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Una campaña pide la prohibición de robots sexuales

La empresa True Companion (Acompañante Verdadero) afirma estar desarrollando primer robot sexual del mundo, que estaría disponible a finales de este año

Se ha lanzado una campaña que solicita una prohibición total de los robots desarrollados para el sexo. Algunos académicos en la ética de robots advierten que su creación sólo aumentará la cosificación de las mujeres y los niños, deshumanizando aún más a aquellos que sufren abuso sexual.

La advertencia llega cuando la inteligencia artificial se acerca a un punto en el que podría ser utilizada en robots diseñados exclusivamente para satisfacer deseos sexuales. Pero los activistas argumentan que este tipo de robots no debería existir.

«El desarrollo de robots para sexo y las ideas para respaldar su producción muestran los inmensos horrores aún presentes en el mundo de la prostitución», se lee en una declaración en el sitio web Campaign Against Sex Robots (Campaña contra los robots sexuales). Los autores de la campaña argumentan que los robots sexuales aumentarían aún más la «inferioridad de las mujeres y los niños» que percibe y seguiría justificando su uso como «objetos sexuales».

La campaña, dirigida por Kathleen Richardson, investigadora senior en ética de la robótica en la Universidad De Montfort en Leicester, y Erik Brilling, un catedrático asociado en informática de la Universidad de Skövde en Suecia, espera fomentar un debate más amplio en torno al desarrollo de robots para sexo y sus posibles implicaciones para la sociedad.

Es crítico el desarrollo de «tecnologías éticas» que reflejen los principios de la dignidad humana, la reciprocidad y la libertad, argumenta la campaña. Para ello, la campaña ha pedido a los científicos y expertos en robótica que se nieguen a colaborar en el desarrollo de los robots sexuales, reteniendo código, hardware e ideas.

Las primeras muñecas sexuales imbuidas de inteligencia artificial se pondrían en marcha a finales de este año. True Companion, la empresa que afirma estar desarrollando «la primera muñeca de sexo robótico en el mundo» el bajo el lema «siempre encendida y lista para hablar o jugar», dice que su muñeca Roxxxy permitirá a la gente a «encontrar la felicidad y la plenitud» sin la necesidad de interactuar con otro ser humano.

«No estamos suplantando la esposa o tratando de reemplazar una novia», le dijo el director ejecutivo Douglas Hines a la BBC. «Esta es una solución para las personas que están [en una situación] entre relaciones, o alguien que ha perdido a un cónyuge.»

Hines dijo que el acto físico del sexo sólo sería una «pequeña parte» de las veces que la gente que pasaría con el robot. «La mayor parte del tiempo se utilizará en socializar e interactuar», añadió. Pero con poca discusión sobre sus cuestiones éticas, las muñecas de sexo robótico crean el riesgo de convirtirse en facilitadoras de comportamientos abusivos.

El desarrollo futuro de robots sexuales que no tienen derechos y pueden ser libremente abusados podría tener un impacto devastador en las vidas de los seres humanos, opinan Richardson y Brilling.

«Proponemos que el desarrollo de robots sexuales reducirá aún más la empatía humana, que sólo puede ser desarrollada por una experiencia de relación mutua», explica su manifiesto. La campaña es un espejo de una llamada emitida por los expertos de IA a retener la tecnología que podría ser utilizado en el desarrollo de robots militares letales.

En un trabajo de investigación publicado a principio de este mes, Richardson explicó que había una conexión explícita entre la prostitución y el desarrollo potencial de relaciones sexuales entre humanos y robots.

 

 

«Propongo que extender las relaciones de prostitución en las máquinas no es ni ético, ni es seguro», argumentó. «En todo caso, el desarrollo de robots sexuales reforzará aún más las relaciones de poder que no reconocen a ambos lados como sujetos humanos. Sólo el comprador de sexo es reconocido como un sujeto, el vendedor del sexo (y en esta situación el robot sexual) es meramente una cosa con la cual tener relaciones sexuales».

El tema de las relaciones sexuales, o como mínimo afectivas, humano-robot ha estado tanto en la pantalla grande con en TV recientemente. Ex Machina, Her (Ella) y la serie Humans son ejemplos muy concretos.

Fuente: Wired UK. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Un tentáculo robótico blando que puede enlazar una hormiga sin dañarla

Se trata de un sistema sencillo que permite que unos mini tentáculos puedan sostener objetos a microescala, como huevos de peces, sin romperlos». Este dispositivo robótico de pequeñas dimensiones también podría tener aplicación en dispositivos para la microcirugía, o en aparatos para manipular células o tejidos minúsculos

Hace poco más de un año, la prensa se hacía eco del caso de Dennis Aabo, un danés de 36 años que perdió la mano tras un accidente con la manipulación de fuegos artificiales. Gracias a su participación en un ensayo clínico, se convirtió en el primer amputado del mundo capaz de controlar su prótesis en tiempo real. Con la incorporación de un complejo sistema de sensores, no sólo el cerebro del paciente enviaba señales a la mano biónica para coger, por ejemplo, un vaso, sino que también lograba que la prótesis transmitiera información al cerebro para modular la fuerza necesaria para sostener según el objeto, sin aplastarlo ni romperlo.

Como explican los expertos, las prótesis que se usan hoy en día son muy sencillas. Permiten movimientos muy limitados, abrir y cerrar la mano, por ejemplo. Algunas tienen sensores de temperatura, es decir, cuando el objeto está muy caliente se enciende una luz, pero carecen de un mecanismo que permita la bidireccionalidad de la información. «Aún no sabemos muy bien cómo conseguirlo. Varios equipos de investigadores están trabajando en ello», apunta Eduardo Fernández, investigador de la Universidad Miguel Hernández (Elche, Alicante) y del Ciber-bbn (Centro de Investigación Biomédica en Red Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina), que también está trabajando en un proyecto similar, en colaboración con un grupo de científicos de la Universidad de Utah (EEUU), con electrodos tridimensionales.

Ahora, la revista Nature presenta un nuevo avance relacionado con el campo de la robótica que quizás pudiera tener aplicación como un sensor capaz de regular la presión que la mano artificial debe imprimir para sujetar objetos delicados. Consiste en un microtubo flexible realizado a partir de material PDMS, un polímero biocompatible, es decir, «no provoca inflamaciones y es tolerado por los tejidos internos del organismo«, aclara Fernández. Esta especie de tentáculo, del grosor aproximado de un cabello, se va enrollando en forma de espiral más o menos a medida que se le inyecta aire. De esta manera, con distintas presiones logra modular su fuerza con la precisión adecuada como para sostener cualquier tipo de insecto, por ejemplo, una hormiga, sin dañar su cuerpo. Así lo demuestra un grupo de científicos de la Universidad de Iowa (EEUU).

Se trata de un sistema sencillo con el que «conseguimos que estos mini tentáculos sostengan objetos a microescala, como huevos de peces, sin romperlos», resume Jaeyoun Kim, principal autor del estudio. Este trabajo robótico de pequeñas dimensiones también podría tener aplicación en dispositivos para la microcirugía o aparatos para manipular células o tejidos minúsculos. Quizás incluso tenga un papel en el trabajo que están desarrollando varios equipos de científicos con el objetivo de diseñar «robots internos con cámara de vídeo. La idea es introducirlos en el cuerpo (a través de pastillas) para que examinen el estado de organismo», señala Fernández. Es posible que, en un futuro, además de esta función, sistemas como el de los tentáculos inventados por Kim logren también manipular o extraer muestras celulares para analizar.

Nanomedicina para el corazón

Otro de los avances ‘micro’ que esta semana sale a la luz, esta vez en la revista Science Translational Medicine, tiene que ver con las nanopartículas. Cuando las arterias coronarias se obstruyen y dan lugar a un infarto o angina de pecho, el bypass es una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes para tratar dichas patologías, consigue mejorar el riego sanguíneo al miocardio. Consiste en utilizar una vena o arteria de otra parte del cuerpo para ‘construir’ un puente entre las zonas sanas de la arteria obstruida. Existen dos tipos: injertos arteriales (de la arteria mamaria o radial) y venosos (de safena, que es una vena de la pierna).

Aproximadamente «la mitad de los injertos venosos empiezan a obstruirse de nuevo a los 12-18 meses tras la operación», argumentan en el artículo los autores del departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Vanderbilt (EEUU). Generalmente, como resultado de la hiperplasia intimal, engrosamiento de la pared del vaso sanguíneo. Lo que ocurre es que, por estímulos mecánicos, la sangre interacciona con las paredes y va deformándolas. En esta interacción «se van liberando factores inflamatorios en los vasos sanguíneos».

Aunque no siempre es necesario tratarlo, puede producir estenosis por la formación de una nueva placa de ateroma. «Un péptido conocido como MK2i, actualmente en ensayos clínicos, puede bloquear esa liberación de factores inflamatorios», apunta Craig Duvall, uno de los autores del trabajo. Sin embargo, «dicho fármaco se degrada demasiado rápido dentro de las células». Para mejorar la eficacia de MK2i, Brian Evans y su equipo han desarrollado una nanopartícula con carga eléctrica llamada nanopolytex. «Envuelve y transporta el medicamento directamente hasta su objetivo» y con la idea de degradarse a una velocidad adecuada. Después de probarla in vitro sobre células humanas y también en un modelo animal (conejo), se ha visto que las nanopartículas cargadas con el péptido MK2i reducen la hiperplasia intimal, manteniendo la inflamación controlada.

Los resultados sugieren, concluyen los investigadores «que los nanopolyplexes ofrecen un prometedor sistema de administración de fármacos para mejorar la eficacia de la terapéutica de péptidos tales como MK2i para proteger los injertos venosos del fracaso».

Nanopartículas ‘españolas’ para la visión

Un trabajo similar está realizando un grupo de científicos en España, entre los que se encuentra Eduardo Fernández. «Estamos trabajando en nanopartículas (vectores no virales) que transporten material genético al interior de la retina para hacer liberación controlada de ADN» con el objetivo de intentar paliar «enfermedades degenerativas de la retina, como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) y la retinosis pigmentaria, que son los responsables de casi el 50% de todos los casos de baja visión». Desde la Universidad Miguel Hernández están colaborando con el CIBER-BBN.

 

 

Hasta ahora, expone el investigador, una de las formas mas comunes de llevar material genético al interior de las células es utilizar un virus que es modificado para que deje de ser patógeno. Sin embargo esta aproximación «presenta algunos problemas de seguridad y una gran limitación en cuanto al tamaño del material genético a transportar«. En este contexto «nuestro grupo, en colaboración con el Grupo de Tecnología Farmacéutica de la Universidad del País Vasco dirigido por el profesor José Luis Pedraz, trabaja en el desarrollo de nuevos vectores no virales, que puedan ser utilizados para una terapia génica efectiva y segura. El procedimiento es relativamente fácil ya que las nanopartículas son inyectadas directamente dentro del globo ocular y una vez aquí son captadas mediante endocitosis por las células de la retina». Estas nanopartículas incorporan sustancias que protegen el ADN y «moléculas directoras, como la protamina, que permiten dirigirlas hacia el núcleo celular. Además debido a su tamaño nanométrico y a sus múltiples posibilidades de funcionalización es posible facilitar su captación específica por distintos tipos celulares».

Esta nueva forma de terapia génica ha sido probada con éxito en animales. «Creemos que estos resultados son muy prometedores, aunque es evidente que todavía queda mucho trabajo por hacer».

Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Un robot plegable y descartable del MIT que ya puede hacer varias tareas

En la reunión ICRA (International Conference on Robotics and Automation de IEEE) de 2015 en Seattle, los investigadores del MIT hicieron la demostración de un robot origami en miniatura que se autopliega, y luego puede marchar, nadar, y luego se puede descartar

De hecho, es el título del artículo, donde se plasman todos estos anuncios: a partir de una hoja plana con un imán dentro de ella, el robot se dobla sobre sí mismo en sólo unos segundos y está listo inmediatamente para recorrer el terreno o el agua impulsado por campos magnéticos, y luego, cuando ha cumplido con las tareas a realizar con él, se lo lleva a un depósito de acetona, donde se disuelve. Esta es la primera vez que se pudo demostrar un ciclo de vida completo de este tipo en un robot, y dentro de un tiempo todo esto lo podrá hacer dentro de un cuerpo humano.

El robot desplegado, cuya estructura está hecha de capas de PVC y poliestireno o papel cortadas con láser e intercalados entre sí, y un imán, sólo pesa 0,31 g y mide 1,7 cm de lado. Al colocarlo en una plataforma que le aplica calor, el PVC se contrae y produce pliegues en aquellos lugares donde se han realizado precisos cortes en las capas estructurales.

En menos de un minuto, el robot está terminado y listo para avanzar tranquilamente por el mundo a velocidades de entre 3 y 4 cm/s.

Hay que resaltar que el «motor» del robot en realidad no está del todo integrado en el conjunto autoplegable que se puede disolver. El motor se compone de dos partes: un imán permanente cúbico de neodimio que queda envuelto en el interior del robot, y además un conjunto de cuatro bobinas electromagnéticas debajo de la superficie, que mueven al robot al proporcionar los campos magnéticos que lo impulsan.

A esta altura, usted podría preguntarse para qué se necesita la parte plegada del robot si tienes un campo magnético que puede arrastrar el imán… y hay una buena respuesta. En primer lugar, el campo magnético no arrastra el imán hacia cualquier lugar: el campo es direccional, y se enciende y apaga a una frecuencia de alrededor de 15 Hz. Esto hace que el imán unido al robot oscile hacia atrás y adelante, moviendo junto a él la envoltura plegada. Mientras sucede esto, las «patas» delanteras y traseras del robot (que son parte parte del material plegado) hacen contacto con el suelo alternativamente, y la asimetría del diseño combinada con el punto de equilibrio, ubicado intencionadamente fuera del centro, hace que el robot camine hacia adelante.


El robot de origami y los métodos para moverlo.
(a) Vista del sistema. (b) Patrón de pliegue.
(c) Modo de avance por control basado en torque.
(d) Modo de control de natación basado en la fuerza

Nada de esto funciona en el robot cuando su estructura está plana, sin plegar: tiene que estar doblado en esta forma para poder caminar.

Las otras ventajas de utilizar un robot plegado en lugar de solo el imán son la capacidad de navegar en un líquido, así como la capacidad de realizar con más eficiencia tareas como mover objetos, o introducirse entre ellos. Y este no es el único diseño que se puede utilizar. Por supuesto, se puede optimizar para cualquier tarea que se esté tratando de realizar.


El sistema de bobinas electromagnéticas que impulsan el robot

Esta que se ve en el video es un modelo generalista. Si usted quiere lograr algo realmente de lujo, también se puede hacer que el proceso de plegado tenga varias etapas: un calor suave lleva a la primera configuración, y luego se aumenta el calor, con lo que se podría obtener una segunda etapa de plegado que resulta en un diseño diferente.

Una vez que hayas terminado de jugar con él, se puede llevar al robot a un tanque de acetona, donde será totalmente disuelto (a excepción del imán). También es posible hacer la capa estructural del robot de un material que se disuelva en agua. Hacer que todo el robot se disuelva en el agua es un poco más complicado, pero los investigadores tienen confíanza en que va a ser posible en un futuro próximo. También es posible que en un futuro próximo se integren sensores autoplegables en el cuerpo del robot, lo que podría llevar a un funcionamiento autónomo, y, finalmente, hacer todo dentro de su cuerpo.

 

 

Publicación original: An Untethered Miniature Origami Robot That Self-folds, Walks, Swims, and Degrades, por Shuhei Miyashita, Steven Guitron, Marvin Ludersdorfer, Cynthia R. Sung y Daniela Rus del MIT y TU Munich. Fue presenteda en la reunión ICRA 2015 en Seattle.

Fuente: IEEE. Aportado por Eduardo J. Carletti

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