El descubrimiento de súper Tierras extrasolares —planetas rocosos de unas cinco a diez veces la masa de la Tierra— aumentó las esperanzas de que alguno de ellos pudiese albergar vida. Sin embargo, puede ser una vana esperanza, dado que ahora parece que la Tierra es del tamaño exacto para mantener la vida
La vida es confortable en la Tierra, en parte debido a su clima relativamente estable y su campo magnético, que desvía la radiación cósmica capaz de dañar las moléculas orgánicas, así como de producir increíbles auroras.
La estabilidad a largo plazo del clima terrestre depende de la forma en que está dividida en placas la corteza del planeta, que continuamente se deslizan por encima o por debajo de las otras en un proceso conocido como tectónica de placas. El carbono retirado de la atmósfera por las reacciones químicas naturales es enterrado y reciclado dentro de la Tierra a causa de la tectónica de placas, parte de un ciclo que estabiliza las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono.
Ahora parece que los mundos rocosos tienen que ser del tamaño de la Tierra para poseer tectónica de placas y campos magnéticos, dice Vlada Stamenkovic del Centro Aeroespacial Alemán en Berlín. Su equipo presentará el trabajo en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria en Potsdam, Alemania, el 15 de septiembre.
El calor del núcleo de la Tierra crea las corrientes de convección necesarias para que exista la tectónica de placas. Estas corrientes generan la fuerza para romper la corteza, producir las plancas y moverlas.
El equipo de Stamenkovic halló que la presión y la viscosidad dentro de una súper Tierra serían tan altas que se forma una capa aislante estancada fuera del núcleo, lo que debilita las corrientes de convección necesarias para impulsar la tectónica de placas. Esto hace poco probable que el proceso exista. Un estudio de 2007 que llegó a la conclusión de que las súper Tierras eran propensas a tener tectónica de placas no tuvo en cuenta el aumento de viscosidad que produce esta capa estancada (New Scientist, 13 de octubre de 2007, p 20).
Los investigadores también encontraron que la lenta transferencia de calor del núcleo en las súper Tierras impide una circulación suficientemente rápida en sus núcleos fundidos, privándoles de un campo magnético.
Los planetas de alrededor de 0,5 a 2,5 veces la masa de la Tierra son más propensos a sostener una tectónica de placas. Los límites son más borrosos para la generación de un campo magnético, pero también favorecen a los planetas del tamaño de la Tierra. «La Tierra es especial», dice Stamenkovic.
Pero el astrobiólogo David Grinspoon del Museo de Denver de Ciencia y Naturaleza en Colorado, señala que Venus parece haber reciclado su corteza con erupciones volcánicas a pesar de la falta de tectónica de placas. Si bien esto no ha estabilizado el clima en Venus, dice, no se debería descartar la posibilidad de que en las súper Tierras esto lo puedan hacer otras formas de reciclado de la corteza. «Podría haber súper Tierras que tengan una vida inteligente que ha llegado a la conclusión de que no es posible la vida en planetas insignificantes como el nuestro», dice Grinspoon.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
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