El radiotelescopio EHT nos permitirá ver el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea

El Event Horizon Telescope, o EHT, será un radiotelescopio «virtual» del tamaño de nuestro planeta. ¿Qué significa esto? Diversos radiotelescopios ubicados bien distantes entre sí, más o menos ubicado en ambos extremos de la circunferencia de la Tierra, éstos toman señales y componen su información en una imagen única gracias al uso de un proceso llamado interferometría de muy larga base (VLBI)

Con esta técnica, se observa un objeto celeste al mismo tiempo con un conjunto de radiotelescopios, de modo que las ondas electromagnéticas de la radiación del objeto se reciben en instantes diferentes en cada radiotelescopio, según su posición sobre la Tierra. Con esto se logra formar un patrón de franjas de interferencia que permite reconstruir la imagen como si se tratase de un radiotelescopio único.

Los científicos tienen la esperanza de que el EHT «tome imagen» del agujero negro supermasivo central de la Vía Láctea, llamado SgrA* (Sagitario A*), más o menos en unos cinco años.

En 1971, los científicos postularon la existencia de SgrA* en el centro de nuestra galaxia. La primera prueba astrofísica de su existencia se obtuvo el 13 de febrero de 1974. Lo lograron los astrónomos Bruce Balick y Robert Brown, utilizando el interferómetro del Observatorio Radioastronómico Nacional (National Radio Astronomy Observatory) de EEUU.

Posteriormente, midiendo el movimiento de las estrellas que se encuentran en los alrededores de este agujero negro gigantesco, se pudo determinar su masa, que rondaría los cuatro millones de masas solares concentradas en una región con una radio menor de 45 UA (la unidad astronómica es la distancia media entre la Tierra y el Sol). En comparación, el afelio (el punto donde está más alejado del Sol) de Plutón está ubicado a 49 UA.

Entre el 18 y el 20 de enero se celebró en el Observatorio Steward de la Universidad de Arizona una conferencia sobre el EHT. En la web se puede encontrar información sobre estas charlas, aquí y aquí también: «Earth-sized radio telescope to take first pic of black hole«.

Las observaciones astronómicas actuales indican que SgrA* tiene un tamaño 4 veces menor a su radio de Schwarzschild, pero no nos permiten llegar más lejos que esto. Se espera que dentro de cinco años, gracias al EHT, se logre observar una región con un radio similar al radio de Schwarzschild en torno a SgrA*.

Hasta que esto ocurra, la información más valiosa sobre los discos de acreción en los agujeros negros supermasivos se está obteniendo gracias al chorro de la galaxia elíptica M87 (para algunos la «Piedra Rosetta» de la astrofísica de agujeros negros). Gracias a la técnica VLBI con resolución submilimétrica se ha podido observar el chorro a una distancia de solo 3 radios de Schwarzschild en la frecuencia de 345 GHz .

La imagen de SgrA* que veremos con el EHT dependerá mucho de sus propiedades físcas. Los modelos teóricos ofrecen una gran cantidad de alternativas. Por ejemplo, aún no sabemos si está o no en rotación, aunque la hipótesis más razonable es que debe estar en rotación, aunque no se sabe a qué velocidad.


Estas imágenes obtenidas con simulaciones numéricas muestran algunas de las posibles imágenes de SgrA* (por ejemplo, arriba, la imagen para velocidades de rotación bajas, medias y altas).

Las emisiones de radio de SgrA* deben estar dominadas por la existencia de un chorro (parte de la materia en caída hacia el horizonte de sucesos sale eyectada transversalmente antes de atravesar el horizonte). Nuestro agujero negro supermasivo no está activo, pero de vez en cuando cae materia en su interior, de modo que debe tener un chorro, aunque débil y fragmentado. Se espera que el EHT pueda observar dicho chorro en el entorno del horizonte de sucesos, aunque no será tarea fácil.

En resumen, el radiotelescopio más grande que se puede construir en la Tierra, un radiotelescopio del tamaño de la Tierra, nos permitirá observar el entorno del agujero negro supermasivo más cercano. Para interpretar las observaciones se están realizando simulaciones numéricas que muestran todos los resultados posibles. Pero como ocurre muchas veces, quizás haya sorpresas y la Naturaleza sea más compleja que lo predecible.

Fuente: Francis The Mules Science News y otros sitios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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