Muchos de sus fans se han estado preguntando cuando haría Evil Dead 4. Pues bien, si no se llega a hacer nunca (crucemos los dedos para que eso no suceda), esta película será lo más cercano. Ha pasado mucho tiempo desde que míster Raimi se ha metido de lleno en el género que le dio a conocer
La última vez que vi los movimientos de cámara que llevan su firma fue en Spiderman 2 (cuando Octopus destroza el quirófano del hospital es la más obvia, pero también cuando secuestra a MJ y Peter Parker sale de debajo de los escombros del destrozado café). Personalmente, tenía mis dudas al principio de la cinta y desde luego se nota la calificación de PG-13 que le han dado en USA, pero todo ello no importa cuando el tormento de la pobre Christine comienza.
Da la impresión de que Sam Raimi ha estado dándole vueltas a la cabeza durante mucho tiempo imaginando formas nuevas atormentar a sus personajes. Desde un cadaver vomitando líquido de embalsamar en la cara de Christine pasando por gusanos y cucarachas. Eso si, salvo un «ligero» sangrado por la nariz, las escenas gore y llenas de sangre por todas partes no las encontrarás en esta película por mucho que busques. Incluso así, los fans del género se echarán unas carcajadas y se removerán en sus butacas.
Raimi nos presenta en su película a un personaje principal (Christine) estereotipado como la típica chica normalita, de buen corazón, de la que todo el mundo se aprovecha, y que en un momento dado toma una decisión equivocada. Este es un gran gancho para la audiencia porque nos pone en el compromiso de querer
verla atormentada por la Lamia una y otra vez, y desear que sepa como romper la maldición antes de que se acabe el metraje. La elección de Alison Lohman para el papel es el mayor acierto de todos ya que le da toda la credibilidad que le quitaría la maciza de turno ligera de ropa. A su alrededor giran su escéptico novio (interpretado por Justin Long con gran acierto), la anciana gitana (Lorna Raver) de la que nos habríamos compadecido si no fuera tan asquerosa, el trepas de su trabajo (Reggie Lee), su anodino jefe (David Paymer) y los que serán su única oportunidad de salvación: Rham Jas (Dileep Rao) y Shaun San Dena (Adriana Berraza).
Justion Long crea un personaje muy real que, acertadamente, nunca está cerca cuando la Lamia ataca, lo que hace que su ignorancia acerca de lo que le está pasando a su novia sea un tormento para el espectador. Lorna Raver está sencillamente increíble en su papel. Los dientes asquerosos, las babas, las grapas de la cabeza y el ojo «enfermo» le dan toda la asquerosidad que necesitamos para «disfrutar» todas las veces que sale en escena. La obsesión de Raimi por arrancarle el cabello a Christine durante toda la película es sencillamente genial.
Tal vez mi única pega a todo esto sea el papel de Rham Jas, el psíquico al que acude Christine, pues su falta de expresividad en algunos momentos clave resta dramatismo a toda la escena.
La película en sí esta bien desarrollada en casi todo su metraje, dosificando bien los momentos de tormento y susto. Ahora bien, como dije antes, se nota mucho la calificación y tal vez eso haya afectado a su final que no es solamente repentino si no también bastante predecible los últimos 10 minutos de película.
Lamentablemente, después de ver tantas y tantas películas y finales, todos llegamos a las mismas conclusiones y es imposible evitar adivinar lo que va a suceder… precisamente por ello, también nos damos cuenta de que no podría ser de otra forma; el toque Historias de la Cripta es obligado.
Realmente Raimi no nos ofrece nada nuevo con esta película; no es «la película de terror definitiva» pero es un agradable recambio a todas esas películas de terror que usan en exceso el sadismo y tormento pero que en el fondo están cortadas por el mismo patrón (véase Mirrors, The Unborn, The Strangers…). Esta película cumple con los requisitos que se le piden a productos de este género: entretenimiento, desasosiego butaquil, algunas carcajadas y meneos de cabeza desaprobando lo que le está pasando a nuestra protagonista… pero sin poder apartar los ojos de la pantalla. Una gran película para abrir boca a lo que nos podrá deparar Evil Dead 4 y una satisfacción al no haber malgastado el dinero.
Fuente: El Séptimo Arte. Aportado por Gustavo Courault
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