Los suelos de grandes zonas del hemisferio sur, incluyendo porciones importantes de Australia, África y América del Sur, se han secado en la última década, concluye un grupo de investigadores en el primer estudio importante que examina la «evapotranspiración» a nivel mundial
La mayoría de los modelos climáticos han sugerido que la evapotranspiración, que es el movimiento del agua de la tierra a la atmósfera, podría aumentar con el calentamiento global. La nueva investigación, publicada en línea esta semana en la revista Nature, encontró que esto es exactamente lo que estaba sucediendo desde 1982 hasta finales de 1990.
Pero en 1998, este importante aumento de la evapotranspiración —que habían sido de siete milímetros por año— se desaceleró drásticamente, o se detuvo. En gran parte del mundo, los suelos se están convirtiendo en más secos de lo que solía ser, liberando menos agua y compensando con algunos incrementos de humedad en otros lugares.
Debido al número limitado de décadas de las que se disponen datos, los científicos dicen que no pueden estar seguros de si se trata de una variabilidad natural o parte de un cambio global de larga duración. Sin embargo, una posibilidad es que ya se haya alcanzado a nivel global un límite a la aceleración del ciclo hidrológico en el terreno.
Si ese es el caso, las consecuencias podrían ser graves.
Podrían incluir una disminución del crecimiento de la vegetación terrestre, menos absorción de carbono, una pérdida del mecanismo de enfriamiento natural proporcionado por la evapotranspiración, más el calentamiento de la superficie del terreno, olas de calor más intensas y un «bucle de retroalimentación» que podría intensificar el calentamiento global.
«Esta es la primera vez que hemos podido recopilar observaciones de este tipo para un análisis global», dijo Beverly Law, profesor de ciencia forestal sobre el cambio global en la Universidad Estatal de Oregon. Law es co-autor del estudio y director de ciencia de la red AmeriFlux, compuesta de 100 sitios de investigación, una parte importante de la síntesis FLUXNET que incorpora datos de todo el mundo.
«No esperábamos ver este cambio en la evapotranspiración en un área tan grande del Hemisferio Sur», dijo Law. «Es fundamental continuar estas observaciones a largo plazo, porque hasta que vigilemos esto por un largo periodo no podremos estar seguros de por qué está ocurriendo.»
Algunas de las áreas con más severa sequía incluyen el sudeste de África, gran parte de Australia, la India central, gran parte de América del Sur, y algunas zonas de Indonesia. La mayoría de estas regiones son históricamente secas, pero algunas sonm en realidadm bosques tropicales.
El cambio más abrupto de la evapotranspiración mundial hacia algo cercano a un freno en este proceso coincidió con un importante evento de El Niño en 1998, señalan los investigadores en su informe, pero no sugieren por esto que es un mecanismo causal de un fenómeno que ha estado sucediendo durante más de una década.
Se esperaba una mayor evapotranspiración con el calentamiento global, debido a una mayor evaporación de agua del océano y más precipitaciones en general. Y los datos muestran efectivamente que algunas zonas son más húmedas de lo que solía ser.
Sin embargo, otras grandes áreas ahora se están desecando, según el estudio. Esto podría conducir a un estrés de sequía en la vegetación mayor y menor productividad general, dijo Law, y como resultado menor absorción de carbono, menos refrigeración a través de la evapotranspiración, y olas de calor más frecuentes o extremas.
Algunos de los sitios utilizados en este estudio son operados por el grupo de investigación de Law en la zona de cascadas de la cuenca del río Metolius, y son consistentes con algunas de estas preocupaciones. En la última década ha habido varios años de sequía, estrés vegetal, y algunos incendios forestales de importancia en esa zona.
La evapotranspiración regresa alrededor de un 60 por ciento de la precipitación anual de regreso a la atmósfera, en el proceso que utiliza más de la mitad de la energía solar absorbida por la superficie terrestre. Este es un componente clave del sistema climático global, que une el ciclo del agua con los ciclos de energía y de carbono.
Serán necesarias observaciones a más largo plazo para determinar si estos cambios son parte de la variabilidad a escala de décadas o un cambio a largo plazo en el clima global, dijeron los investigadores.
Más información: Jung, M., M. Reichstein, et al. 2010. A recent decline in the global land evapotranspiration trend due to limited moisture supply. Nature, DOI:10.1038/nature09396
Fuente: Physorg. Aportado por Eduardo J. Carletti
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