La próxima semana la Agencia Espacial Canadiense (CSA) pondrá en marcha el primer satélite dedicado a la caza de asteroides, justo después de uno de los eventos más populares en la historia de las rocas espaciales: un meteorito que nos tomó por sorpresa explotó sobre Rusia el 15 de febrero
La fabricación del telescopio canadiense ha llevado años, por lo que es pura casualidad que vaya a despegar luego de este gran evento. Pero este meteoro, junto con un primer sobrevuelo del asteroide 2012 DA14 el mismo día, ha despertado el apetito de los vigilantes de rocas espaciales del gobierno y de fondos privados.
«Fue una coincidencia, pero también una llamada de atención, que estos dos eventos de asteroide hayan ocurrido espalda con espalda», dice Peter Diamandis, cofundador de la minera comercial de asteroides Planetary Resources.
El meteoro que explotó sobre Rusia tenía probablemente alrededor de 17 metros de diámetro, por lo que es el objeto más grande en entrar en la atmósfera de la Tierra desde 1908. Esto causó una explosión de 470 kilotones, y la onda de choque resultante rompió vidrios, dañado 3.000 edificios e hirió a casi 1.500 personas en la región de Chelyabinsk.
Investigadores de la Universidad Estatal de los Urales en Ekaterimburgo dicen que han recuperado fragmentos de meteorito del lago Chebarkul y han determinado que son condritas ordinarias. Aunque este es el tipo más común de roca en el espacio, estos meteoritos se parecen mucho a las rocas terrestres, por lo que son difíciles de reconocer y en raras ocasiones se los recoge. El meteorito Chebarkul, si se verifica que lo que se ha recolectado son sus partes, será una adición útil al catálogo científico.
Mientras tanto, el asteroide 2012 DA14, de 45 metros de ancho, podría haber causado una destrucción aún mayor, de no haber rozado solamente la atmósfera bastante por encima de la superficie terrestre. Entonces, ¿cómo es que vemos a un asteroide inofensivo que nos sobrepasa y se nos escapa otro que creó un caos?
Los astrónomos creen que han identificado más del 90 por ciento de los asteroides verdaderamente devastadores, de alrededor del tamaño del que mató a los dinosaurios. No sabemos nada sobre la mayoría de las rocas más pequeñas que son capaces de demoler una ciudad ( ver gráfico ). Afortunadamente, el satélite de Canadá Near-Earth Object Surveillance Satellite, o NEOSSat, debería comenzar a llenar los vacíos a partir de su lanzamiento, el 25 de febrero, dice Denis Laurin, de CSA.
Del tamaño de una maleta, la elevada posición en el espacio de NEOSSat debería permitir detectar asteroides que se dirigen hacia nosotros durante el día, cuando de otra manera desaparecerían a causa del resplandor del Sol. Esto llena los que es un punto ciego para los observatorios terrestres. El meteorito ruso llegó durante el día, aunque era demasiado pequeño para que NEOSSat lo hubiese detectado, dice Laurin. En cambio, el satélite buscará y catalogará los miles de asteroides de más de 500 metros que se cree están por ahí y pasan desapercibidos.
La industria espacial privada también quiere acoplarse a este acto. Diamandis, de Planetary Resources dice que ha recibido una cantidad de correos electrónicos de gente con ganas de invertir después de ver los informes sobre el impacto de Rusia. El telescopio espacial Arkyd-100 de la compañía, que se lanzará en dos años, no solo se ha diseñado para cazar rocas espaciales potencialmente rentables, sino que también será capaz de detectar cualquiera en curso de colisión con la Tierra.
Una futura camada de telescopios tendrán sistemas de propulsión, por lo que incluso podrían desviar rocas que se dirigen hacia nosotros. Planetary Resources lo hará de forma gratuita. «No vamos a estar cobrando una extorsión para proteger la Tierra», dijo Diamandis.
La Fundación B612 sin fines de lucro en California también está recaudando dinero para su telescopio espacial Sentinel, que se lanzará en 2018. Se prevé levantar un mapa de más del 90 por ciento de los asteroides de más de 100 metros y más de un 50 por ciento de los similares a 2012 DA14. La misión aún debe ser capaz de detectar un buen número de objetos de tamaño similar al meteorito ruso, dice el presidente, Ed Lu.
Al igual que Planetary Resources, B612 ha sido testigo de una oleada de interés y un aumento de las donaciones desde la explosión de Rusia. «En cierto sentido, esto fue una gran advertencia, porque si bien hubo heridos, no fue tan malo», dice Lu.
Un asteroide lo suficientemente grande como para aplastar una ciudad podría chocar con la Tierra una vez cada 2.000 años, pero las probabilidades de que uno realmente golpee una ciudad son muy pequeñas. Sin embargo, este tipo de evento debería ser fácil de predecir y prevenir con la tecnología actual, dice. «Me siento un poco como la gente de Nueva Orleans que dijo que se debían reparar las defensas costeras antes de Katrina», dice Lu. «Después de Katrina, todo el mundo se dio cuenta de que tal vez debería haber escuchado».
Una vez que golpean la Tierra, los meteoritos cambian su estatus y pasan de ser una amenaza a ser un bien científico. «Ellos son muestras que se ponen a mano de los bloques de construcción originales de nuestros planetas», dice William Bottke, del Instituto de Investigación del Suroeste en Boulder, Colorado.
Junto con las noticias del meteorito ruso, Sam Kounaves, de la Universidad Tufts en Medford, Massachusetts, estaba presentando el análisis de un meteorito marciano recogido en 1979. Esa roca espacial insinúa que la superficie de Marte está llena de sustancias químicas relacionadas con el cloro de uso doméstico, dijo Kounaves, que habló el 15 de febrero en una reunión científica en Boston. El hallazgo acrecienta las probabilidades de que los compuestos de carbono llamados orgánicos —indicadores fuertes de la vida— pueden haber sido descompuestos por productos químicos reactivos, y sugiere que tenemos que profundizar más para buscar rastros de vida pasada en Marte.
Otra roca espacial que cayó en el norte de California en 2012 pone una mancha en la teoría de que los asteroides entregaron compuestos orgánicos a la Tierra y otros mundos. Videos, fotos y datos de radar permitieron a los científicos reconstruir su trayectoria, permitiendo reunir rápidamente fragmentos frescos que resultaron tener una composición extrañamente baja en materia orgánica.
Un meteorito que fue rastreado hasta que aterrizó en Sudán en 2008 resultó ser de un asteroide que se había derretido en parte, como un planeta. Ahora, los científicos estarán ansiosos de obtener resultados del meteorito ruso, para ver qué secretos puede revelar del Sistema Solar.
Sacar oro de los asteroides, el nuevo negocio
Este martes, se revelaron los detalles de un multimillonario proyecto ideado para explotar comercialmente los recursos minerales de los asteroides.
El plan utilizaría naves espaciales robóticas para obtener componentes químicos de los combustibles y minerales como platino y oro de las rocas.
Entre los fundadores se encuentra el director de cine y explorador, James Cameron, y los directivos de Google, Larry Page y Erick Schmidt.
Su objetivo incluye, además, crear un depósito de combustible en el espacio para 2020.
Sin embargo, varios científicos respondieron con escepticismo a la idea, tildándola de audaz, difícil y extremadamente cara.
Aseguran que no ven la forma en que podría ser rentable, incluso con el valor del platino y oro alrededor de US$1.600 la onza. Una misión de la Nasa que estaría por traer sólo 60 gramos (dos onzas) del material desde un asteroide a la Tierra costará alrededor de US$1.000 millones.
Primer paso
El paso inaugural, que debería alcanzarse entre los próximos 18 a 24 meses, lanzaría el primero de una serie de telescopios privados que buscaría asteroides ricos en recursos minerales. La intención sería abrir la exploración del espacio profundo a la industria privada.
En los próximos cinco a diez años, la compañía espera progresar en la venta de plataformas de observación puestas en órbita alrededor de la Tierra para servicios de prospección. La empresa planea aprovechar algunos de los miles de asteroides que pasan relativamente cerca de la Tierra para la exploración de materias primas.
La compañía, conocida como Planetary Resources, también está respaldada por el operador pionero en turismo espacial, Eric Anderson, el fundador de X-Prize, Peter Diamandis, el hijo del excandidato presidencial de EE.UU., Ross Perot Jr. y el astronauta veterano Tom Jones.
«Tenemos una visión a largo plazo. No esperamos que esta empresa sea un exitazo financiero de la noche a la mañana. Esto va a tomar tiempo», dijo Eric Anderson.
Los multimillonarios esperan que los rendimientos financieros reales, que están aún a décadas de distancia, vendrán de la minería en los asteroides en busca de metales del grupo del platino y los minerales raros.
«Si uno mira hacia atrás históricamente, lo que ha impulsado a la humanidad a realizar las inversiones más grandes en exploración y transporte es ir detrás de los recursos. Ya sea los europeos detrás de las rutas de las especies o los colonos estadounidenses hacia Occidente en busqueda de oro, el petróleo , la madera o la tierra», explicó Diamandis.
Escepticismo
Además, el agua de los asteroides podría ser convertida —en el espacio— en oxígeno líquido e hidrógeno líquido para usarse como combustible para cohetes. Es muy caro llevar el agua desde la Tierra, por lo que el plan es tomarla de los asteroides y ponerla en un lugar en el que podría ser convertida en combustible.
Entonces, podría ser enviada a la órbita terrestre para reabastecer de combustible a los satélites comerciales o a las naves espaciales.
El profesor Jay Melosh, de la Universidad de Purdue, dijo que los costos eran demasiado elevados, llamando a la exploración del espacio como «el deporte de los países ricos y que aquellos que desean demostrar su poderío tecnológico pueden darse el lujo de disfrutar».
Eric Anderson, quien cofundó la firma de turismo espacial, Space Adventures, dijo que estaba acostumbrado a los escépticos.
«Antes de empezar a enviar al espacio a ciudadanos comunes, la gente pensaba que eran castillos en el aire», dijo.
«Estamos en esto desde hace décadas. Pero no es una obra de caridad. Y vamos a ganar dinero desde el principio», concluyó Anderson.
Por su parte, el científico espacial David Whitehouse dijo: «Creo que este grupo está explorando estas tecnologías porque sabe que hay un premio allí afuera, en el Sistema Solar, y que bien vale la pena tener (…) hay más oro, platino y aluminio del que jamás se haya extraído en la Tierra o que se podría extraer en el futuro de la corteza de nuestro planeta».
Fuente: varios medios. Aportado por Eduardo J. Carletti
Más información:
- Experto no descarta relación del meteorito caído en los Urales con el asteroide
- El asteroide 2012 DA14 pasará a una distancia mínima de la Tierra el 15 de febrero
- «Cebollas de carbono» viajan por el espacio
- Empresa de EEUU lanzará sondas para explotar recursos de asteroides
- Caza asteroides ofrece una actualización sobre la amenaza de los objetos cercanos a la Tierra
- La NASA descarta que el asteroide Apophis choque con la Tierra en 2036
- Los impactos de asteroides mancharon la superficie de Vesta con materiales ricos en carbono