Utilizando datos obtenidos a lo largo de los 17 años de misión de la sonda Ulises, los científicos han identificado un nuevo candidato para ser el más grande cometa conocido. Los resultados de estos hallazgos fueron presentados en la reunión del National Astronomy Meeting que se celebra en Glasgow, por el científico de la misión Ulises Geriant Jones, del University College
La misión principal de la nave espacial Ulysses fue caracterizar la heliosfera solar en función de la latitud solar. La heliosfera es la vasta región del espacio interplanetario ocupado por la atmósfera del Sol y dominado por el flujo del viento solar. Para el estudio de la heliosfera, Ulises fue colocado en una órbita de seis años alrededor del Sol. Cubrió una vasta extensión que proporcionó una oportunidad única e inesperada de la nave espacial. Durante su misión de más de 17 años, Ulises tuvo tres encuentros no planificados con colas de cometas.
Los científicos peinaron los datos de 2007 cuando se produjo una oportunidad única en la que Ulises se encontró con la cola del cometa McNaught. El núcleo de este cometa pasó a unos 257 millones de kilómetros de la nave espacial durante su encuentro. En lugar de utilizar la longitud de la cola para medir la magnitud del cometa, los científicos utilizaron datos de Ulises para medir el tamaño de la región del espacio perturbado por la presencia de cometa.
El espectómetro que analizó la composición de iones de viento solar encontró que incluso en una distancia tan grande, la cola había llenado el flujo solar con gases y moléculas. En respuesta, el viento solar, que suele medir unos 700 kilómetros por segundo a esa distancia del sol, fue de menos de 400 kilómetros por segundo dentro de la cola del cometa, según lo medido por uno de los instrumentos de Ulises.
Ulises tardó casi nueve veces más tiempo en recorrer la cola del cometa McNaught en 2007 en comparación con un encuentro casual en 1996 con el cometa Hyakutake, que hasta ahora tenía el récord de la cola más larga conocida. Esto llevó a los científicos a determinar una gran liberación de gas y material en su superficie. La desgasificación puede indicar la actividad de un cometa, pero no necesariamente su tamaño. Pero si los dos cometas eran igualmente activos, McNaught tendría que ser mucho más grande en tamaño.
La interacción entre las colas de los cometas y el viento solar se ha estudiado durante décadas. La cola de iones de un cometa siempre apunta lejos del sol, si el móvil se desplaza hacia o desde el sol a lo largo de la órbita elíptica del cometa. Fue este hallazgo el que finalmente llevó en 1958 al descubrimiento del viento solar. El magnetismo y la velocidad del viento solar es tan fuerte que empuja la cola del cometa hacia el exterior.
Cuando el transbordador espacial Discovery despegó con Ulises el 6 de octubre de 1990, tenía una vida útil prevista de cinco años. La misión reunió información única acerca de la heliosfera durante casi cuatro veces más tiempo de lo esperado. La misión finalizó el 30 de junio 2009.
Fuente: SER. Aportado por Eduardo J. Carletti
Más información:
- La sonda Ulises finaliza su larga odisea solar
- Primeras imágenes de cerca del cometa Hartley 2
- El cometa Halley, ¿un intruso alienígena?
- Un cometa entre Júpiter y Saturno sufre estallidos cada 50 días
- Puede haber impactado un cometa en Neptuno hace unos 200 años
- ¿Podría haber dejado la cola de un cometa cicatrices en la Tierra en el pasado reciente?
- El cometa P/2010 A2 es en realidad la colisión de dos asteroides
- Un géiser de gas venenoso indica que tendremos sorpresas desde un cometa