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Un LQG, gran estructura cósmica, ocupa lugar de la mayor conocida y excede valores teóricos de la cosmología

Este nuevo y enorme Gran Grupo de Cuásares (large quasar group, o LQG) parece ser la estructura más grande conocida actualmente en el Universo temprano. Su tamaño sugiere una incompatibilidad con la escala de homogeneidad para la concordancia cosmológica de Yadav et al., y por lo tanto se opone a la asunción del principio cosmológico

«Si bien es difícil de comprender la magnitud de este ‘gran grupo de cuásares’ (LQG), podemos decir que, definitivamente, es la estructura más grande jamás vista en el universo entero», dice el Dr. Roger G. Clowes del Jeremiah Horrocks Institute de la University of Central Lancashire. «Esto es muy emocionante… Sobre todo porque va en contra de nuestra comprensión actual de la escala del universo. Incluso viajando a la velocidad de la luz, para cruzarla se necesitarían 4.000 millones de años. Esto es importante no sólo por su tamaño, sino también porque desafía el principio cosmológico, que ha sido ampliamente aceptado desde Einstein. Nuestro equipo ha estado buscando en los casos similares que añaden más peso a este reto y vamos a continuar para investigar estos fenómenos fascinantes».

Este LQG desafía el Principio Cosmológico, la suposición de que el universo, cuando se ve en una escala suficientemente grande, se ve igual, no importa desde donde está observando usted. La teoría moderna de la cosmología se basa en la obra de Albert Einstein , y depende de la asunción del principio cosmológico. El principio es una asunción aceptada, pero nunca se ha demostrado por observación «más allá de toda duda razonable».

Los cuásares son los núcleos de las galaxias de los primeros días del universo que experimentan períodos breves de muy alto brillo que las hacen visibles a través de enormes distancias. Estos períodos son «breves» en términos astrofísicos, pero en realidad duran desde 10 y hasta 100 millones de años. Desde 1982 se ha sabido que los cuásares tienden a agruparse en grupos o «estructuras» de tamaños sorprendentemente grandes, formando grandes grupos de cuásares o LQG.

Para dar una idea de la escala, nuestra galaxia, la Vía Láctea, está separada de su vecina más cercana, la galaxia de Andrómeda, por cerca de 0,75 megaparsecs (MPC), o 2,5 millones de años luz. Racimos enteros de galaxias pueden tener 2-3 Mpc de extensión, pero los LQG pueden tener 200 Mpc o más de diámetro. Basado en el principio cosmológico y la teoría moderna de la cosmología, los cálculos sugieren que los astrofísicos no debería encontrar una estructura más grande que 370 Mpc. El LQG recién descubierto por Clowes, sin embargo tiene una dimensión típica de 500 Mpc. Pero debido a que es alargada, su dimensión más larga es de 1.200 Mpc (o 4.000 millones de años luz)… unas 1.600 veces mayor que la distancia de la Vía Láctea a Andrómeda.

El color de fondo de la imagen de arriba indica los picos y valles en la existencia de los cuásares a la distancia de la LQG. Los colores más oscuros indican más cantidad de cuásares, los colores más claros indican un menor número de cuásares. El LQG se ve claramente como una larga cadena de picos indicados por círculos negros. (Las cruces rojas marcan las posiciones de los cuásares en un LQG diferente y más pequeño). Los ejes horizontales y verticales representan la ascensión y declinación derecha, el equivalente celeste a la longitud y la latitud. El mapa cubre alrededor de 29,4 por 24 grados en el cielo, lo que indica la gran escala de la estructura recién descubierta.

El equipo publicó sus resultados en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society .

Fuente: Daily Galaxy. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Nuevo comportamiento magnético en nanopartículas permitirá memorias más pequeñas

El proceso descubierto se manifiesta cuando se acoplan algunos tipos de capas de materiales con diferentes propiedades magnéticas, lo que permite cambiar el comportamiento magnético del conjunto, precisa el comunicado, que precisa que ello forma parte de los sistemas de lectura de datos en los discos duros de las computadoras

Investigadores del Departamento de Física de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), con la participación de la Universitat de Barcelona (UB), han descubierto un nuevo comportamiento magnético en nanopartículas que abre la puerta a la fabricación de memorias digitales con más capacidad y «todavía más pequeñas», ha informado la universidad en un comunicado.


Representación esquemática del acoplamiento antiferromagnético entre el Fe3O4 núcleo magnéticamente blando y la capa Mn3O4 magnéticamente duro. La imagen de microscopía electrónica de transmisión de alta resolución, superpuesta a un mapa de la pérdida de energía de electrones espectroscopia (EELS) revela la alta calidad de la interfaz con un crecimiento constante entre las dos fases

El fenómeno, que ha publicado la revista Nature Communications, se centra en una reacción «nunca observada hasta ahora» en nanopartículas magnéticas núcleo-corteza, y que consiste en el acoplamiento ‘antihierromagnético’ entre las capas, esto es, antiparalelo, ha precisado la UAB.

Los investigadores han logrado reproducir en partículas de entre 10 y 20 nanómetros dicho fenómeno magnético, en un contexto en que los dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y tabletas digitales «alimentan una carrera científica» para conseguir productos cada vez más pequeños.

El proceso descubierto se manifiesta cuando se acoplan algunos tipos de capas de materiales con diferentes propiedades magnéticas, lo que permite cambiar el comportamiento magnético del conjunto, ha precisado el comunicado, que precisa que ello forma parte de los sistemas de lectura de datos en los discos duros de los ordenadores.

De hecho, los científicos han logrado «por primera vez» reproducir este fenómeno en materiales nanoscópicos —decenas de átomos de diámetro—, concretamente en partículas de óxido de hierro rodeadas de una fina capa de óxido de manganeso y también en la combinación inversa.

El descubrimiento permite un «control sin precedentes» del comportamiento magnético de las nanopartículas, ya que permite controlar y ajustar sus propiedades sin manipular su forma ni su composición, tan solo controlando la temperatura y los campos magnéticos que las rodean.




«Hemos conseguido reproducir por primera vez un comportamiento magnético desconocido en el ámbito de las nanopartículas, y esto abre las puertas a miniaturizar hasta límites que parecían imposibles el almacenamiento magnético y otras aplicaciones más sofisticadas», ha indicado el profesor Josep Nogués y la catedrática de Física Aplicada de la UAB Maria Dolors Baró.

Fuente: EurekAlert. Aportado por Eduardo J. Carletti

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