Los científicos que trabajan en la misión espacial Cassini han encontrado iones de agua con carga eléctrica negativa en la pluma de hielo de Encelado, una de las lunas principales de Saturno
Este descubrimiento, basado en el análisis de datos tomados durante los vuelos de la nave Cassini por la pluma en 2008 y presentados en la revista Icarus, constituye un indicio de la presencia de agua líquida, hecho que a su vez sugiere la presencia de los ingredientes necesarios para la vida en el interior de la luna helada.
El espectrómetro de plasma de Cassini, utilizado para tomar estos datos, encontró también otras especies de iones con carga eléctrica negativa, incluyendo hidrocarburos.
«Aunque no es una gran sorpresa que exista agua allí, estos iones de corta vida son una evidencia extra de la presencia de agua subterránea y donde hay agua, carbono y energía, están presentes algunos de los ingredientes principales de la vida», comenta el autor principal del trabajo, Andrew Coates, del Mullard Space Science Laboratory de University College London.
«La sorpresa para nosotros fue a ver la masa de estos iones. Hubo varios picos en el espectro, y cuando los analizamos, vimos el efecto de las moléculas de agua uniéndose una tras otra». Las mediciones se realizaron cuando la Cassini pasó a través del penacho de Encelado el 12 de marzo de 2008.
Encelado se une así al grupo que forman la Tierra, Titán y los cometas, cuerpos donde se sabe que existen iones con carga eléctrica negativa en el Sistema Solar. Los iones negativos de oxígeno fueron descubiertos en la ionosfera de la Tierra al principio de la Era Espacial. En la superficie de la Tierra, los iones negativos de agua están presentes allí donde se encuentra agua líquida en movimiento, como cascadas u olas oceánicas rompiendo.
El espectrómetro de plasma de la Cassini, originalmente diseñado para tomar datos en el entorno magnético de Saturno, mide la densidad, velocidad de flujo y temperatura de los iones y electrones que llegan al instrumento. Pero luego del descubrimiento del penacho de hielo de agua de Encelado, el instrumento también ha capturado y analizado con éxito muestras de material de los chorros.
A principios de su misión, Cassini descubrió la pluma que surge sobre Encelado llevando vapor de agua y partículas de hielo. Desde entonces, los científicos han encontrado que estos productos acuosos dominan el ambiente magnético de Saturno y crean el enorme anillo E de Saturno.
En Titán, el mismo instrumento detectó iones negativos de hidrocarbuross muy grandes, con masas de hasta 13.800 veces mayores que la del hidrógeno. Un artículo en Planetary and Space Science, escrito por Coates y sus colegas en diciembre de 2009, mostró que en Titán, los iones más grandes de hidrocarburos o nitrilo se observan en las altitudes más bajas de la atmósfera por las que coló Cassini (950 kilómetros). Ellos sugieren que estos grandes iones son la fuente de la niebla parecida a smog que cubre la mayor parte de la superficie de Titán, dejándola fuera de la vista. Esta niebla puede ser representativa de la mezcla orgánica que Carl Sagan llamó «tolinas» («tholins») cuando produjo el brebaje rojizo de productos químicos prebióticos en laboratorio a partir de gases que, se sabe, están presentes en la atmósfera de Titán. Las tolinas que pueden ser producidos en la atmósfera de Titán podrían caer a la superficie de la luna, e incluso pueden formar parte de los granos de arena de las dunas que dominan parte de la región ecuatorial de Titán.
Estos nuevos hallazgos se suman al creciente conocimiento acerca de la química detallada del penacho de Encelado y la atmósfera de Titán, ofreciendo una nueva comprensión de estos ambientes fuera de la Tierra, donde pueden existir prebióticos o ambientes propicios para la vida.
Fuente: STFC. Aportado por Eduardo J. Carletti
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