El asteroide Lutetia, una reliquia del Sistema Solar

El asteroide Lutetia, fotografiado hace más de un año por la sonda espacial Rosetta, se revelo recientemente como el remanente más antiguo de la etapa de formación planetaria, de acuerdo a una investigación publicada en la revista Science

El cinturón de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter, está lleno de fragmentos que podrían haber formado un planeta que nunca llego a condensarse debido a la acción gravitatoria de Júpiter. Allí habita Lutetia, un fragmento de roca de 100 km de diámetro que se conserva exactamente como era hace más de 3.600 millones de años.

Lutetia es el único exponente de lo que se conoce como “cuerpo primitivo”, lo cual implica que pertenece a los inicios del Sistema Solar. La mayor parte de los otros objetos en el cinturón de asteroides se formaron por colisiones y fragmentaciones de cuerpos similares que se destruyeron hace eones. Sin embargo, Lutetia permaneció integro y la evidencia apunta a que intento formar un núcleo de hierro fundido, como la mayoría de los planetas del sistema.

El asteroide fue estudiado por la sonda europea Rosetta, que tomó 462 fotografías, la mayoría de su hemisferio norte, gracias a ellas se puede observar que Lutetia presenta una compleja geografía, con hendiduras, fallas, gargantas y más de 350 cráteres de impacto con diámetros que van desde 600 metros a 55 kilómetros.

Hay que admitir que Lutetia cambió mucho en estos últimos miles de millones de años, los impactos de otros asteroides le arrancaron gran parte de su material, llevándola de su probable forma esférica original a la actual roca informe que se aprecia en las fotografías.

En verdad, lo interesante de Lutetia sucede en su interior, las lecturas de los espectrómetros de Rosetta indican que es uno de los asteroides más masivos en todo el Sistema Solar. Esto es debido a que el interior de Lutetia contiene una cantidad significativa de hierro, aunque no en forma de núcleo. Para tener un núcleo, Lutetia tendría que fundirse debido a la actividad radioactiva de sus rocas, lo que separararía el hierro derretido y las rocas que flotarían sobre él.

Sin embargo, los datos indican que la corteza de Lutetia permanece enteramente primordial, sin presentar el material rocoso que se asociaría con esta fase de calentamiento. La única explicación parece ser que el asteroide se calentó en alguna etapa de su existencia, pero no con la suficiente intensidad como para alcanzar un núcleo de hierro fundido.

La sonda Rosetta ya está lejos de este intrigante asteroide, pero los científicos no descartan una misión de aterrizaje, que sería posible dentro de la próxima década.

Fuente: ESA. Aportado por Juan Bautista Solmonese


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