La nanotecnología ha logrado crear efectos en la materia impensables para el mundo macroscópico. Uno de los más llamativos es el del confinamiento cuántico: partículas elementales, como por ejemplo los electrones, quedan atrapadas dentro de estructuras nanométricas cerradas, fenómeno que genera en la materia nuevas propiedades ópticas y electrónicas sin equivalente en la naturaleza y con potenciales aplicaciones tecnológicas
Hasta el momento, los científicos habían observado el confinamiento en objetos aislados o en sistemas irregulares. Una investigación, publicada en el último número de Science y que cuenta con la participación del investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Jorge Lobo Checa, ha detectado por primera vez la formación de una colección regular de confinamientos electrónicos (también llamados puntos cuánticos) sobre una superficie de cobre. El hallazgo podría ser útil en futuras aplicaciones para sensores e informática.
El estudio, realizado en su mayor parte en el Instituto Suizo de Nanociencia, ha logrado sortear las dificultades que surgen a la hora de crear estructuras regulares capaces de provocar el confinamiento.
Según Lobo Checa, que forma parte del Centro de Investigación en Nanociencia y Nanotecnología CIN2 (centro mixto del CSIC y la Fundació Privada Institut Català de Nanotecnologia), la conclusión más destacada del trabajo es que los confinamientos regulares no se comportan como sistemas independientes, sino que interactúan entre sí y forman una nueva estructura electrónica de bandas.
Este hallazgo, añade, permitiría controlar diferentes propiedades electrónicas de la superficie de la materia (en el caso de esta investigación, el cobre), lo que permitiría controlar diferentes propiedades electrónicas, como la resistencia.
Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti
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