Una nena acosada en la escuela por ser fan de La Guerra de las Galaxias

«No quiero ser demasiado diferente». «Yo ya soy diferente. Nadie más en mi clase usa anteojos o un parche, y nadie más es adoptado. Ahora soy todavía más diferente, por mi botella de agua de Star Wars«

Recientemente la columnista Carrie Goldman escribió un ensayo en Chicago Now acerca de la intimidación en las escuelas y de por qué los padres deben comenzar a enseñarles a sus hijos a tratar con ella desde el primer grado. Goldman escribió desde el corazón, no sólo porque es un tema con el que todos los padres deben lidiar, sino porque a su propia pequeña hija Katie la molestaban por ser fanática de Star Wars (La Guerra de las Galaxias).

Como tantos otros, he leído con consternación acerca de las víctimas de intimidación en la escuela, y sufro por el dolor que estos jóvenes han experimentado.

Muchas veces pensé que la intimidación era un problema que afectaba a los niños mayores, pero una reciente conversación con mi hija de primer grado me hizo dudar. Es posible que comience aquí y ahora, con nuestros pequeños.

Al final del verano, Katie y yo fuimos a Target para seleccionar la mochila, la caja del almuerzo y la botella de agua para el nuevo año escolar. Después de una gran deliberación, eligió una botella de agua de Star Wars que hacía juego con la mochila.

A Katie le encanta Star Wars, y estaba muy entusiasmada con sus adquisiciones. Durante los primeros meses de escuela, llenó ella sola con orgullo su botella de agua y me ayudó a empacar el almuerzo cada mañana.

Pero hace una semana, cuando estábamos preparando su almuerzo, Katie dijo, «Mi botella de agua de Star Wars es demasiado pequeña. No tiene suficiente agua. ¿Puedo llevarme otra?». Buscó en el armario hasta que encontró una botella de agua de color rosa y me dijo: «Voy a llevar esta.»

Yo estaba perpleja. «Katie, esa botella de agua no es mayor que la de Star Wars. Creo que en realidad es más pequeña.»

«Está bien, me la llevo», insistió.

No le encontraba sentido, así que seguí indagando. De pronto, Katie se echó a llorar.

«Los chicos de primer grado se burlan de mí en el almuerzo porque tengo una botella de Star Wars. Dicen que es sólo para niños. Todos los días se burlan de mí por beber de ella. Quiero que paren, así que voy a llevar una botella de agua de color rosa.»

Me abrazó con fuerza y sentí que mi corazón se hundía. Tan pequeña y ya está avergonzada de la botella de agua que le trajo tanta emoción y alegría hace unos meses.

¿Es así como se inicia? ¿Los chicos encuentran a alguien que hace algo diferente y empiezan a presionarlo, primero con palabras y burlas? ¿Mi hija tiene que conformarse para ser aceptada?

Lo confuso para mí es que conozco a estos chicos. No puedo verlos como niños al azar acosando a mi nena. Son buenos individualmente, y Katie juega con ellos a menudo. Pero cuando se pone a los niños juntos en un paquete, tal vez comiencen a sentirse inseguros y vulnerables, lo que les lleva a hacer cosas desagradables, como burlarse de mi hija por llevar una botella de agua de Star Wars. Tal vez lo hacen para hacer reír a los demás. Tal vez lo hacen porque si están ocupados haciéndole bromas a Katie nadie se burla de ellos. Tal vez lo hacen porque quieren su atención y a esa edad tienen habilidades sociales limitadas.

«Katie, está bien ser diferente. No todas las niñas deben beber de botellas de agua color rosa», le dije.

«No quiero ser demasiado diferente», se lamentó Katie. «Yo ya soy diferente. Nadie más en mi clase usa anteojos o un parche, y nadie más es adoptado. Ahora soy todavía más diferente, por mi botella de agua de Star Wars

Katie no puede controlar el hecho de que es diferente debido a la adopción o a sus problemas de visión. Pero puede controlar los accesorios que lleva a la escuela, y está tratando de ejercer ese control. Ella aprendió que hay distintos grados en ser diferente y quiere minimizar lo diferente que es.

Ser diferente es un tema complicado. Decimos que celebramos la diversidad y predicamos la tolerancia. Pero al mismo tiempo, nosotros, como adultos, a menudo tenemos miedo de los que son diferentes. Veo que la gente se carga entre sí por ser gay o ser pobre o por tener sobrepeso. Veo a los adultos intimidando a otros por sostener diferentes creencias religiosas y políticas.
Veo a la gente elogiando públicamente la diversidad y atacando en privado a aquellos que son diferentes.

Llega hasta los niños, que se hacen burla entre ellos por los juguetes de su preferencia. Así que empieza ahora, con niños de primer grado y una botella de agua. Aquí mismo, ahora mismo, nosotros como comunidad debemos reconocer la pendiente resbaladiza de la intimidación a los que son diferentes. Tenemos que mostrar nuestro apoyo a los demás por sus elecciones, siempre que no hagan daño.

Hablé con Katie sobre mis reflexiones. Hablar de esto es la mejor defensa. La insté a llevar la botella de agua de Star Wars si es lo que realmente quiere hacer, incluso si la hace diferente. Hoy se sintió lo suficientemente valiente como para llevarla. Espero que sea capaz de almorzar sin sentirse nerviosa.

Me encantaría demostrarle a Katie que no está sola, que otras mujeres aprecian «La Guerra de las Galaxias». Si hay mujeres fanáticas de Star Wars leyendo esto, por favor, no duden en mostrar su apoyo a Katie. Voy a dejar que lea sus mensajes o comentarios, y creo que se sorprenderá por lo que sospecho que es un gran número de fans femeninas.

Y si usted tiene un nene que quiere llevar una botella de agua color rosa a la escuela, cuéntele acerca de Katie y asegúrele que si ella puede llevar una botella de agua de «varón», él puede llevar una botella de agua de «mujer». Vamos a ayudar a que todos nuestros hijos se conviertan en adultos seguros que puedan apreciar el hecho de ser diferentes.

Fuente: Chicago Now y The Official Star Wars Blog. Aportado por Silvia Angiola


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