Un grupo de investigadores de IBM está trabajando con moléculas de ADN con el objetivo de crear diminutos circuitos que podrían llegar a ser la base de futuros chips más pequeños y potentes.
La compañía está buscando diversas fórmulas en las que el ADN podría organizarse en diferentes patrones en la superficie de un chip para así actuar como plataformas en las que podrían depositarse millones de diminutos nanotubos de carbono y nanopartículas. Toda esa red de nanotubos y nanopartículas podría actuar como transistores en los futuros procesadores, según los propios investigadores de IBM.
Durante décadas, los fabricantes de procesadores han estado centrados en crear chips cada vez más pequeños con el fin de acelerar el rendimiento y reducir el consumo de energía de los equipos. Hoy en día, los chips para PCs más rápidos son de 45 nanómetros, y en unos años llegará a los 22 nanómetros, por lo que el proceso de montaje y fabricación se vuelve mucho más costoso, señala Bob Allen, director de química y materiales de IBM Research.
La nueva técnica se basa en el trabajo realizado durante varios años por Paul Rothmund, un científico del Instituto de Tecnología de California, y cuya base está en que las moléculas de ADN pueden servir para convertirse en pequeñas formas como triangulos, cuadrados o estrellas, denominadas por los científicos como Origami. La técnica aprovecha la capacidad natural del ADN para incorporar grandes cantidades de información compleja que pueden ser aplicadas a diferentes tipos de actividades.
Fuente: IDG.es. Aportado por Gustavo Courault
Más información: