Una amnesia mecanocuántica le daría su flecha al tiempo
Nada en las leyes fundamentales de la física dice que el tiempo sólo debe moverse hacia delante. Sin embargo, no vemos ningún retroceso en el tiempo, como por ejemplo que un huevo roto de repente se vuelva a recomponer, digamos, o un cubo de hielo que se forma desde un charco de agua. Ahora un nuevo estudio sugiere que la flecha del tiempo es resultado de una amnesia mecanocuántica que borra todo rastro de que el tiempo ha retrocedido
Nuestro sentido del tiempo es atrapado por la Segunda Ley de la Termodinámica, que dice que cualquier sistema cerrado —de partículas en una caja aislada de todo el universo— sólo puede hacerse más desordenado. La medida de este desorden, al que se conoce como entropía, sólo puede aumentar.
En el mundo de los objetos a gran escala, aumentar la entropía se asocia con el flujo de calor, que siempre va de un objeto más caliente a un más frío. Un cambio en la entropía también se puede describir como un flujo de información: cuanto mayor es la entropía de un sistema, menor es la información que contiene.
En el mundo cuántico, una caja llena de partículas gana entropía —pierde la información— cuando se vuelve más se entrelazada con el mundo exterior. Alguien externo que observa la caja puede quedar más entrelazado con ella. Este entrelazamiento —que implica pérdida de información en las partículas— aumenta la información disponible para el observador.
En este contexto, el crecimiento incesante de la entropía, y por lo tanto la Segunda Ley de la Termodinámica, pueden ser sólo una ilusión, un artificio de la mecánica cuántica, dice Lorenzo Maccone, del MIT.
«Ningún rastro»
Las leyes de la mecánica cuántica son simétricas en el tiempo, lo que significa que el tiempo puede fluir hacia adelante y hacia atrás. «Pero si usted analiza [las leyes] con cuidado, verá que puede suceder todos los procesos en los que las cosas funcionan al revés, pero no dejar ningún rastro de haber sucedido», dice.
Maccone sostiene que en los sistemas en los que la entropía ha disminuido, las relaciones o correlaciones entre los acontecimientos y los observadores desaparece. Al faltar esta información, los observadores como nosotros no pueden ver ese suceso (Physical Review Letters, vol 103, p 080401).
Como Maccone lo explica, cuando se reúnen los trozos del huevo roto no vemos que eso sucede porque la información sobre acontecimientos como esos no se conserva. Es como si, en efecto, esa información fuera borrada de nuestra memoria.
Extender la naturaleza mecanocuántica de las partículas al macromundo de los huevos es problemático, sin embargo. Para que la idea funcione a escala diaria, la mecánica cuántica debe operar más allá de la escala atómica, dice Maccone, y no tenemos ninguna evidencia de que la naturaleza se comporte de manera mecanocuántica a gran escala.
Muchos mundos
Tal conjetura se podría sostener si se demuestra que la interpretación de los mundos múltiples de la mecánica cuántica es correcta, dice Maccone. En este escenario se propone que el universo está compuesto en realidad de una multitud de universos paralelos, uno para cada posibilidad física.
La relación entre la asimetría temporal de la segunda ley de la termodinámica y nuestro conocimiento del mundo «se ha discutido antes, pero de una manera muy informal», dice el físico Michael Weissman de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. «Esto sitúa a la argumentación en un terreno más firme.»
Sin embargo, Weissman afirma que la explicación es incompleta, porque se basa en la presunción de que los seres humanos tienen una relación particular con el tiempo: que sólo son capaces de crear recuerdos del pasado. «Lo que no hace es sustituir la necesidad de algún tipo de hipótesis inicial sobre la forma en que funciona nuestra mente», añade Weissman.
El trabajo tampoco explica aún un misterio más grande: por qué el universo nació como una sopa tan uniforme de materia y energía, que tiene una entropía muy baja, dice Sean Carroll, de Caltech. Como la entropía es, en cierta medida, la probabilidad de una configuración particular, el estado inicial de baja entropía del universo se considera extraordinariamente improbable.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
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