por supuesto que, para controlar a una mosca tan extendida geográficamente como medfly, será necesario que su parasitoide demuestre ser capaz de atacarla en una gran variedad de ambientes. Los científicos opinan que si Fopius ceratitivorus logra esto, los días de la mosca del Mediterráneo en América Latina estarán contados. Artículo creado por Marcelo Dos Santos (www.mcds.com.ar)
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