Noticias de Insectos de Argentina y el Mundo - Más Noticias
09/May/04 Insectos en el plato: Nueva York prueba de todo TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Alimentación Insectos salteados con un poco de aceite de oliva, apetitosos y comestibles, crocantes y con un leve sabor a nueces. Ése fue el centro de una experiencia en el Museo de Historia Natural de los Estados Unidos en New York.
"Comer bichos es desagradable", dijo Bill Eggers, de 11 años, que asistió a la comida. "Está bien si uno hace una apuesta, pero de otro modo no quiero comer insectos". Por suerte para los más impresionables, los insectos no eran el plato principal, sino que más que nada se ofrecían como guarnición o como ingrediente en sabrosas mezclas de frutas secas y tamales o sobre pizzas. La mayoría de estos bocadillos no tenía demasiado gusto: se trataba de larvas fritas, crocantes pero sin sabor, que se deshacían en la boca, literalmente. Las hormigas tienen un leve gusto a limón, aunque algunas son agrias y avinagradas. Pero las tarántulas son increíblemente sabrosas, bastante parecidas a la carne de cangrejo. Claro, las arañas no son insectos, pero sí son arácnidos los escorpiones que coronaban el sushi, amargos y con un leve sabor a pescado. La persona a cargo de preparar los insectos fue Bill Yosses, un afamado chef del restaurante Citarella de la ciudad de Nueva York.Yosses consumió con entusiasmo los gusanos que había freído y alentó a los presentes a degustarlos, asegurándonos que los insectos son como papas fritas y que una vez que los hayamos probado no podríamos dejar de comerlos. Después, al observar que muchas personas habían logrado resistirse a la tentación de comer más de un gusano, Yosses culpó a los prejuicios culturales que rodean a los alimentos y destacó que los insectos son exquisiteces caras y muy preciadas en otras partes del mundo. "Si mamá nos da chocolate cuando somos niños, es lo que nos va a gustar cuando seamos adultos", dijo Yosses. "Y si mami nos da cucarachas silbadoras , eso es lo que aprenderemos a apreciar". Quienes en efecto encontraron gustosos los insectos recibieron la advertencia de no volver a casa y deglutir lo que pudieran encontrar arrastrándose en el baño o corriendo por el piso. Un insecto doméstico puede haber absorbido insecticidas, señaló Lou Sorkin, un entomólogo del museo. La gente que tiene conocimientos sobre insectos puede cosechar bichos en los parques, bosques, playas o arroyos, pero en general debe evitar consumir cualquier insecto colorido, con pelos o espinas, pues es probable que sean venenosos. La mayoría de las orugas son no comestibles. Algunos bichos pueden adquirirse frescos, congelados o enlatados en las tiendas de mascotas que venden grillos, gusanos y otras delicias para alimentar pequeños anfibios y peces tropicales. En general, los insectos frescos son los más sabrosos, apuntó Sorkin. "Hace poco probé unas orugas enlatadas y no me gustaron para nada. Y eso que las comí después de lavar la salmuera", dijo Sorkin. "No probé las cucarachas silbadoras esta noche, pero las cocidas a la parrilla tenían un olorcito muy tentador". Sorkin explicó que los insectos pueden formar parte o incluso constituir la base de una dieta saludable y equilibrada. Suelen tener un alto contenido de proteínas y pocos hidratos de carbono. "Pero como cualquier alimento, la forma de preparación puede hacer que dejen de ser sanos y se conviertan en un alimento poco saludable. Freírlos o emplearlos sólo como novedad recubiertos con azúcar o chocolate puede ser muy sabroso, pero en definitiva es comida chatarra, sabrosa, pero chatarra al fin", señaló Sorkin, que confesó que siente debilidad por las hormigas mieleras, que almacenan néctar en el abdomen. "Nuestro objetivo con estos eventos es aprovechar los conocimientos científicos, culturales y culinarios para introducir al público al hecho de que muchas culturas del mundo usan los insectos en su dieta", indicó Elaine Charnov, directora de programas públicos de educación del museo. La idea del programa Aventuras en la Cocina Internacional nació después de que el museo presentara el verano pasado una muestra de chocolates, que atrajo hordas de neoyorquinos hambrientos. Algo caprichosamente, los funcionarios del museo -en busca de otro evento relacionado con alimentos para ofrecerle al público en vista del éxito alcanzado por el primero-decidió que comer insectos resultaría igual de atractivo. Pero claro, la FDA (Administración de Alimentos y Drogas) permite que el chocolate contenga hasta 60 fragmentos de insectos cada 100 gramos, de modo que quizás los dos ingredientes no sean tan distintos uno del otro. Más información:Alimentos de insectos en la Boquería, Barcelona, España Insectos para la elaboración de salchichas: estudio en el IPN de México ¿Por qué no insectos? Los insectos también son un buen producto para exportar Unos insectos que se comen, los "chapulines", pueden estar contaminados Un insecto que se usa como alimento en el sur de África genera discusiones Un colegio de Estados Unidos convida a sus alumnos con delicadezas hechas con insectos Dice la actriz Angelina Jolie que le encanta desayunar insectos Lluvias en Venezuela traen regocijo a los indígenas: un manjar entomológico cae del cielo Colombia exporta hormigas como manjar exótico Los insectos, a gusto con Nueva York (Wired)
[ Esta página se accede desde http://axxon.com.ar/mus/Insectos.htm ] [ Visite también http://axxon.com.ar/axxon.htm ] |
Los insectos preparados crocantes y agradables al paladar no son ninguna novedad en muchos lugares de América, pero en el Primer Mundo son una
excentricidad que pocos se animan a probar. A pesar de los tentadores entremeses a base de bichitos que se ofrecieron para degustar el martes en la noche,
pocos de los asistentes al evento llamado "Adventures in the Global Kitchen" (Aventuras en la Cocina Internacional), que fue el primero de una serie de
encuentros dedicados a la cocina internacional y que organiza el Museo de Historia Natural en Manhattan, parecieron totalmente convencidos de las delicias que
depara el comer insectos.