La sexualidad en tonos de gris

La sexualidad humana abarca un resbaladizo espectro biológico. El modelo estándar humano se basa en 46 cromosomas, entre ellos dos que determinan el sexo: XX para las mujeres, XY para los hombres. Pero no todo el mundo termina con 46XX o 46XY

«Estoy satisfecho con una Naturaleza libre», escribió una vez el psicólogo / filósofo William James a un colega pendenciero. «A usted parece gustarle, y llevar a la práctica, un jardín italiano, en donde todas las cosas se mantienen en compartimentos separados y uno debe seguir caminos rectos».

Siempre he admirado la forma en que James impugnaba lo que percibía como un dogma científico. En este caso, planteó un enigma contra el que aún se lucha La ciencia, con su amor por la clasificación, pretende imponer un estricto orden en el mundo que nos rodea. Sin embargo, la vida en la Tierra es (perdonen el juego de palabras), por naturaleza, compleja, desordenada y, en palabras de James, «todo un mundo gótico».

Esta perspectiva Jamesiana impregna el inteligente y comprensivo libro de Gerald Callahan, Between XX and XY: Intersexuality and the myth of two sexes. El argumento de Callahan surge del hecho de que la sexualidad humana abarca un resbaladizo espectro biológico. La visión estereotipada de los dos sexos —Yo Tarzán, Tú Jane— no sólo es de historieta, sino que limita la comprensión de nuestra propia biología, y la posibilidad de saber apreciarla.

«Seguimos viendo una división donde no existe», escribe Callahan «, un espejismo en el caliente territorio del sexo». Callahan sostiene que, en cambio, hay una serie de características sexuales que se van desde el Tarzán inflado por la testosterona a la femenina «perfección» de una estereotipada Jane, y que existen todas las variaciones ubicadas en el medio. «En verdad, todos somos intersexuales», concluye.

El modelo estándar de desarrollo humano se basa en 46 cromosomas, entre ellos dos que determinan el sexo: XX para las mujeres, XY para los hombres. Pero, como señala Callahan, no todo el mundo termina con 46XX o 46XY. Las variaciones en el esperma o en el óvulo, en la mezcla de células de la madre y el padre, y en la división celular que sigue, pueden remezclar la sopa genética y dar resultados alternativos.

«Las posibilidades», escribe Callahan, «son tan grandes como las variedades en las fragancias de las flores: 45X; 47XXX; 48XXXX; 49XXXXX; 47XYY; 47XXY; 48XXXY; 49XXXXY y 49XXXYY». Estas variaciones son familiares para los genetistas —la primera en la lista, por ejemplo, se conoce como el síndrome de Turner— pero el público en general todavía está atrapado en un mundo en blanco y negro de XX / XY.

Gran parte del libro de Callahan se dedica a explorar nuestra comprensión de la intersexualidad, desde los médicos de la antigua Grecia hasta los neuroendocrinólogos de hoy. Asimismo, presenta las historias de personas que viven en alguna posición intermedia entre los clásicos criterios de valoración de hombres y mujeres. «A decir verdad, creo que la cosa más importante que me gustaría que entendieran las personas acerca de mí es que soy una persona», dice Kailana, que es hermafrodita, en un arranque de rabia, dolor y enojo.

Callahan, profesor asociado de inmunología dedicado a reforzar la comprensión pública de la ciencia en la Universidad del Estado de Colorado, es un consumado y versátil escritor. Su trabajo ha aparecido en todas partes, desde Nature hasta Southern Poetry Review. Como resultado, el libro tiene un atractivo estilo literario, incluso en las complicadas descripciones biológicas. A veces raya en la prosa rosa, como cuando describe Los Ángeles como un lugar de «limp palm trees curdling in the oily light» («flexibles palmeras cuajadas en la aceitosa luz»), pero en su mayor parte el lenguaje es bien pulido.

¿Tengo que pensar que el resultado es suficientemente bueno para cambiar la mente de aquellos que prefieren el modelo estándar de la sexualidad? En realidad no. Estas actitudes se basan en la costumbre y la fe más que en la lógica científica. Espero, sin embargo, reforzar las fuerzas que nos mueven hacia una perspectiva más generosa. Todos estamos en mejor situación para apreciar, como James escribió hace mucho tiempo, que la vida real que nunca sigue un camino regido por la «rectitud».

El libro que comentamos es Between XX and XY: Intersexuality and the myth of two sexes (Entre XX y XY: la intersexualidad y el mito de los dos sexos), por Gerald N. Callahan Publicado por: Chicago Review Press.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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