Su pequeño tamaño (mide 20 milímetros de longitud y cuatro de altura) permitirá llevarlo en el cuerpo durante largos periodos de tiempo. Se trata del prototipo de un diminuto implante electrónico capaz de analizar moléculas presentes en el organismo y enviar los resultados al ordenador de un médico o a cualquier dispositivo móvil en unos pocos minutos
Sandro Carrara y Giovanni de Micheli, los científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, que lo han desarrollado, señalan ya algunas aplicaciones para su implante. Por ejemplo, hacer un seguimiento permanente a los pacientes que reciben tratamientos de quimioterapia, a diabéticos y a otros enfermos crónicos, de forma que se pueda reducir la frecuencia con la que deben someterse a los análisis de sangre tradicionales y ajustar mejor sus dosis de medicación.
El prototipo de este diminuto laboratorio portátil, que todavía está en fase experimental y de momento sólo ha sido probado en ratones, será presentado este miércoles en la Conferencia Europea de Diseño, Automatización y Pruebas (DATE 13) que hasta el 22 de marzo se celebra en Grenoble (Francia).
Análisis molecular
«El sistema consta de dos partes. Un dispositivo sin batería que se coloca bajo la piel y que tiene un tamaño que permite insertarlo con una cánula. Por otro lado, consta de un parche electrónico que se coloca sobre la piel, justo encima del implante. El dispositivo interno recoge información sobre diversas moléculas que se encuentran en el tejido conectivo [que sostiene y cohesiona a otros tejidos y órganos] y la transmite al parche electrónico, que a su vez le suministra energía [por inducción electromagnética]. El parche externo envía la información recabada por el implante interno a un teléfono inteligente o tableta a través de un transmisor de radio», resume Sandro Carrara a ELMUNDO.es.
«Las baterías están sólo en el parche, por lo que pueden sustituirse sin necesidad de retirar el implante», añade. Carrara afirma que el sistema se ha concebido para ser colocado en el abdomen, aunque también puede llevarse en un brazo o en una pierna.
Según sostiene, el análisis molecular del tejido conectivo tiene una correlación muy alta con la cantidad de las mismas moléculas que hay en la sangre, lo que en la práctica permite analizar la concentración de un gran número de sustancias presentes en nuestro organismo. De momento el sistema ha sido diseñado para detectar hasta cinco sustancias de manera simultánea. Para capturar cada una de ellas (lactosa o glucosa, por ejemplo) sus cinco sensores están cubiertos con una enzima.
Medicina personalizada
Los científicos esperan que en cuatro años pueda usarse en hospitales y creen que también podría tener una utilidad doméstica: «Potencialmente podemos detectar cualquier sustancia», aseguran. Entre ellas, cualquier tipo de droga, aunque afirman que necesitarán tiempo para adaptar el sistema a nuevas aplicaciones.
Para sus creadores, este sistema es un paso más hacia la telemedicina y la medicina personalizada . En pacientes con enfermedades crónicas, los implantes podrán enviar alertas incluso antes de que se presenten síntomas para anticipar la necesidad de medicación. En el caso de las personas que estén siendo sometidas a un tratamiento, por ejemplo, a quimioterapia, las dosis se podrán ajustar basándose en la tolerancia individual del paciente y no en los análisis semanales de sangre o en tablas establecidas en función de su edad o peso.
Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti
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