Investigadores de la universidad de Rice, George Mason y del Boston College han comparado las formas intuitiva y analítica de la toma de decisiones, y podría valer la pena confiar en tu intuición
Resulta que el dicho es cierto: Uno debería confiar en la intuición, pero siempre y cuando sea un experto. Así lo afirma el nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rice, de la George Mason y del Boston College.
«¿Qué impacto positivo puede tener en un experto de un área particular su capacidad para tomar una precisa decisión intuitiva», dice Erik Dane, de la Universidad Rice, autor principal de un estudio publicado el mes pasado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes. Sin embargo, agregó, «Aun si usted es un experto, la toma de decisiones intuitiva es mejor para cierta clase de tareas antes que para otras. Las tareas que se pueden resolver a través de pasos predeterminados, como los problemas de matemáticas, no son tan propicias para una toma intuitiva de decisiones como las tareas menos estructuradas, que pueden incluir determinadas estrategias o problemas de gestión de recursos humanos.»
«Aunque hay mucha investigación sobre el concepto de la intuición, relativamente pocas comparan en forma directa si lo mejor es «confiar en tu instinto» ante tomarse tiempo antes de tomar la decisión», dijo Dane, profesor asistente en la Escuela de Negocios de Rice. De modo que los investigadores examinaron las circunstancias en las que la toma de decisiones intuitiva puede ser eficaz en comparación con la analítica.
Se llevaron a cabo dos estudios, uno en el que los participantes calificaron la dificultad de los lanzamientos de básquetball, y otro en el que los participantes evaluaron si los bolsos de un diseñador eran reales o falsos.
En el primer estudio, 184 estudiantes universitarios (79 hombres, 105 mujeres) estuvieron viendo 13 videoclips de lanzamientos de baloncesto filmados durante dos partidos de básquet universitario, y se les dio 10 segundos después de cada disparo para clasificar su dificultad, con una escala de 1 a 10. Previamente, los investigadores habían estimado la dificultad de los lanzamientos con la colaboración de entrenadores de baloncesto (un primer entrenador y tres entrenadores asistentes) en un exitoso programa de baloncesto de 1ª División en la universidad NCAA.
Los participantes fueron divididos en el grupo «intuitivo», que basaban sus decisiones exclusivamente en su primera impresión, o en el grupo «analítico». Al grupo analítico se le dio dos minutos ante un ejercicio para desarrollar una lista de factores que determinan la dificultad del tiro de baloncesto, como puede ser el número de defensores cerca del tirador, si el tirador estaba parado o en movimiento, y por último, el valor en puntos del disparo. Se les dijo que basaran sus decisiones en estos factores.
Para medir la habilidad de los participantes con el baloncesto, los investigadores evaluaron (a través de un cuestionario) la cantidad de veces que habían jugado a ese deporte. Dado que la tarea implicaba juzgar los lanzamientos exitosos al igual que a los entrenadores de baloncesto, los investigadores querían saber una medida que separase a los que sólo habían visto mucho baloncesto de los que tenían la experiencia real de practicar el deporte. Se dirimió que jugar al baloncesto competitivo durante al menos tres años en la escuela secundaria clasificaba a los participantes como «expertos»; al resto se les clasificó con bajos conocimientos.
Y descubrieron que, efectivamente, la intuición fue más eficaz para esas personas que tenían gran experiencia. En el grupo intuitivo, los que habían jugado al baloncesto competitivo durante tres años en la escuela secundaria desempeñaron mejor la tarea. En contraste, no hubo ninguna diferencia significativa en el grupo de análisis entre aquellos con experiencia alta y baja.
En el segundo estudio, los investigadores recurrieron a un dominio de conocimientos diferente: el diseño de bolsos. Se reclutaron 239 estudiantes universitarios (120 hombres, 119 mujeres) para tomar decisiones acerca de si los bolsos del diseñador eran auténticos o falsificados.
Los participantes tomaron sus decisiones mirando, pero sin tocar, 10 bolsos de diseñadores, entre ellos dos bolsos auténticos y tres Coach falsificados, además de tres bolsos auténticos y dos falsos Louis Vuitton. Todos los bolsos eran nuevos o ligeramente usados.
Los participantes se dividieron de nuevo en un grupo intuitivo y un grupo de análisis, instruidos para juzgar si los bolsos eran reales o falsos. Al grupo intuitivo le dieron cinco segundos para ver cada bolso y debían basar sus decisiones exclusivamente en su primera impresión. Al grupo de análisis se le dijo que ignoraran las primeras impresiones o pálpitos intuitivos y basaran sus decisiones en un análisis cuidadoso. Antes de la tarea, a los participantes del grupo de análisis les dieron dos minutos para enumerar las características que buscarían para determinar si un bolso de mano era real o falsificado, como el material, la costura y el color. A este grupo se le dio 30 segundos para tomar su decisión sobre cada bolso.
Los investigadores evaluaron los conocimientos de los participantes en función de la cantidad total de bolsos Coach y de Louis Vuitton que poseía cada participante, y decidieron que la posesión de más de tres bolsos los convertía en expertos en lo que a este estudio se refiere.
Una vez más, los investigadores encontraron que la intuición era más eficaz en las personas con más conocimiento. Con la condición de intuición, los participantes con alta experiencia demostraron mayor rendimiento en la tarea. Con la condición analítica, el rendimiento de las personas con alta experiencia no era distinguible de los que tenían poca experiencia.
En ambos estudios, los participantes con experiencia en realizaron, por término medio, igual de bien su tarea tanto intuitiva como analíticamente. Pero además, los expertos superaron significativamente a los novatos la hora de tomar sus decisiones de manera intuitiva, pero no cuando tomaron sus decisiones de forma analítica.
Referencia de publicación: «When Should I Trust My Gut? Linking Domain Expertise to Intuitive Decision-making Effectiveness«.
Fuente: Universidad Rice. Aportado por Eduardo J. Carletti
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