Primero fotones, átomos y moléculas. Ahora los físicos quieren crear la superposición cuántica de un virus, algo que les permitirá llevar a cabo en la realidad el experimento del gato de Schrodinger
Uno de los grandes retos para los físicos cuánticos es encontrar comportamientos cuánticos en los objetos macroscópicos. Hay ejemplos evidentes de comportamiento cuántico a gran escala, como la superconductividad y la superfluidez, pero los físicos quieren más.
Habiendo logrado la superposición cuántica de fotones, electrones, átomos, y de moléculas, incluso, una de las obsesiones actuales es crear la superposición cuántica de un ser vivo, como un virus. La cuestión es cómo hacer esto y si tiene algún sentido decir que estas cosas están vivas.
Este experimento será difícil. Pero hoy Oriol Romero-Isart, del Instituto Max-Planck-Institut für Quantenoptik en Alemania y unos amigos sugieren que es factible con la tecnología actual y esbozan los desafíos que habrá que abordar para lograrlo.
El primer experimento implica el almacenamiento de un virus al vacío y después enfriarlo a su estado mecanocuántico básico en una microcavidad. A continuación, al impactar con un láser sobre el virus se tendría en una superposición del estado básico y un estado excitado.
Esto sólo funciona si el virus se comporta como un dieléctrico, puede sobrevivir al vacío y aparece transparente a la luz láser, que de otro modo lo destrozaría.
Romero-Isart y sus compañeros dicen que la suerte quiso que varios virus cumplan los requisitos. Se sabe que el virus de la gripe común es capaz de sobrevivir en el vacío, parece tener las propiedades dieléctricas requeridas y bien puede ser transparente, con una elección cuidadosa de la luz láser. El virus mosaico del tabaco, que es a todos los efectos una barra dieléctrica, aparece como otro buen candidato.
Pero, ¿tiene algún sentido decir que una molécula de gran tamaño en su estado fundamental está viva de alguna manera? Ahora es bastante difícil definir lo que significa la vida. Si se genera una superposición cuántica con esta mezcla, es probable que los biólogos no se interesen en reflexionar sobre estos problemas .
Sin embargo, en la actualidad muchos grupos están buscando crear superposiciones de cosas como pequeñas levas y microespejos, de modo que, ciertamente, hacerlo con virus será alcanzable en un futuro próximo. Y más allá de eso, ¿por qué no un organismo más grande, como el tardigrado (u oso de agua) que puede llegar a tener hasta 1,5 mm de longitud?
Pero ¿por qué molestarse? Realizar el experimento del gato de Schrodinger podría ser divertido (aunque no para el virus). Romero-Isart y sus colegas van más allá y dicen que el trabajo va a abordar experimentalmente cuestiones fundamentales, tales como el papel de la vida en la mecánica cuántica y las diferencias entre la interpretación de los múltiples mundos y la de Copenhague«. Tal vez.
Pero su argumento de que también se abordará «El papel de la conciencia en la mecánica cuántica» parece un paso demasiado lejos (aunque un virus de la gripe podría discrepar).
Refrerencia de publicación: arxiv.org/abs/0909.1469 : Towards Quantum Superposition of Living Organisms
Fuente: Technology Review. Aportado por Eduardo J. Carletti
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