Una serie de estudios llevados a cabo por un equipo de investigación de la Universidad estatal de Iowa muestra que es posible manipular la memoria existente simplemente con sugerir una información nueva o diferente. La clave es el tiempo hasta recuperar esa la memoria, dijo Jason Chan, profesor asistente de psicología en la universidad de Iowa
«Si uno reactiva una memoria recordándola, ésta se vuelve susceptible a ser cambiada. Y si en ese momento le das a la gente una nueva información que la contradiga, eso puede hacer que el recuerdo original sea mucho más difícil de recuperar a posteriori», explicó Chan.
Uno de los principales hallazgos de estos estudios, publicados en el último número de Proceedings of the National Academy of Sciences, es el impacto en la memoria declarativa, una memoria que puede ser recordada conscientemente y descrita en forma verbal, como algo que se hizo la semana anterior. Los efectos son potentes, ya que la gente recupera memoria e incorpora luego nueva información. Chan y Jessica LaPaglia, una estudiante graduada de la Univ. de Iowa, probaron el impacto de presentar una nueva información en diferentes intervalos de tiempo después de haber recordado la memoria original.
Si esto se hacía inmediatamente, la memoria se podía alterar. Sin embargo, no tenía ningún efecto sobre la memoria original cuando se presentaba la información 48 horas más tarde. Chan dijo que, en base a otros estudios, parece que hay una ventana de seis horas antes de que la memoria sea reconsolidada después de recordarla, y ya no pueda ser alterada. Asimismo, no hallaron ningún efecto si la información se presentaba en un contexto diferente al del recuerdo original.
«Durante este periodo de reconsolidación es cuando se puede interferir la memoria con más facilidad. Una vez cerrada la ventana y la memoria es nuevamente estable, si uno obtiene nueva información no debería interferir con la memoria original», explicó Chan. «Descubrimos un respaldo para esta idea en una cantidad de experimentos en los que variamos el tiempo transcurrido entre la interferencia de la memoria o la información incorrecta, y el momento en que la gente hizo la prueba inicial.»
Impacto fuera del entorno experimental
En los estudios, los participantes vieron un episodio de 40 minutos de la serie de TV «24» en el que un terrorista utiliza una aguja hipodérmica para atacar a una asistente de vuelo. Entonces, probaron a recordar su memoria sobre la serie. Después del test, los participantes escucharon un resumen en audio con detalles diferentes, como que el terrorista usaba una pistola aturdidora en lugar de una aguja. El resultado fue que a los participantes les costó más recordar la aguja cuando se les preguntó acerca de esto en el test, pero solamente si ya habían recordado la aguja antes de oír hablar de la pistola aturdidora.
Fuera del laboratorio, esto podría tener implicaciones en el contexto de un testimonio de un crimen, comentó Chan. Por ejemplo, si alguien fue testigo de un atraco a un banco y luego recuerda ese suceso mientras ve una película con una escena de un robo a un banco, es posible, según Chan, que la película pudiese interferir con la memoria original.
«Una cosa que sabemos acerca de cómo trabaja la memoria es que no es necesario cosas nuevas que sean exactamente las mismas para que interfieran con tu vieja memoria», subrayó Chan.
En esta serie de estudios, Chan descubrió que el contexto no es importante. En un experimento, los participantes recibieron información sobre las armas aturdidoras que se utilizan en las redadas de drogas. Cuando se los puso a prueba después, no experimentaron ningún efecto sobre su recuerdo de la aguja y la asistente de vuelo.
«La gente no siempre actualiza su memoria establecida en base a una nueva codificación, porque se están produciendo nuevas codificaciones todo el tiempo. Tiene que ser específico a la memoria original, a fin de que la memoria original resulte actualizada», añadió Chan.
El paso siguiente
La investigación aporta una mejor comprensión de cómo procesamos la nueva información que aprendemos en el trabajo o la escuela. Chan indicó que puede afectar cómo recuerdan los estudiantes el material para un examen. Por ejemplo, si los estudiantes están discutiendo una clase, y un estudiante proporciona a los demás, sin querer, una información incorrecta, podría ser causa de que sea más difícil recordar la información correcta en la prueba.
El momento exacto y el contexto de la nueva información son dos áreas en las que Chan planea explorar en futuros experimentos. Él también quiere identificar las formas de utilizar esta técnica no invasiva para manipular la memoria en lugar de consumir medicamentos que a menudo tienen efectos secundarios. Una posibilidad son los casos de trastorno por estrés post-traumático.
Chan dijo que el método puede apuntar a determinados recuerdos que no se desean y conservar otros que son menos traumáticos. Su siguiente paso es ver hasta dónde puede llegar este efecto y determinar si el método en verdad puede debilitar la memoria o perjudicar el recuerdo.
Referencia de Publicación: J. C. K. Chan, J. A. LaPaglia. Impairing existing declarative memory in humans by disrupting reconsolidation. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2013; DOI: 10.1073/pnas.1218472110.
Fuente: Universidad estatal de Iowa. Aportado por Eduardo J. Carletti
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