Descubren en Luxor un tesoro de estatuillas de hace 3.000 años

Las 80 figuras forman parte del ajuar funerario de un sacerdote faraónico. Arqueólogos españoles localizan el pozo funerario de un alto dignatario. La campaña fue interrumpida por el inicio de la revolución en Egipto

La celebración del X aniversario del proyecto Djehuty en Luxor (Egipto) se vio interrumpida por las revueltas sociales y políticas en Egipto, a finales de enero pasado, pero aún así los investigadores españoles recibieron, a cambio de su trabajo, el regalo del hallazgo de 80 estatuillas de barro de unos 3.000 años de antigüedad, localizadas en el exterior de la tumba de Djehuty, que hacen presagiar futuros descubrimientos aún más espectaculares.

El director del proyecto, José Manuel Galán, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), está convencido de que encontrar estas figuras, que formarían parte del ajuar funerario de un sacerdote, «es la prueba de que lo que hay debajo está intacto, y es justo el lugar donde había un edificio de adobe que Djehuty no quiso destruir para levantar su tumba, por lo que tiene que ser importante».

Galán ha presentado los resultados de esta campaña acompañado por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, que han destacado la importancia de este proyecto. Garmendia ha asegurado que el equipo del egiptólogo «sitúa a España en la cumbre de la egiptología» y también ha dicho que «es muy rentable invertir en egiptología».

Hay que recordar que este proyecto, cuyo presupuesto anual es de 120.000 euros, está financiado prácticamente en su totalidad por empresas privadas en sus 10 años de vigencia y que en estos momentos está pendiente de encontrar patrocinadores para que pueda seguir adelante en campañas sucesivas.

En las pocas semanas que el equipo pudo trabajar no solo encontraron las estatuillas, que representan a los campesinos que acompañarían al sacerdote para realizar las tareas agrícolas en el Más Allá. También lograron alcanzar, después de sacar todos los escombros, el pozo funerario de Hery, un alto dignatario pariente de la familia real que murió 50 años antes que su vecino Djehuty.

También dieron con un cementerio animal mucho más reciente, de la época grecorromana. Se trata de una galería subterránea con seis habitaciones en las que había numerosas momias de ibis, halcones y otros animales. En las paredes, habían escrito dos grafitis con tinta roja en demónico, la lengua de aquella época en Egipto.

Galán ha hecho recuento de algunos de los más espectaculares hallazgos de esta década dentro del proyecto Djehuty, entre los que destaca la cámara sepulcral de este personaje, totalmente decorada, la Tabla del Aprendiz, el enterramiento del arquero Iquer con sus flechas y sus bastones de mando o 50 ramos de flores secas.

Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti


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