La nave espacial Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha descubierto una capa de ozono en la alta atmósfera de Venus. Comparar sus propiedades con las de las capas equivalente en la Tierra y Marte ayudará a los astrónomos a refinar la búsqueda de vida en otros planetas
Venus Express hizo el descubrimiento mientras observaba estrellas que sobresalían en el borde del planeta a través de su atmósfera. Su instrumento SPICAV analizó la luz de las estrellas, en busca de huellas características de los gases en la atmósfera a medida que absorbía la luz en longitudes de onda específicas. El ozono es detectable ya que absorbe parte de la radiación ultravioleta de la luz de las estrellas.
El ozono es una molécula que contiene tres átomos de oxígeno. Según los modelos informáticos, la capa de ozono en Venus se forma cuando la luz del sSl rompe las moléculas de dióxido de carbono, liberando átomos de oxígeno.
Estos átomos son luego arrastrados en torno al lado nocturno del planeta por los vientos en la atmósfera. Pueden entonces combinarse para formar moléculas de dos átomos de oxígeno, pero a veces, también, moléculas de ozono, de tres átomos.
«Esta detección nos da una ayuda importante en la comprensión de la química de la atmósfera de Venus», dice Franck Montmessin, quien dirigió la investigación. También puede ofrecer una comparación útil para la búsqueda de vida en otros mundos.
La capa de ozono sólo había sido detectada antes en la atmósfera de la Tierra y Marte. En la Tierra, es de importancia fundamental para la vida, ya que absorbe gran parte de los dañinos rayos ultravioleta del Sol. No sólo eso, se cree que ha sido generada, por primera vez, por la propia vida.
La acumulación de oxígeno y, en consecuencia, de ozono, en la atmósfera de la Tierra comenzó hace 2.400 millones años. Aunque las razones exactas no se entienden completamente, los microbios excretaron oxígeno como gas de desecho y esto debe haber jugado un papel importante para este proceso.
Junto con la vida vegetal, lo siguen haciendo hasta hoy día, permitiendo la reposición del oxígeno de la Tierra y de la propia capa de ozono.
Como resultado, algunos astrobiólogos han sugerido que la presencia simultánea de dióxido de carbono, oxígeno y ozono en la atmósfera podría ser utilizado para determinar si pudo haber vida en un planeta.
Esto permitiría a los futuros telescopios apuntar a los planetas alrededor de otras estrellas y evaluar su habitabilidad. Sin embargo, destacan los nuevos resultados, la cantidad de ozono es crucial.
La pequeña cantidad de ozono en la atmósfera de Marte no fue generado por la vida. Es el resultado de la luz del Sol rompiendo las moléculas de dióxido de carbono. Analizando el caso de Venus, se apoya este punto de vista de una capa de ozono modesta por acumulación de medios no biológicos. Su capa de ozono se encuentra a una altitud de 100 km, aproximadamente cuatro veces mayor que en la atmósfera de la Tierra y es cien cien a mil veces menos densa.
El trabajo teórico de los astrobiólogos sugiere que la concentración de ozono de un planeta debe ser del 20% del valor de la de la Tierra para que se considere a la vida como una de las causas. Estos nuevos resultados apoyan esa conclusión porque en el caso de Venus sigue siendo claramente inferior a este umbral.
Venus es el segundo planeta del Sistema Solar en orden de distancia desde el Sol, y el tercero en cuanto a tamaño, de menor a mayor. Recibe su nombre en honor a la diosa romana del amor. Se trata de un planeta de tipo rocoso y terrestre, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño, masa y composición, aunque totalmente diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas.
La órbita de Venus es una elipse con una excentricidad de menos del 1%, formando la órbita más circular de todos los planetas; apenas superada por la de Neptuno. Su presión atmosférica es 94 veces superior a la terrestre; es por tanto la mayor presión atmosférica de todos los planetas rocosos. A pesar de no estar más cerca del Sol que Mercurio, Venus posee la atmósfera más caliente, pues ésta atrapa mucho más calor del Sol, debido a que está compuesta principalmente por gases invernadero, como el dióxido de carbono.
Este planeta además posee el día más largo del Sistema Solar: 243 días terrestres, y su movimiento de rotación es retrógrado, es decir, gira en el sentido de las manecillas del reloj, contrario al movimiento de los otros planetas. Por ello, en un día venusiano el Sol sale por el oeste y se oculta por el este.
Al encontrarse Venus más cercano al Sol que la Tierra, siempre se puede ver, aproximadamente, en la misma dirección del Sol (su mayor elongación es de 47,8°), por lo que desde la Tierra se puede ver sólo unas cuantas horas antes de que atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible, en unos meses del año, o después del ocaso, en el resto del año. A pesar de ello, cuando Venus es más brillante, puede ser visto durante el día, siendo uno de los tres únicos cuerpos celestes que pueden ser vistos de día a simple vista, además de la Luna y el Sol.
A Venus se lo conoce normalmente como la estrella de la mañana (Lucero del Alba) o la estrella de la tarde (Lucero Vespertino) y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el segundo objeto más brillante del firmamento, tras la Luna.
Fuente: ESA. Aportado por Eduardo J. Carletti
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